Niegan que el crimen de una mujer haya sido por inseguridad

El crimen de la comerciante de Wheelwright Silvia Ciarrocchi no se produjo en el marco de inseguridad que reina en el pueblo en los últimos meses sino que la línea investigativa ahora apunta a un crimen de índole pasional.

Al menos esa es la pista que está siguiendo la pesquisa. Además no habría recibido dos balazos como se especuló en un primer momento sino que se trató de un fuerte golpe con un elemento contundente que le ocasionó la muerte. Aún no hay detenidos pero sí pistas firmes.

La población de Wheelwright, localidad del sur santafesino ubicada a unos 160 kilómetros de Rosario, se vio sacudida y conmocionada por la muerte de la comerciante ocurrida el 20 de febrero. La víctima, de 53 años, era dueña de un pequeño maxiquiosco. El caso es el más grave de una seguidilla de hechos violentos que se vienen sucediendo en el pueblo.

Buen trabajo.El jefe comunal de esa localidad, Daniel Peralba, destacó la tarea del fiscal que entiende en la causa, Matías Merlo, tras señalar que "está haciendo un muy buen trabajo. Se podría casi confirmar que no se trató de un hecho de inseguridad sino que es de índole privada. No quiero develar la pista porque estaría vulnerando el secreto de sumario y podría entorpecer la causa".

En el pueblo corre fuerte el rumor que el crimen pudo haber sido de índole privado. La principal sospecha es que la víctima le habría abierto la puerta al asesino sin problemas. "En ese escenario trabaron una fuerte discusión que culminó con un palazo en la cabeza de la mujer, que acabó con su vida", dijo una fuente que prefirió el anonimato.

Cerca de las 8.30 del jueves pasado, personal de la seccional 9ª de Wheelwright halló en el interior de la casa el cuerpo sin vida de Ciarrocchi. A las 14, fue trasladado a Venado Tuerto para su autopsia, que confirmó que la muerte no se produjo por un impacto de bala.

Vecinos. Al enterarse de la infausta noticia, unos 70 vecinos se manifestaron frente la comisaría de Moreno 206, frente a la plaza San Martín, para pedir el pronto esclarecimiento de la muerte de la comerciante y para que se tomen medidas que garanticen la seguridad de la población.

Esto no sólo fue por este grave episodio, sino a raíz de una ola de robos que tiene atemorizados a los pobladores y por la cual algunos ya están instalando alarmas, mientras que otros optan por estar armados.

"Me arrimé a dar la cara en este tema tan delicado y para pedir a la gente que conserve la calma, que la investigación está en curso. Sé que los ánimos no están para esperar, pero es necesario llamar a la tranquilidad y explicar que no se gana nada con romper un despacho policial ni con actuar por la fuerza propia", dijo en la ocasión a este diario el mandatario local Daniel Peralba.