No fue para nada sencillo, pero Boca lo logró. Con lo justo, apenas con un gol de diferencia y sufriendo más de la cuenta frente a un Argentinos que le complicó la existencia y quiso dar el batacazo en la mismísima Bombonera. Pero el gol de Lisandro López en el inicio del complemento alcanzó para que el xeneize lograra la clasificación a la final de la Copa Superliga, donde lo espera el sorprendente Tigre de Pipo Gorosito. ¿La cita? El próximo domingo, en el Mario Alberto Kempes de Córdoba, en un solo partido decisivo. Y para esta final Alfaro se quedó sin dos jugadores fundamentales: Marcone (expulsado) y Nández (llegó al límite de las amonestaciones).
Boca se sintió asfixiado en el inicio cuando el bicho se fue hacia el arco de Andrada, pero sólo incomodó y no logró el objetivo de golpear en la red. Con el paso de los minutos el xeneize se fue acomodando en la cancha y generó algunas situaciones claras, como la de Benedetto aprovechando un choque grotesco de los defensores, pero definió desviado ante la salida de Chávez. Fue una de las más claras de la primera mitad.
Si la defensa de Argentinos cometía errores, el arquero de la selección Andrada también se mandaba de las suyas cada vez que tenía que jugar con los pies. Como en el inicio del complemento cuando intentó despejar y se la regaló a un delantero, que no aprovechó la situación.
Minutos más tarde Romero vio la roja por doble amarilla y enseguida López rompió el cero después de 337 minutos sin que el xeneize marcara.
A partir de ahí comenzó a jugar la desesperación de uno por revertir el resultado y del otro por conservar la diferencia para dar el salto a la final. Argentinos salió más decidido a jugársela al todo o nada y el xeneize intentó pegar el golpe letal a través de una contra. Y tuvo la chance Benedetto una y otra vez, pero el Pipa está divorciado del arco y falló siempre.
"Lo más importante era demostrarle a esta gente que queríamos jugar esta final", declaró Emanuel Más ni bien el árbitro dio por concluido el duelo y los jugadores de Boca iniciaron el festejo por estar en una nueva final. Otra más de la mano de Alfaro, a pesar de que el equipo no encante.
“Carecimos de precisión”, aceptó Alfaro
“Felicité a los jugadores porque pusieron a Boca en otra final. Y no fue por las bondades futbolísticas sino por lo que es como grupo”, sostuvo Gustavo Alfaro, quien en 26 partidos dirigidos ganó 15, empató 8 y perdió 3 (44 goles a favor y 16 en contra), además de tener cerrado el arco durante 385 minutos. Claro que el equipo logra resultados, aunque no logra entusiasmar del todo a su gente a través del juego. Y anoche padeció por momentos al bicho precisamente porque “no logramos definirlo. Carecimos de precisión”. Por otro lado, el presidente de Argentinos, Cristian Malaspina, habría agredido ayer a un empleado de Utedyc, según denunció un delegado del sindicato, tras intentar ingresar al campo de juego sin pechera.
De Rossi: sueño xeneize
Nicolás Burdisso intentó ser mesurado, pero la ilusión de los hinchas de Boca ya está en marcha: Daniele De Rossi no es un sueño imposible. Ayer se despidió de Roma.
“Daniele es un amigo y hablo todos los días. Siempre expresó su voluntad de venir. Le comenté el deseo de tenerlo con nosotros”, contó.
En tanto, Edinson Cavani, delantero de París Saint Germain y el seleccionado uruguayo, reveló su preferencia por Boca en el fútbol argentino al reconocerlo como “un equipo que inspira. Para mí Boca es un equipo que inspira y que me gusta”.
“Quiero ser como Manteca (Sergio) Martínez, colgarme del tejido. Es parte del fútbol y del campito que tenemos en Sudamérica”, abundó.