Mi querida amiga, cuenta una historia que durante una batalla un general japonés
decidió atacar aun cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero
sus hombres estaban con dudas. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de rezar
con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo: "Ahora tiraré esta moneda. Si es cara,
ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino se revelará". Tiró la moneda en el aire y todos
miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que
atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. Después de la batalla, un teniente le
dijo el general: "Nadie puede cambiar el destino",."Es verdad", contestó el general, mientras
mostraba la moneda al teniente que tenía cara en ambos lados.
Ingredientes:
u 1 tapa de masa de hojaldre
u 750 g de espinacas
u 1 cucharada de manteca
u 4 huevos
u 1 cucharada de harina
u sal y pimienta
u nuez moscada
u 1 cucharada de pan rallado
u 250 g de crema de leche
u 3 cucharadas
de queso rallado
Corte las espinacas, lávelas y hiérvalas apenas. Déjelas escurrir en un colador.
Coloque la manteca en una sartén, incorpore la harina, cocine unos minutos e incorpore la crema de
leche. Mezcle y retire del fuego. Bata los huevos e incorpórelos a la preparación junto con el
queso rallado. Pique las espinacas y añádalas integrando bien.
Forre una tartera enmantecada con la masa de hojaldre.
Vierta la preparación y lleve a horno precalentado unos 30 minutos. Una variante para enriquecerla
es añadirle unos huevos duros, también en vez de hervir la espinaca se puede saltar en manteca con
unos puerros picados.
De cebolla y queso
Ingredientes:
u 1 tapa de tarta hojaldrada
u 4 cebollas grandes
u 1 cucharada de manteca
u 4 huevos
u 1 taza de leche
u 1 taza de queso rallado
u sal y pimienta
Pele las cebollas, córtelas en rodajas y sepárelas en
anillos. Sáltelas en manteca hasta que estén transparentes. Mientras tanto hornee unos 10 minutos
la masa de tarta sola dentro de una tartera enmantecada. Retire y coloque dentro las cebollas
cocidas y el queso rallado. Prepare el ligue batiendo los huevos con la leche, sal y pimienta.
Viértalo sobre el relleno y lleve a horno precalentado unos 20 minutos hasta que se dore el
relleno. Puede reemplazar la leche por crema de leche para hacerla más delicada.
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Una dieta variada
Muchas veces el peso ideal o deseable no es al que puede llegar el individuo,
quien puede estar sano con un peso estable distinto. Esto tiene que ver, entre otras cosas, con la
estructura ósea y con el condicionamiento genético. En un individuo de 100 kilos y con 1,70 de
altura, por ejemplo, la tabla de peso ideal indicaría 68 kilogramos como adecuado. No obstante, no
es necesario que llegue a ese peso para estar saludable. Que un paciente alcance un 10% menos de su
peso inicial es fundamental porque va a estar más sano y va a tener menos factores de riesgo. Hoy
el centímetro es tan importante como la balanza, porque dependerá del lugar en donde se ubique el
exceso de grasa.
El problema es cuando se localiza en el abdomen. La circunferencia del abdomen
en la mujer debe ser entre 80 y 88 centímetros, y entre 94 y 102 centímetros en el hombre, pasados
estos valores hay riesgo de enfermedad cardiovascular.
Recibir siempre una alimentación variada, rica en cereales,
legumbres, frutas y vegetales es crucial. Mediante la alimentación se deben recibir calorías y
todos los principios nutritivos que el cuerpo necesita. La única forma es una alimentación variada:
cereales, legumbres, harinas, frutas, verduras, lácteos y carnes de todo tipo. No hay alimento que
de por sí solo ofrezca todos los nutrientes.
Aún persisten mitos con respecto a algunos alimentos, por
ejemplo el huevo. La yema de este tiene 250mg de colesterol, pero mucha parte de ese colesterol no
es absorbible.
Por otro lado tiene fosfolípidos y otras grasas que son beneficiosas para el
cuerpo con lo cual es un buen alimento, a su vez la clara tiene 4 gramos de proteínas de altísima
calidad en la alimentación. La alimentación debe contener lácteos.
El lácteo aporta calcio y proteínas de altísima calidad. Proporcionan
lamentablemente grasas saturadas, pero en 100 centímetros cúbicos de leche hay sólo 3 gramos.
En los quesos, por ejemplo, conviene elegir los que sean más magros porque los
duros pueden llegar a tener un 30 por ciento de grasas.
Algunas recomendaciones
u Disminuir la ingesta de grasas saturadas. Son aquellas que a temperatura ambiente
se mantienen sólidas, presentes en la carne, el pollo, los quesos muy grasosos, las vísceras, y los
fiambres.
u Limitar la sal en las comidas. Según datos de la Fundación Cardiológica Argentina
en el país se consumen un promedio de 12 gramos de sal por día, una cifra difícil de digerir si se
toma en cuenta que la medida aceptable para prevenir la hipertensión arterial es de 5 gramos
diarios y que, para los pacientes hipertensos, la indicación es de apenas 2 gramos. Es importante
tener esto en cuenta ya que se considera que disminuir en 3 gramos la dieta diaria de sal baja la
presión máxima en 5 puntos y la mínima en 2,5 puntos.
u Consumir dos litros de agua por día y evitar el alcohol. Los dos litros de agua
por día es una cifra mínima, se puede tomar más porque el cuerpo tiene la capacidad de eliminar el
resto.
Dos litros son los que se requieren para el buen funcionamiento del cuerpo; el
organismo pierde agua y hay que reponerla.
Para los que consumen alcohol lo más conveniente es hacerlo con moderación.
Carolina Stegman