Daniela Bermúdez no pudo dar con su máxima ilusión, ganar en Puerto Rico. Y esas lágrimas que prácticamente le imposibilitaron hablar una vez que bajó del ring fueron una muestra de lo que significaba esta prueba de fuego. Por primera vez en su carrera perdió por nocaut. Pero no tiene nada que reprocharse, cayó ante una de las mejores cinco pugilistas del mundo, la multicampeona boricua Amanda Serrano, en el combate que puso en juego los títulos pluma CMB, OMB e IBO y que se celebró en la Plaza del Quinto Centenario de San Juan de Puerto Rico. La Bonita se resignó sobre la lona en el noveno round tras un golpe en la zona del hígado.
El primer asalto favoreció a la pugilista local, que mostró su solidez durante los dos minutos de combate, pero la boxeadora de Villa Gobernador Gálvez tomó la iniciativa en el segundo parcial para equilibrar las acciones ante la campeona del mundo en siete versiones diferentes (campeona supermosca OMB, gallo OMB, supergallo OMB y CMB, pluma OMB y CMB, superpluma FIB, ligero OMB y superligero OMB).
La historia se repitió en el tercer round, donde ya la puertorriqueña no lució tan osada como al principio, aunque paradójicamente esto le sirvió para imponerse ante una Bermúdez que recién pudo intentar cambiar el ritmo de ese segmento en los segundos finales.
Y a partir de la cuarta vuelta Serrano empezó a torcer la historia a su favor con su derecha que calaba hondo en la defensa de Daniela, quien como en el round anterior recién reaccionó cuando se iba el asalto.
La valentía de Bermúdez iba de la mano de su frontalidad para tratar de ir siempre hacia adelante, conocedora de que estaba ante la gran oportunidad de su vida boxística, pero esto simultáneamente la exponía a recibir las contras siempre certeras de su adversaria.
Así transcurrió el quinto round y fueron a un sexto en el que directamente la argentina fue a proponer el golpe por golpe, y dio tanto como recibió, con distintas calidades de impactos, pero ambas llegaron al epílogo de esa vuelta con los pómulos inflamados.
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Para el séptimo asalto la santafesina decidió descansar más en la pelea corta, y allí sacó alguna ventaja porque cada vez que salió del cuerpo a cuerpo lo hizo pegando.
Por eso Serrano salió al octavo round tratando de mantener a la argentina a distancia con su jab, pero con ello también la medía para aprovechar su velocidad y entrarle con precisión a la defensa bastante abierta de Bermúdez.
La arenga de su padre y entrenador, Tito, en el rincón, pidiéndole a su hija "ganar este noveno round, peleando, porque éste es el momento", siguió impulsando a Bermúdez hacia adelante, pero ello marcaría el final del combate, porque Serrano dejó de pegar arriba por un segundo y con un golpe al hígado de izquierda derribó por toda la cuenta a la argentina y sus ilusiones.
La puertorriqueña de 32 años ya había hecho su trabajo para quedarse con todo, como siempre. Como en sus 40 peleas como profesional (38 ganadas, un empate y una derrota), de las que sumó 30 victorias por nocaut. No pierde desde 2012.
La argentina llegó a los 30 combates, con 10 triunfos como nocaut, tres empates y ahora cuatro derrotas, interrumpiendo un invicto que ya llevaba siete años.
En la mañana de este viernes, La Bonita, que ya había hecho lo mismo durante la transmisión televisiva, llevó tranquilidad a su familia y a sus seguidores a través de redes sociales, señalando que se encuentra en buen estado de salud. Ese golpe al hígado la puso de rodillas en la lona y de inmediato se la vio lanzar el protector bucal y decir que "no" con la cabeza.
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Entre lágrimas de impotencia y tristeza, Daniela se retiró del estadio, en la que fue su tercera excursión a una de las tierras más duras para pelear: ya había ganado en Japón y México, también muy fuertes en boxeo femenino, pero esta vez no pudo ante una de las mejores del mundo que además trabaja en condiciones sumamente superiores que las que tiene La Bonita: humilde pero corajuda como pocas.