La Copa Argentina es el punto de llegada más corto para el equipo y al que el técnico canalla Paolo Montero pondría todas las fichas, incluso desde el aspecto personal
La Copa Argentina es el punto de llegada más corto para el equipo y al que el técnico canalla Paolo Montero pondría todas las fichas, incluso desde el aspecto personal
El viaje que incluyó estadías en Mendoza y San Juan dejó sabores diferentes. La satisfacción que entregó la clasificación a cuartos de final de la Copa Argentina se tiñó de una fuerte sensación de fastidio por la derrota cuatro días después frente a San Martín de San Juan. Ya con las pulsaciones en su ritmo habitual, la lectura del escenario que se le planteó al canalla es clara. Con poco más de dos meses para la finalización del semestre futbolístico, el objetivo está apuntado en un solo sentido. Otra vez, la Copa Argentina es lo que más tienta, justamente porque es lo que más a mano está para arribar a una estación de alegría. Y por cómo están dadas las cosas, Paolo Montero no dudará en saber dónde apuntar. Es que sin entrar en el terreno de la futurología y mucho menos aventurar malos augurios, de ese caminar en la copa podría estar atado el futuro del uruguayo.
Hace exactamente un año Central pasó por una situación de similares características. Con Coudet al mando del equipo, su permanencia en el cargo quedó sujeta a la suerte que corriera el equipo en esa competencia. Hoy el contexto es parecido.
Lo primero que se debe recordar en este caso es que fue el propio Montero quien después de Banfield y en la previa de Boca se puso condicionamientos. A partir de eso, nadie debe extrañarse que un escenario similar vuelva a decir presente. Pero la cuestión no es de nombres propios. Acá es Central el que se está jugando el semestre con objetivos, se insiste, lo suficientemente claros.
A partir de ahora comenzará un nuevo cuadro de situación para el canalla, en el que las fechas, los horarios, los rivales se asemejarán a una partida de ajedrez. También se le dará mucha importancia a todos aquellos imponderables que puedan surgir en el tema lesiones.
"Ojalá Camacho se pueda recuperar para el próximo partido de la copa", tiró Montero en el vestuario visitante del Hilario Sánchez, en San Juan. De manera quizá inconsciente, el técnico fijó su anhelo en un punto determinado.
El razonamiento es sencillo: en dos partidos más Central podrá alcanzar una nueva final y eso es una tentación a la que será difícil ponerle resistencia. Casi que no existe otra forma de pensar, diagramar y actuar.
Sería mucho más placentero y liviano para Montero tener un colchón de puntos más suculento en la Superliga, para trabajar incluso con menos presiones. Pero la realidad es diametralmente opuesta a eso. La magra cosecha en el torneo local (tres puntos sobre 15 posibles) es lo que irrita pero a la vez tienta y condiciona a la hora de mover las fichas.
En la medida que se avance en la Copa Argentina, los recaudos que puedan o deban tomarse en la Superliga serán directamente proporcional. Así, cuando más cerca dela definición se esté en un carril, más desprotección habrá en el otro.
Y si todo eso ocurre, el camino que transitará Centra, pero en especial Montero, se hará cada vez más angosto.
La experiencia no es buena. El año pasado sucedió algo parecido con Coudet, cuando por la fuerte apuesta por la Copa Argentina se dejó de lado el torneo, aunque en esa ocasión pesó mucho el desgaste que arrastraba el Chacho, quien a partir del partido con Boca, por los cuartos de final, tenía decidido que cuando el equipo quedara afuera, su ciclo indefectiblemente llegaría al final.
Pero la cuestión no pasa por la comparación misma. Mucho menos por la suposición de que debiera ocurrir lo mismo.
Incluso desde la pata dirigencial está más que claro el panorama. Porque si hay quienes desesperan por concretar un buen torneo con un título, esos son los dirigentes. Los mismos que entienden que la fuerte inversión realizada amerita correlato en la Superliga.
Montero será quien tome las decisiones y analice cuestiones futbolísticas y, si quiere, hasta de su propio destino. En el medio de ello, la ruta transitada parece tener en el GPS el destino (la Copa Argentina) ya definido.
Carloni: "Es el objetivo más claro"
"Es el objetivo más claro y concreto que tenemos de aquí hasta fin de año". Ricardo Carloni se sinceraba de esa forma ante la consulta de Ovación en relación con las posibilidades de Central en la Copa Argentina. Es cierto, lo hizo en la previa del partido ante San Martín de San Juan, en el que imaginaba que el equipo pudiera dar un salto de calidad en la Superliga, por eso la decepción tras los 90 minutos en suelo sanjuanino. "Ya jugamos tres finales y una vez más intentaremos llegar lo más lejos posible", sintetizó el vicepresidente segundo.