La Conmebol publicó un comunicado muy crítico debido a los inaceptables hechos discriminatorios que se produjeron recientemente en varios partidos de las copas Libertadores y Sudamericana, en el cual no sólo condenó esos episodios sino que esas expresiones imponen a la organización a implementar cambios reglamentarios que endurezcan las sanciones en este sentido.
"Conmebol considera absolutamente inaceptable cualquier manifestación de racismo y otras formas de violencia en sus torneos", reza el documento.
"La Conmebol impulsará cambios en los reglamentos para aumentar y endurecer las penalizaciones en casos de racismo. Se compromete además a diseñar e implementar nuevos programas y acciones que apunten a desterrar definitivamente este problema del fútbol sudamericano", agregó.
La casa rectora del fútbol sudamericano dejó sentado que asumirá siempre su cuota de responsabilidad en el combate a toda clase de discriminación y que esta lucha "ocupa un lugar central en las preocupaciones y en el trabajo de la Conmebol. El racismo no es un fenómeno que comienza y acaba en el fútbol, que al ser un espectáculo masivo se convierte en otro ámbito de amplia visibilidad en el que pueden aflorar a la superficie este y otros vicios sociales", remarcó.
"La sensación de anonimato que brindan las tribunas deportivas empuja a los inadaptados a dar rienda suelta a su inaceptable conducta. Sin embargo, esto ha cambiado mucho en los últimos años, ya que en la actualidad es posible identificar con claridad a los infractores y sancionarlos con la mayor severidad", concluyó.
Entre las acciones deleznables de discriminación están la que se produjeron en las últimas semanas, como la que protagonizó un hincha de River que fue identificado y sancionado por la dirigencia millonaria por tirarle una banana a un hincha de Fortaleza de Brasil, y por el cual el club millonario deberá pagar una multa de 30 mil dólares.
Este martes también un hincha de Boca fue detenido y luego liberado por emular a un mono ante la hinchada de Corinthians en Brasil. El simpatizante mendocino fue acusado de difamación racial y no por racismo, lo que le permitió ser puesto en libertad tras pagar una fianza de 3.000 reales, equivalente a 600 dólares. Luego fue acompañado por funcionarios del consulado argentino para que regrese al país.
En este contexto Conmebol le pidió a los clubes participantes de las copas internacionales que ajusten la interpretación del reglamento, ya que hubo cuestiones de organización, protocolo, entradas, marketing e imágenes que en las primeras fechas no se cumplieron, por lo que se registraron grandes cantidades de multas.
Es por esto que se les comunicó a los clubes, antes del inicio de la tercera fecha, cuestiones importantes para evitar sanciones, entre ellas estas relacionadas a la problemática de la discriminación.