La timidez colectiva contiene las palabras pero no logra impedir las sonrisas. Llegan de a uno al polideportivo del Distrito Municipal Sudoeste. Demoran en acercarse al lugar de la entrevista porque prefieren agruparse en el centro de la cancha de básquet para despuntar con una bocha y varios palos la pasión por el hockey. Disciplina que les permitió juntarse hace un tiempo desde los 12 años para reconocerse como equipo en el deporte comunitario. Y también para quebrar la barrera de un contexto económico y social que habitualmente encarcela los sueños de la mayoría. Pero ellos pudieron. Una decena de chicos se aferraron al juego para escribir una historia que les permitió conocer otras realidades y también otras ciudades. El equipo rosarino del circuito deportivo de hockey Sub 14 volvió a ganar en el Santa Fe Juega y representará a la provincia en los Juegos Nacionales Evita en Mar del Plata, a fines de octubre. Como sucedió en los dos años anteriores en las Olimpíadas Santafesinas. Facundo Faure, Agustín Lacio, Fernando Aldana, Uriel Bidable, Octavio Vitale, Ezequiel Pascualini, Ayrton Luna, Miquea Jauregui, Matías Tabares y Sebastián Lanero son los actuales Leones de Rosario. Con una historia compartida de lucha y recreación. De resistencia y perseverancia. Con la humildad como pasaporte y la unión como fortaleza. Casi como un ritual rodean a Daniela Ikkert, la coordinadora distrital de la Subsecretaría de Deportes municipal, y al profesor Leandro Arrozagaray, el referente de un trabajo ejemplar.
Ellos se juntaron para la nota con Ovación en el playón sudoeste (Francia al 4400), pero la mayoría proviene del playón de barrio Plata (avenida del Rosario al 3600) y otros del playón de Casa de la Cultura (Iriondo y Garibaldi).
Esta saga tiene su origen hace tres años. Cuando una convocatoria para jugar al hockey en forma recreativa y comunitaria encuentra en barrio Plata una respuesta inesperada. De un grupo de 30 asistentes, 20 son varones. Inusual. Porque habitualmente la concurrencia de chicos es escasa debido a que muchos optan por el fútbol. "Hace tres años un profe al que le encantaba el hockey propuso convocar a los chicos a los playones deportivos distritales y vinieron muchas chicas y también se enganchó un grupo de varones que jugaba al fútbol acá en el sudoeste. Después lo hicimos en barrio Plata, en un horario de 12.30 a 13.30. Pese al horario nos fue bárbaro. Explotó de gente. Eran muchos más chicos que chicas. Y eso ya fue excepcional. Y ahí nomás juntamos a los niños y se forjó la base de un plantel que continúa hoy", cuenta Daniela, la coordinadora, quien también afirma lo importante que fue para los chicos que después clubes de la ciudad los hayan becado para que ingresen al deporte federado. "A través de Paula Negroni, del Circuito Deportivo de Hockey municipal, buscamos becas en clubes. Y esto los ayudó muchísimo en su desarrollo. Primero porque acercó a las familias, las que comenzaron a charlar con nosotros de otro modo porque el vínculo se fue institucionalizando. Y atraer a una familia te permite una labor más abarcativa, porque una familia atrae a otra familia, y así la contención e integración alcanza niveles importantes. Hoy todos los varones de este grupo están becados, los quince, algunos en Universitario y otros en Provincial, y Gimnasia, que nos cede el espacio para que los chicos entrenen allí. La beca consiste en que ellos puedan asistir al club a practicar el deporte sin pagar cuota societaria ni cuota de deporte. Y en casi todos los casos también les solventan los viajes, por eso los clubes también cumplen un rol importante en el desarrollo deportivo de estos chicos, porque varios de ellos están compitiendo en el club. Nosotros decimos que son nuestra generación dorada, que va entre los 14 y 16, pero también tenemos más chicos y más grandes".
"Era raro como deporte comunitario inscribirnos en las Olimpíadas Santafesinas, lo que hoy es Santa Fe Juega, porque el deporte que nosotros llevamos adelante en los playones es recreativo, no es competitivo. Pero convencí a los profes de anotarlos y hace tres años inscribimos a nuestros chicos en vóley, handball y en hockey seven. En hockey fuimos con dos equipos de mujeres y uno de varones. Y ahí estábamos justitos, porque a un Sub 16 no llegábamos pero a un Sub 14 sí. Y lo registramos. Pero también se había anotado GER. Cuando vimos que estaba GER dijimos chau. Y fue el primer partido de esta historia y los chicos ganaron 6 a 0. Eso nos dio una fortaleza porque demostramos que se podía. Al año siguiente los volvimos a presentar y ganaron, y fueron a los Juegos Nacionales Evita. Y ahora los chicos volvieron a ganar y por tercer año consecutivo representarán a Santa Fe, en Mar del Plata, la última semana de octubre".
