Desde el área de extensión de la Universidad del Gran Rosario está en marcha desde hace dos años el Programa Dere Chito, cuya misión es llevar a las escuelas primarias —públicas y privadas— de Rosario y alrededores, un taller inclusivo donde a través del juego, los títeres y el material audiovisual se promueva y reconstruya, desde una mirada digna y respetuosa, la discapacidad, la diversidad y los derechos humanos.
La propuesta comenzó en agosto de 2017, al mes fue seleccionada como uno de los proyectos de divulgación de la Semana de la Ciencia y Tecnología de la Nación. Ya se ganó un lugar en muchas aulas que la siguen eligiendo y también está llegando hasta municipios del Gran Rosario, congresos y otros espacios que entienden que la inclusión y la discapacidad son una temática social que viene para quedarse.
"Ya no hay excusas, las leyes, más precisamente, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad tiene casi 13 años y es deber de los Estados Parte generar estrategias para su difusión y cumplimiento", expresa la licenciada Eugenia Tabacco, coordinadora del proyecto. "Desde la Universidad del Gran Rosario, cuya trayectoria es amplia en inclusión y derechos, propiciamos esta experiencia plagada de juego, infancia y equidad", agrega.
Dere Chito (así es el nombre del taller y del títere protagonista) tiene como punto de partida y misión fundamental llevar la discapacidad a escuelas no especiales, a todo establecimiento donde haya o no niños integrados. "La escuela especial ya tiene sus estrategias y profesionales especializados en la tarea de educar en discapacidad. Dere Chito va a las escuelas donde quieren construir y reconstruir la discapacidad, a aquellas instituciones donde hay integración, no la hay o se les está complicando sostenerla. Va a los entornos para hablar de no discriminación, de igualdad de oportunidades y de igualdad inclusiva de la diferencia".
Melania Musuruana, secretaria del área de extensión de la UGR, comenta que "con Dere Chito pensamos en una promoción de derechos que aporte en la formación de un ciudadano consciente. Creemos que el ámbito escolar es altamente propicio para ello, para presentar la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad a un público que se está conformando y que en su mayoría no la conoce aún". Este programa —destaca— abre un mundo por conocer. La discapacidad para muchos niños es aún desconocida; los chicos sin discapacidad tienen derecho a ver la realidad y la historia de muchos otros niños que hoy están también en sus aulas".
"La metodología utilizada es una forma de llegada que sitúa al entorno en un lugar primario. Este taller no esta para individualizar sino para hacer de eso que siempre fue una problemática de pocos, una cuestión de todos, una cuestión social. Es comprender la inclusión. Nosotros no ponemos el foco en los niños integrados, nosotros venimos a hablar de inclusión, por lo tanto, el acento está en los demás niños, en la no discriminación, en el respeto, en el entorno", añade Musuruana.
La integración escolar de niños con discapacidad en escuelas "no especiales" es, a pesar de las diversas experiencias, frecuente. Lo diverso de este proyecto es trabajar (como se plantea en los Tratados Internacionales) con los entornos, ya que la discapacidad es entendida como una cuestión social y no particular. Es social porque ya no tiene que ver con una condición física particular sino con la interrelación de una persona con diversidad y su entorno, con las barreras que tal persona debe sortear para participar en igualdad de condiciones con las demás en la vida ciudadana.
"Dere Chito viene a trabajar sobre las múltiples barreras sociales que impiden la participación y obstaculizan la igualdad de oportunidades y a contárselo a los niños que son transformadores de sentidos y multiplicadores de discursos. El objetivo planteado al principio fue ampliamente superado. Creemos que es un programa que no tiene techo". La misión es llegar al ámbito educativo, específicamente a escuelas primarias, "aportando un granito de arena para que los niños se conformen como ciudadanos comprometidos, ciudadanos conscientes, que puedan correr la historia de la discriminación de la discapacidad".
Musuruana menciona que se lograron y superaron ampliamente los objetivos propuestos, "estamos creciendo a nivel interno y externo, lanzaremos un nuevo Programa de Formación de Promotores de Derechos interno a la UGR".
A su vez, Aldana Agüero, estudiante de la Licenciatura En Terapia Ocupacional es pasante del programa desde sus comienzos. Y cuenta su experiencia: "Es muy satisfactorio visitar las aulas y conocer las particularidades de cada niño; ellos muestran interés en el tema, se concentran al ver cada video o escuchar cada cuento, levantan las manos, quieren participar, se llevan algo muy distinto de lo que entendían por discapacidad antes del taller".