Una vez más el envión como aliado, pero es hora de que Central pueda sacarle provecho. Porque el salto que pueda dar hoy contra Unión podría resultar clave en medio de sus aspiraciones de copas. ¿Qué diferencia hay con partidos anteriores? Simple: si Central logra sumar de a tres en el 15 de Abril se meterá indefectiblemente entre los clasificados a Copa Sudamericana. Ni más ni menos. Una posibilidad que se le presenta en bandeja y que debiera aprovechar para hacer que la degustación del presente entregue un sabor distinto, mucho más dulce que en banquetes anteriores. El tatengue es uno de los rivales directos en busca de ese objetivo, pero la cosa ya no pasará por mantenerlo a raya, sino de ir por más. Porque los resultados que se dieron en el inicio de la fecha pusieron ya al conjunto canalla frente a un escenario totalmente distinto al de otras fechas. Si gana se meterá en zona de clasificación y eso sólo ya será una motivación superadora. Esta tarde (a las 15.45) en Santa Fe es “el” momento para Central.
Si de aprovechar oportunidades se trata, el equipo del Kily González cuenta con ese viento de cola que logró en el triunfo contra Racing, que dicho sea de paso tuvo de todo, entre otras cosas el episodio de Emiliano Vecchio, que fue lo que hizo que la semana de Central contuviera una cuota de adrenalina extra.
Fechas anteriores las ecuaciones eran distintas, porque las expectativas de ganar estaban atadas a la necesidad de no quedar distante de los puestos de privilegio. Pero un par de resultados cambiaron todo. Porque Racing no sumó (su derrota hizo que Defensa y Justicia superara la línea de Central) y la caída de Argentinos Juniors (a manos de Lanús) hizo que para el panorama se le aclarara a Central.
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El plantel de Central va por un gran desafío.
Virginia Benedetto / La Capital
Después de tanto luchar y de peregrinar, de frustrarse con algunos malos resultados y potenciarse con otros tantos positivos, Central llegó a la instancia de que la clasificación a la próxima Copa Sudamericana dependa de sí mismo.
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Está lo suficientemente cerca de la zona de clasificación a copas como para distraerse con facilidad o permitir que sus fluctuaciones futbolísticas le jueguen una mala pasada. Es que si hay algo que el equipo del Kily tiene en claro es que de aquí al final del torneo tendrá la obligación de crecer aún más, para que ello le permita verse dentro de ese selecto grupo de equipos en la tabla acumulada. Podrá jugar y estrechar lazos con las especulaciones, ya más cerca del final del campeonato, por algunos corrimientos que se puedan dar (dependiendo de quién sea el campeón de la Liga Profesional y también de la Copa Argentina), pero no parece ser el mejor negocio. Sencillamente porque hoy tiene todo mucho más al alcance de la mano. Lo que Central debe lograr de una vez por todas es amigarse con la regularidad, con la sensación que cada partido no le resulte un tiro a la ruleta. Hay algunos pasos que viene cumpliendo de buena manera en ese sentido porque después de aquel doble traspié contra Talleres y Argentinos Juniors logró algo de consistencia, al menos en lo que hace a los resultados. Y esos cuatro encuentros sin derrotas donde se apoyó para no perderle pisada a la zona copera. Pero es un hecho que el torneo avanza, los días pasan, las fechas se suceden y, por consiguiente, las obligaciones se potencian. Podría haber salido a jugar teniendo la obligación de mantenerse a tiro, pero el viaje a la capital provincial será sabiendo que un triunfo lo pondrá, por primera vez en el semestre, con un pie en ese grupo de equipos al que le apuntó todos los cañones en el momento en que Bragantino le puso freno en los cuartos de final de la actual Copa Sudamericana.
Por razones netamente futbolísticas (se vio en la obligación de hacer tres cambios, dos por suspensión y otro por lesión), el Kily González podrá sentir que el potencial de su equipo no será el mismo, pero estará en la inteligencia de a quienes les toque jugar, lograr que esa merma no gane en visibilidad.
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El Kily le renovó la confianza al juvenil Lo Celso.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
El triunfo de impacto anímico y numérico que logró contra Racing, que tuvo el episodio por todos conocidos con Vecchio y sus respectivas repercusiones, es el punto de apoyo a partir del cual el canalla puede tomar mayor impulso. Y si le hacía falta un incentivo extra, nada mejor que la derrota de Racing primero y la de Argentinos Juniors después (ambas el viernes). Lo peor que podrá pasar a Central es que la fecha la termine a dos puntos de la línea de clasificados, pero todas las fichas irán en busca de un pleno. Esta vez sí el triunfo significará un salto cualitativo. La mesa que tendió el inicio de la fecha es la que Central se debe sentar con más apetito que nunca.
Ruben va a la caza de Kespes
Desde el día de la victoria ante Racing, cada partido que juegue Rosario Central se hablará, además de las necesidades del equipo, de lo que pueda ocurrir con Marco Ruben. Es que el goleador del equipo llegó en aquel encuentro a 93 goles con la camiseta de Central y quedó a uno del segundo puesto, que por ahora ostenta el Matador Mario Alberto Kempes. Por eso, para el equipo canalla será especial la tarde en Santa Fe si el equipo gana, pero también si Marco convierte.
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Marco lleva 93 goles y con uno más alcanzará al Matador.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Cuando decidió regresar al fútbol después de un año sabático, ni al propio Ruben por ahí se le cruzó por la cabeza que podía alcanzar a Kempes y hoy lo tiene a tiro. Después se podrá entablar algún tipo de comparación sobre que Kempes alcanzó esos 94 goles en 123 partidos (entre 1974 y 1976) y que a Ruben le llevó 244 encuentros para gritar 93, pero es lo de menos. Ruben es el último ídolo canalla y no sólo él está deseoso de alcanzar esa marca, sino que a los hinchas les sucede algo similar.
Primero está la meta de alcanzar a Kempes, después de superarlo e ir por los 98 goles de Waldino Aguirre (en 191 partidos). Por supuesto, lo elemental que tiene que lograr Central en los partidos que le restan es que el equipo gane, pero cada vez que juegue la imagen de Marco Ruben estará siempre en escena.