De esta decena de jugadores que ahora viajarán a Mar del Plata hay tres que repiten la experiencia por tercera ocasión, porque a las primeras Olimpíadas las jugaron con 12 años, en cambio hay otros que no estarán en el grupo porque ya son Sub 16. La emoción de los profesores es muy grande. Hay que poner en contexto lo que han logrado estos pibes porque sus familias hacen un gran esfuerzo para que ellos puedan crecer en el hockey. Son familias humildes que trabajan mucho, la mayoría de manera informal, a través de changas. Pero el compromiso con el desarrollo de sus hijos es más fuerte que los avatares económicos y sociales que la realidad impone.
"Los chicos no sólo conocieron Mar del Plata y el mar gracias al hockey, algo que ahora sucederá con algunos de ellos, sino que también conocieron un hotel, conocieron que se come cuatro veces al día, conocieron que había un baño en el que podían hacer todo lo necesario, ducharse, lavarse los dientes, hacer pis. Y hasta se sorprendieron porque en un mismo día almorzaron y cenaron carne", relata con emoción Daniela para poner de relieve la experiencia trascendente de los niños.
El profe Leandro Arrozagaray es quien más tiempo comparte con el grupo. "Es una satisfacción única porque ellos lograron esto pese a que no disponen de los recursos de otros chicos y además lo hicieron a través del hockey, un deporte que en los barrios no es tan popular como el fútbol. Más en varones, porque sabemos que en Rosario sólo hay cuatro clubes que cuentan con equipos de caballeros. Y si a esto se le suma que por tercer año consecutivo representan a la provincia en una competencia nacional es realmente muy trascendente. La idea principal es que los chicos no estén en la calle a expensas de los problemas sociales sino que estén acá jugando y desarrollándose como personas de bien y como deportistas, más allá de lo que pueda suceder con su proyección en el hockey", cuenta.
Leandro también detalla que "la base siempre fue la misma y a partir de ella se fueron sumando otros, y varios de ellos ya están jugando a nivel federado gracias a las becas de los clubes", relata el profe con satisfacción.
"Estos pibes en todo momento muestran sus ganas de seguir aprendiendo, de ir por más cosas, se identifican con el deporte y también como grupo, y la cohesión de las familias también fue fundamental. Los padres y hermanos mayores hacen un gran esfuerzo para que ellos puedan avanzar y sabemos que dejan muchas cosas para venir a jugar. Entre todos tratan de afrontar gastos y también buscamos las formas de que el costo no sea un impedimento, por eso hay que destacar a los clubes. Los chicos son muy compañeros, hay varios que vienen jugando desde hace tres años pero en 2016 se sumaron tres chicos y ellos los integraron de tal manera que pareciera que juegan juntos desde hace mucho tiempo", comenta quien los dirige atravesado por la satisfacción.
"No sé si complicado es el término para definir la formación de un grupo tan compacto como el que componen estos chicos, pero sí se puede decir que es un desafío lograrlo porque viven en zonas precarias donde los problemas sociales están a la vuelta de la esquina. No hace falta profundizar al respecto. Pero acá es fundamental el rol de la familia, porque colabora mucho para que ellos se mantengan en un ámbito saludable. Y también agradecer a los clubes, que les abrieron las puertas a los chicos para que puedan participar y demostrar que se puede incluir e integrar, por eso destaco a Universitario, Provincial y GER", concluye Arrozagaray.
La llegada de la reportera gráfica entusiasma más a los chicos. Se colocan las camisetas color cielo y se disponen a posar. "Mi abuelo trabajó en el diario", dice Matías a manera de apertura de la charla colectiva. Y añade: "Me acompaña para verme jugar, se llama Manuel Tabares". Y su rostro se iluminó cuando escuchó como respuesta que su abuelo era un periodista reconocido y muy querido en La Capital. Coinciden en que les gustaría ser como Los Leones, a quienes vieron en los Juegos Olímpicos. Miquea, el más bajito, se ilusiona con Mar del Plata, "porque es lindo poder viajar", y coincide con Agustín, que quiere además de conocer también divertirse. Mientras que Uriel agrega: "Y para ver chicas". Todos ya programan meterse en el mar "aunque el agua esté fría". Al final los pibes repiten una pregunta: "¿Cuando sale la nota?". Y gritan todos juntos: "Uhh, si salimos en Ovación vamos a ser importantes". Y se van contentos. Sin saber que ellos son importantes desde mucho antes de la publicación de esta nota.