Central mantiene la firme decisión de sumar como refuerzo a Juan Cruz Komar. Y del otro lado, el zaguero rosarino de presente en Talleres está en la misma sintonía, ya que ratificó la férrea determinación de cumplir su sueño y ponerse la camiseta canalla. Ambas partes ahora aceleraron a fondo en pos cumplir este objetivo compartido. Pero resta lograr la venia del tercero en discordia, que es justamente el club tallarín y en especial la figura fuerte de su presidente, el empresario Andrés Fassi. Talleres para nada le pondrá una alfombra roja a la salida de Komar y defenderá su patrimonio con uñas y dientes. Por ello la gestión auriazul no es nada sencilla y el punto de acuerdo deberá terminar de pulirse para llegar a buen puerto. En este contexto Komar tomó el toro por las astas y está haciendo muchísima fuerza, más allá de lo discursivo, para estar lo antes posible a las órdenes del Kily González, que lo está esperando en Arroyo Seco con los brazos abiertos. El DT quiere que sea el nuevo caudillo de la defensa auriazul.
Komar está convencido que se quiere sumar a la tropa canalla. Y en este sentido se plantó. Anoche no participó del amistoso entre Talleres e Independiente porque ni siquiera viajó con la delegación de la T a La Plata. Incluso hay ofertas muy jugosas por el zaguero desde el exterior, pero el defensor puso como prioridad jugar en Arroyito. Hasta se podría decir en un juego de palabras que Komar ya “juega” para Central.
“Quiere jugar sí o sí en Central. Está haciendo toda la fuerza posible para venir al club del que es hincha”, le confió a Ovación una fuente directa de la negociación.
El zaguero rosarino de 25 años y 1,90 metro de altura, había blanqueado en la primera semana de enero durante el inicio de la pretemporada en Talleres su deseo de recalar en Arroyito. “Hay un interés claro de Central. Es mi sueño jugar en ese club porque soy hincha desde chico. La verdad es que me gustaría que se diera, pero entiendo que si se da deber ser algo que le sirva al club, y no solo a mí. Son cuestiones que no dependen exclusivamente de mí”, había declarado Komar.
Claro que destrabar la salida de Komar, uno de los principales referentes del plantel de Talleres, no es soplar y hacer botellas. Fassi es un empresario astuto y rápido de reflejos y para desprenderse del defensor pidió porcentajes de los juveniles Gino Infantino, Lautaro Blanco y Rodrigo Villagra, este último claro está, ya juega en Talleres.
En tanto, desde Córdoba creen que el ciclo de Komar en la T está terminado por su voluntad manifiesta de emigrar, pero el club tallarín buscará que sea al destino que más rédito le reporte a la institución y allí la dirigencia canalla tendrá que esmerarse para lograr darle el apretón de manos a Fassi.
A pesar de sus 25 años, Komar es un líder y un caudillo de la defensa, lo que justamente necesita Central para dar el salto de calidad que pretende el Kily González y poder pelear arriba en la próxima Copa de la Liga Profesional, cuyo debut será el viernes 11 de febrero visitando a Arsenal.
Los desacoples defensivos fueron el talón de Aquiles del canalla en la temporada pasada y Komar podría aportar la voz de mando en el fondo y la agresividad en la marca que requiere un equipo con ansias de ser protagonista.
De esta manera Komar ya está jugando su partido para arribar a Arroyito y cumplir su sueño de ponerse la pilcha del club que ama. Pero lo fundamental es que se trata de un jugador que puede aportarle soluciones y garantías al Kily González en el rearmado del Central 2022.
No se trata de una misión sencilla ni de corto plazo, pero Komar y Central está decididos a estrechar sus manos, lo que resta es lograr seducir a la T, que en definitiva es el propietario del futbolista con contrato vigente y que buscará que el traspaso al menos le sea redituable.