La Conmebol realizó este jueves una notificación a los nueve países de la Copa América sobre las condiciones sanitarias que el miércoles le elevó el gobierno argentino para concretar la organización completa del certamen en el país a partir del 13 de junio y hasta el 10 de julio.
Los notificados tuvieron en principio una buena recepción a las medidas sanitarias exigidas por Argentina, dentro de un marco de negociaciones que tendría este viernes una definición, a poco más de quince días del comienzo de la competencia.
Esas condiciones fueron elevadas al presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez; el director de Desarrollo del organismo, el argentino Gonzalo Belloso, en una reunión que se llevó a cabo en la quinta presidencial de Olivos encabezada por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien estuvo acompañado por el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y el titular de AFA, Claudio Tapia.
Entre esas condiciones se encuentran los pedidos de “reducir al mínimo las dotaciones de las delegaciones”, además de “mantener las burbujas en los entrenamientos” y “que no haya día libre para los futbolistas fuera del rea de sus respectivas concentraciones”.
Y, en consonancia con este último pedido, se solicita que los “desplazamientos de los planteles se lleven a cabo solamente para entrenamientos y partidos”.
Pero a todas estas condiciones se suma una fundamental, sin la que las demás no serían practicables, y es la de “la obligatoriedad de que todas las delegaciones que lleguen a la Argentina lo hagan ya vacunadas al menos con una dosis”.
En este punto cabe aclarar que Conmebol celebró un acuerdo con la empresa Sinovac, que justamente la proveyó de 50.000 dosis para aplicar a los futbolistas y cuerpos técnicos de los equipos que juegan Libertadores y Sudamericana y los seleccionados que participarán de la Copa América.
Los seleccionados de Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela ya están realizando ese plan vacunatorio, mientras que Perú en primera instancia se negó a pedido de su entrenador, el argentino Ricardo Gareca, cuando el gobierno de ese país le solicitó cambiar las vacunas de Sinovac (en Argentina no están autorizadas) por otras que se aplican en ese país.
Gareca consideró que esas dosis de vacunas era mejor aplicárseles a las personas de riesgo que aun no habían sido inoculadas en Perú y no a los futbolistas, que por su juventud y condición física no estaban dentro de ellas.
Los peruanos iban a integrar el Grupo B que organizaba Colombia, junto a Brasil, Ecuador y Venezuela, hasta que los cafeteros debieron bajarse como sede y entonces todos los cañones apuntaron a la Argentina, que tenía la otra mitad de la recepción de la competencia.
Lo contrario ocurre en principio con Bolivia, Brasil y Colombia, que sí vacunarían a sus seleccionados y cuerpos técnicos con las vacunas que están autorizadas en esos países en vez de las de Sinovac.
Al respecto el propio Alejandro Domínguez suscribió una nota enviada por Conmebol a las Asociaciones Miembro con el siguiente texto: “Por la presente informamos que ante el curso de la pandemia en el continente, la aplicación de al menos la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 al plantel completo de cada selección —jugadores, cuerpos técnicos, asistentes y demás miembros de cada delegación— es una condición ineludible para la participación en la Copa América 2021”.
“Junto a los protocolos sanitarios en vigencia, esta obligación decidida por la Conmebol en atención a la situación que atraviesan los países de Sudamérica convertirá a la Copa América 2021 en la competición deportiva más segura del mundo", indica, además de señalar: “Por lo expuesto, les instamos a agilizar todo lo posible el proceso de vacunación, ya sea con los inmunizantes proveídos por la Conmebol, o con los que cada Asociación disponga, de acuerdo con la regulación de cada país”.
“La Conmebol queda a disposición para colaborar con cada Asociación Miembro, en todo cuanto sea necesario para alcanzar este objetivo a la brevedad”, concluye.
A todo esto la Conmebol le sumó en las últimas horas otros trabajos encarados por su Comisión Técnica, que apuró en Argentina la inspección de otros estadios para sumarlos como escenarios de la competencia a los designados originalmente de River Plate; Mario Kempes, de Córdoba; Malvinas Argentinas, de Mendoza y Único-Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
En esos estadios estaba prevista la disputa de los encuentros correspondientes al Grupo A que integran Argentina, Chile (jugarán el partido inaugural el 13 de junio en el Monumental de Núñez), Uruguay, Bolivia y Paraguay.
La resolución definitiva sobre la disputa de la Copa América se conocerá en las próximas horas, con la posibilidad de que Argentina se convierta en el organizador absoluto de la competencia, algo que sucedió por última vez en el país en 2011, cuando el campeón fue Uruguay.