Miles de peces muertos se detectaron los últimos días en la cuenca del río Carcarañá. En la vera se ven flotando gran variedad de ejemplares que fueron arrastrados desde la provincia de Córdoba, algunos siguen su camino por la fuerza de las aguas y otros quedan atrapados al costado de río. En toda la zona de la costa se siente un fuerte olor nauseabundo. LaCapital pudo observar en su recorrida bogas, moncholos, sábalos, carpas y viejas del agua, entre otras variedades, que flotan sin vida.
La situación se detectó el domingo en las localidades cordobesas de Inriville y Monte Maíz, y el lunes comenzaron a verse en Carcarañá los primeros peces, el martes el cuadro se incrementó y ayer en sectores tapizaban los costados del río. Un pescador detalló que las especies provenían del arroyo Saladillo en Córdoba que, al unirse con el Calamuchita —unos cuantos kilómetros antes— forman el Carcarañá. Los especialistas señalaron que el motivo de la mortandad pudo ser la alta temperatura en la región, aunque muchos pescadores consultados por este diario no descartaron el tema de la contaminación de alguna empresa en suelo cordobés o de algún agroquímico que —por las lluvias— deriven su toxicidad de los campos a las aguas del río.
"Estamos muy preocupados por esto que pasó, mucha gente disfruta del río en esta época y también muchos viven de la pesca", señalaron los lugareños. Asimismo, otro habitante de la zona comentó que "son 10 ó 20 mil los peces muertos en el cauce del río, no se puede precisar. Se ven de tamaños grandes bogas, moncholos, sábalos y carpas". Otro pescador dio su testimonio y dijo: "Ahora por varias semana no se debe pescar en la zona hasta que se determine si murieron por contaminación o no; eso afecta los ingresos y hasta la alimentación de muchos, pero hay que cuidarse". Y acotó: "Yo vivo a metros del río y les he dicho a los chicos ayer y hoy que no saquen los pescados que puede ser peligroso para su salud".
Sobre el hecho se precisó que la muerte de los peces tuvo su origen en la provincia de Córdoba. Por ese motivo, se le dio intervención a la Policía Ambiental mediterránea, que tomó muestras de agua para hacer distintas evaluaciones en Inriville y en Monte Maíz, donde se dio una situación similar en el río Saladillo. A margen de los estudios, muchos pescadores experimentados de la zona descreen que haya sido la causa de muerte de los peces el muy brusco cambio de temperatura o la bajante del río. "Aunque está bajo el cauce, hubo épocas que tuvo menor nivel y no ocurrió esto, nunca vi algo de tal magnitud", dijo Martín un hombre baqueano y que peina canas.
El Ministerio de Medio Ambiente de la provincia brindó ayer un informe preliminar para aclarar las razones del fenómeno que afecta a la población ictícola.
En el escrito se indica que las altas temperaturas y el bajo nivel del caudal del curso de agua fueron la causa de la mortandad de peces, descartando un proceso de contaminación del sistema.
Al respecto, el subsecretario de Recursos Naturales, Alejandro Larriera, señaló que "todo hace suponer que la mortandad se debe a falta de oxígeno, producida por el bajo caudal y las altas temperaturas de estos días, que aceleran la descomposición de la materia orgánica naturalmente presente en el curso de agua".
"Es una situación normal, que ocurre prácticamente todos los años. Queremos llevar tranquilidad a los ciudadanos, mientras esperamos los resultados de las muestras de agua tomadas de manera preventiva, al tiempo que recomendamos no consumir estos peces bajo ningún concepto", concluye el informe oficial.
En Carcarañá
El director de Medio Ambiente de Carcarañá, Gonzalo Almada, manifestó que desearía que el río estuviese más limpio. Además, explicó que especialistas tomaron muestras del agua para analizar qué provocó el raro hecho.
Los vecinos alertaron desde el martes qué estaba pasando y su preocupación. Ayer, este diario pudo ver a varios pescadores en la costa, sentados tomando mate, entre desanimados y alerta para que nadie pescara, en especial los chicos. "Muchos vivimos del río, de la pesca. Y nuestras casas están a metros de aquí. Estamos preocupados por lo que ha pasado", afirmó Daniel, un joven padre de dos criaturas.
Almada dijo que, tras comunicarse con autoridades de otras ciudades y comunas vecinas para ver si sabían sobre la cantidad de peces muertos en el río, "lo primero que se hizo fue recomendar a los vecinos que eviten la pesca y que no los consuman". Y acotó: "También nos comunicamos con el Ministerio de Medio Ambiente de la provincia. Sabemos que vinieron a tomar muestras que van a ser evaluadas. Los resultados van a estar, estimamos, en una semana. Queremos conocer qué pasó".
Almada agregó que pese a que un especialista explicó que "cuando hay un ascenso abrupto de la temperatura del agua, baja la oxigenación y algunos peces mueren, nunca vimos esta cantidad. Es un escenario lamentable que encendió las alarmas. Descartar una contaminación es lo que más nos preocupa", enfatizó el director de Medio Ambiente de Carcarañá.
Lo cierto es que ayer La Capital constató a la altura del molino Semino de Carcarañá cómo se acumulaban los peces muertos o moribundos, no sólo en la orilla del río, sino en los diques, que se atestaron de ejemplares.
A la altura de Carcarañá, los ejemplares muertos generaban ayer un olor nauseabundo en toda la costa del río