Con sus manos y tenacidad, ahora tiene el mundo a sus pies. La carrera de Julián Aquino está forjada a puro sacrificio. Como buen artista marcial no claudicó ante la adversidad. El rosarino obtuvo el sábado pasado el título ecuménico en los Países Bajos en Taekwondo ITF en la categoría +70 kilos. “Soñaba con ser campeón mundial”, confesó este joven de 17 años y que de ahora en más es el orgullo del barrio Parque Casas, o simplemente, el Casiano, como lo llaman los vecinos. El deportista además se colgó otras medallas doradas más “porque salimos primeros en varias disciplinas junto al seleccionado nacional”. Pero no todo es color de rosa en este presente encantador. Vivió un pasado espinoso “porque no iba a ir al Mundial, ya que no tenía los medios. Pero hicimos una gran rifa y una comida en mi club, Sportivo Federal, y entre todos me ayudaron a cumplir este sueño. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia todos los que colaboraron”.
“La experiencia fue increíble. Fue más de lo que imaginaba y pensaba. Para ir bien confiaba recreando las posibles escenas para ir resolviéndolas, pero me superó todo”, afirmó Aquino, quien además de ser un deportista destacado de la ciudad, cursa el quinto año del San Francisco de Asís.
¿Cómo nació la pasión por el taekwondo, ya que venís de una familia de ciclistas?
De chiquito hacía ciclismo por el legado que me dejaron mi abuelo y mi papá. Andaba bastante bien y la bici me gustaba mucho. Pero a los diez años se me complicó seguir por un tema de horarios. Los entrenamientos eran de tarde y justo coincidían con el horario de colegio, por lo cual no pude seguir. Así que busqué otra actividad, ya que me gustaba competir. Un día el socio de mi padre le tiró el dato de que en el club Sportivo Federal daban taekwondo, por lo cual me llevaron a probar. Me gustó mucho la primera clase y desde ahí no paré más. Tenía diez años en ese momento y, salvo una vez que me lesioné y estuve como casi nueve meses parado, siempre estuve practicando.
Cuando arrancaste a entrenar, ¿pensabas que ibas a llegar a lo más alto del podio mundial?
No. Cuando empecé a practicar lo único que esperaba era poder llegar a ser cinturón negro. Pero sinceramente desde hace cuatro años vengo soñando con esto. Lo pensaba e imaginaba todos los días. Por eso llegué al Mundial confiado en que podía lograrlo. No porque iría a subestimar a los demás oponentes, porque nunca se me pasó eso por la cabeza, si no porque confiaba en mis condiciones.
¿Cómo fueron los inicios en el mundo marcial?
Muy lindos. Siempre presté mucha atención y no faltaba a los entrenamientos. Hacía la disciplina con muchas ganas y cuando podía competía.
¿Además de ser alumno das clases?
Sí. Una vez que rendí bien y pude obtener el grado de primer dan en cinturón negro (2019), mi profesor Julián Primavera nos dio junto a mi amigo Federico un espacio para poder dar clases, que es otra de las cosas que me gusta.
Emoción familiar
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Rosario, presente. Aquino se lució en todos los combates que realizó en el Mundial de Países Bajos.
¿Cómo fue el camino hacia el Mundial en Países Bajos?
Largo, duro y hermoso a la vez. Hice el primer selectivo en diciembre del año pasado, donde salí primero y además salí campeón argentino. El segundo selectivo fue en febrero y pasé al tercero, que se realizó en marzo. Clasifiqué en la categoría combate +70 kilos y obtuve el primer puesto en todos los casos. No fue nada fácil, pero al final hubo recompensa.
¿Es verdad que no pensabas ir al Mundial porque no podías afrontar los gastos?
Era así. No iba a ir porque no tenía el dinero. Además, había ido al primer selectivo para medir el nivel que tenía, nada más. Por dentro solo quería ver cómo estaba en relación a los demás competidores. Aunque cuando clasifiqué, los amigos de mi papá le empezaron a decir que no podía perderme la oportunidad de ir al Mundial. Que debía ir y que el dinero iba a salir de algún lado, es decir, que se podía conseguir de alguna manera. Y ahí empezó otra competencia, la de juntar la plata.
