En el waterpolo, Gimnasia tiene la receta del éxito. Y saca a relucir sus mejores virtudes en los momentos de mayor exigencia. Conserva ese espíritu ganador que lo distingue del resto. Tiene esa mística tan especial, tan difícil de conseguir, y mucho más complicada de mantener durante tanto tiempo. Ese secreto está celosamente guardado en las vitrinas auriazules e impacta por su poderío y por su extraordinaria vigencia. Tras el apretado y emotivo triunfo 12-11 en el duelo decisivo sobre Provincial, el conjunto mens sana se adueñó otra vez de la Liga de Honor, el torneo de clubes más importante del país. Y así consiguió 13 de las últimas 17 ediciones. Un palmarés digno de reconocimiento y admiración, que se transformó en referencia obligada en este deporte a nivel nacional.
La serie final fue al mejor de tres encuentros, se disputó en la pileta del country del rojo, y exhibió el alto grado de intensidad que prometía. Provincial ganó el viernes el primer choque 13-5. En tanto, GER se recuperó de ese mal paso inicial y se impuso el sábado en el segundo por 14-11.
Todo se decidió este domingo, en la misma sede, con un marco multitudinario a tribunas llenas. Allí, se vivió como una gran fiesta para el waterpolo rosarino y del país.
Ese cotejo determinante estuvo muy caliente, de dientes apretados desde el inicio, el conjunto mens sana logró el triunfo merced a su aplomo, a su experiencia, a su oficio para manejar este tipo de partidos, y a la mayor cantidad de variantes en el plantel.
Ese clima derivó en tarjetas y jugadores que tuvieron que terminar el partido desde afuera. En ese panorama, los aportes de Nicolás Provenzano, quien fue elegido el jugador más valioso de las finales, y del arquero Nicolás Caropreso en el tramo de cierre, fueron claves que explican parte de la victoria.
En un duelo de dientes apretados, el equipo conducido por Nicolás Avalis y Fernando Arregui logró mantener una mínima ventaja hasta el último suspiro de un partido no apto para cardíacos y terminó festejando un merecido logro, que enfatiza su dominio en este deporte a nivel nacional.
Tras grandes objetivos
“Fue una final realmente muy dura, pero GER demostró qué es ser campeón una vez más. Creo que influyó mucho la experiencia que tenemos y nos proponemos seguir así”, destacó Nicolás Provenzano, luego de recibir el premio al MVP.
“Pudimos encontrar nuestro juego en el segundo partido y eso nos permitió jugar más tranquilos el tercer juego. Acá no hay secretos, hay un grupo muy bueno, con una competencia muy sana entre nosotros y todos tiramos para adelante. Y en cada torneo queremos salir campeones, esa es la clave”, subrayó el Mudo entre abrazos de sus compañeros.
A su turno, Nicolás Caropreso remarcó: “Esto que vivimos es una locura. A mí me tocó entrar en la segunda parte del partido, cuando estaban las pulsaciones a mil. El partido estaba muy caliente, con muchos expulsados, y en todo momento supimos controlar y llevar la final a donde nos convenía. Tuvimos calma y lo ganamos con mucha defensa”.
“Esto es mérito de todo el equipo. Yo soy de los más jóvenes y siempre tengo el apoyo de todos mis compañeros y de los entrenadores. Ese es el único secreto, somos un gran equipo, muy unido, tanto adentro como afuera del agua. Somos amigos y empujamos todos para el mismo lado”, resaltó el arquero.
En tanto, el entrador mens sana, Nicolás Avalis, también confió sus sensaciones: “Estoy muy feliz y muy orgulloso por este grupo, por este equipo, por estos chicos. Esto es todo de ellos. Hicieron un esfuerzo enorme y tuvieron su premio. GER está acostumbrado a este tipo de partidos. Nos gusta jugar finales y nos acostumbramos a ganarlas”.
“Creo que en la definición influyó el mayor recorrido y experiencia de nuestro equipo. El tercer partido fue una final, gol a gol todo el partido, y lo decidieron los detalles y una gran actuación de Nico Provenzano. Ellos plantearon un partido de lucha en vez de juego, de tratar de sacar de eje a nuestros jugadores, para que nosotros perdamos piezas importantes. Cada uno tiene sus formas, nosotros respetamos la nuestra. Y en eso ayudó que tenemos un plantel largo con muchos jugadores importantes”, sostuvo el técnico campeón.
Y agregó: “La diferencia es que Gimnasia es un equipo, y hay muchos otros que se arman solo para tratar de ganarnos, juntan gente y se terminan desarmando después de dos o tres años. En este club lo que buscamos es estar en el máximo nivel, siempre, en todo lo que juguemos. Ahora queremos ir por el Sudamericano de clubes”.
“Para mí es muy especial por el momento personal que estoy viviendo. Es un año muy difícil para mí, pero este tipo de logros ayudan a fortalecer todo lo que uno va realizando”, comentó emocionado Avalis.
El plantel campeón: Nicolás Caropreso, Tomás Galimberti, Lautaro De Yuliis, Bautista Calcagno, Alex Lorenth, Tomás Echenique, Valentín Médici, Esteban y Bruno Corsi, Tomás y Agustín Martelli, Joaquín Rosso, Emanuel López, Guido Martino, Nico Provenzano, Franco Testa, Tomás Bulgheroni, Sebastián Tempone, Amadeo y César Díaz Colodrero y Juan Pablo Montané.
Cuerpo técnico: Nicolás Avalis y Fernando Arregui.
Delegado: Esteban Caropreso.