El Aviador superó un desgarro traicionero que lo sacó cinco meses de las canchas. "Pequé por ser pibe contra Boca", confió
Sebastián Suárez Meccia
El Aviador superó un desgarro traicionero que lo sacó cinco meses de las canchas. "Pequé por ser pibe contra Boca", confió
Jerónimo Cacciabue pasó un momento muy complicado en su carrera producto de la dilatada lesión que lo sacó cinco meses de las canchas, cuando el 28 de septiembre del año pasado sufrió un desgarro muscular en el isquiotibial izquierdo. "Fueron cinco meses interminables, estuve mal en todo sentido, pero ya está, ya es historia y ahora estoy bien", le confió el juvenil leproso a Ovación.
Volviste en muy buena forma y estabas retomando ritmo de juego. ¿Crees que tanto el equipo como vos estaban en alza?
Sí, el equipo en el último tiempo venía en alza y uno notaba que cualquiera que entraba rendía bien. Esto reflejaba lo bien que estábamos. En lo individual me sentía muy bien después de una lesión que fueron cinco meses interminables, que no pasaban más. Pude volver a jugar unos partidos en reserva y me tocó jugar los últimos dos encuentros de titular en primera. Me sentí bastante bien más allá de que primero perdimos con Godoy Cruz y luego le ganamos a Central Córdoba. Pero había vuelto a tomar confianza y me agarró el parate.
Dijiste que fueron meses interminables, ¿qué fue lo más difícil de todo?
Fueron cinco meses que la pasé mal en todo sentido. También el día a día me mataba, veía que estaba jugando bien y con buen ritmo y que de un día para el otro eso se me fue. Y después tardar tanto en volver me cayó bastante mal. Fueron cinco meses interminables que la pasé mal, pero ya está, ya es historia y estoy bien. Volví a jugar bastante bien y ahora me agarró el parate y estoy entrenando muchísimo. Por suerte voy al campo que tiene un espacio verde amplio y ahí entreno. Trato de meterle a full para cuando vuelva el fútbol estar de la mejor manera.
Entrenando en el campo vas a marcar la diferencia porque muchos tienen que moverse en un departamento.
(Risas). No sé. Yo obvio que lo hago para mí, para ponerme bien y volver a full.
Sin poner el foco en la lesión que ya superaste, ¿crees que fue algo sólo físico, que puede haber influido lo mental, que tal vez tenías ansiedad por volver?
Yo pequé por ser pibe contra Boca. A lo mejor podía haber parado porque venía cargado en el mismo partido. Pero no dije nada, venía en buen momento y sufrí las consecuencias. Yo mentalmente siempre quise volver, pero el cuerpo me decía que no y volvía para atrás.
Estabas citado a la selección antes de que te lesionaras, ¿el sueño de volver a estar convocado sigue vigente?
Es el sueño que uno siempre tiene. Creo que haciendo las cosas bien en el día a día y metiendo la cabeza entera en Newell's, jugando y entrenando bien, las cosas llegan. Así que eso es lo que me propongo, darlo todo con Newell's en cada momento y después lo otro llegará de la mano.
¿En los momentos duros sentiste el respaldo de tus compañeros?
Los más grandes del plantel me ayudaron mucho. Maxi Rodríguez es un fenómeno adentro de la cancha, pero afuera es muchísimo mejor, es un crack con todas las letras. Y a Mauro Formica lo escucho un montón, me aconseja. Voy a estar siempre agradecido a ellos. Cuando las papas queman están siempre ellos y los otros chicos más grandes también. Maxi y el Gato son unos fenómenos. Y agrego al Cabezón Bernardello, que me ayudó mucho cuando subí a primera.