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Aquino destacó que "mi el club, el Sportivo Federal, y muchas personas me ayudaron a cumplir este sueño. Hicimos una rifa y comida para juntar fondos".
¿Qué hicieron para juntar fondos?
Nos pusimos en campaña rápido y la gente respondió de manera increíble. Todos me apoyaron desde un primer momento. Hicimos una rifa donde ofrecimos diez premios y vendimos casi mil números. Ahí ya cubrimos casi todo el costo del viaje. A eso le agrego que el club también aportó lo suyo. Sportivo Federal nos prestó las instalaciones, y la gente nos ayudó para hacer una comida a beneficio. Mi familia compró pollos, arroz y las demás cosas. Vendimos todo. Lo del público fue increíble porque se re portó en todo momento.
¿Y cómo fue afrontar el Mundial teniendo en cuenta que la preparación demanda meses y todo se define en unos minutos?
Fueron tres días intensos de actividad. El pasado sábado 30 competí en la categoría +70 kilos donde salí en el primer puesto tras ganarle en la fase final a un inglés, un italiano y un irlandés. Mientras que el domingo lo hice en especialidad equipo junto al seleccionado nacional juvenil, y logramos el primer lugar en combates, formas y rotura de habilidad. Mientras que en rotura de poder logramos el tercer lugar.
¿Cómo catalogarías lo vivido?
Fue una experiencia increíble, no tengo otra manera de expresarlo. Fue más de lo que imaginaba y pensaba. Para ir bien al Mundial siempre confiaba en mis condiciones y recreaba las posibles escenas para ir resolviéndolas. Pero la verdad es que me superó todo. Incluso lo del domingo también fue algo especial. Porque aparte de haber hecho un buen papel a nivel individual pudimos hacer un gran final a nivel equipo. Encima tuve la última pelea contra un inglés y la cerré con nocaut.
¿Sabés que pusiste contenta a mucha gente, no solo del club?
Sí, ni hablar. Si bien estoy contento por lo que logré a nivel deportivo, lo que más me pone feliz es que la gente está alegre y eso para mí es muy importante. Que haya personas que se hayan puesto feliz por lo que hice, la verdad es que me genera muchas cosas lindas.
¿En qué pensaste cuando te proclamaste campeón del mundo?
Cuando gané el combate no se me cruzaron muchas cosas por la cabeza. Quedé como shockeado en ese momento, esa es la verdad. Aunque cuando gané la semifinal sí me había emocionado. Pero la final fue extraña. Sobre todo cuando todo terminó. Eso sí, luego de un instante es como que caí y me dije, lo logré, valió la pena todo lo que hice. Aunque cuando entré como en razón solo me salió agradecer. Sobre todo a mi profesor Julián. Por eso dije que estaba orgulloso de ser su alumno y que estaba agradecido por poder entrenar en Sportivo Federal. Creo que esas fueron mis primeras palabras.
¿Cómo sigue todo de ahora en más?
Me preparé para un selectivo que se realizará en septiembre para el campeonato nacional, que será a fin de año. Trataré de lograr un nuevo título argentino. También se hará el Sudamericano en Salta. Hay mucho por hacer aún. Pero lo concreto es que ahora solo buscaré disfrutar este presente. Y en unos días más ya arrancaré a entrenar y a prepararme para todos los torneos que haya. Para esa altura seré mayor, por lo cual será más difícil. Aunque no imposible de lograr un nuevo título.
Emoción familiar
Julián Aquino describió el momento cuando llamó a sus padres Daniel y Mariela, y a su hermano Agustín, tras coronarse campeón mundial. Hubo lágrimas de emoción y un cúmulo de sensaciones encontradas. “Cuando terminé, más que hablar con mis padres, lloré. Era una emoción tremenda. Les decía, lo logré, y ellos me decían, lo lograste. Todo el diálogo fue así. Fue algo muy fuerte”.