"No se sabe bien. En el kayak no fue seguro. No es que se cayó y se ahogó. Él estaba con los amigos y entre los tres alquilaron el kayak. Se iba a ir a jugar al básquet pero se acordó a mitad de camino que se había olvidado las zapatillas", arrancó a contar en el programa "Perros de la calle".
"Se metió al agua solo. Pasó un señor, un esloveno que había alquilado un botecito, y vio en el fondo algo diferente. Llamó al guardavidas, vino y...", relató cómo fue que encontraron el cuerpo de su hijo en el mar adriático.
"Tuve la sensación de querer contar por primera vez cómo estaba, cómo venía llevando el día a día. La gente también me dio el espacio, la confianza y la tranquilidad para hacerlo. A medida que va pasando el tiempo uno va reacomodando la vida y esto que pasó y encontrándole un espacio en el corazón para que no sea tan doloroso el día a día".
"Es ir encontrando todo el tiempo cosas que te ocupen el día, cosas que te hagan bien, los hijos. Tengo la suerte de tener dos más y es una recarga de energía constante, se porten mal o se porten bien", describió su presente.
"Ahora lo veo como algo hermoso, en ese momento fui para salir de mi casa y no estar dándome con el cuchillo todo el tiempo. Me ofrecieron ser mánager deportivo, trabajar con el cuerpo técnico, ayudar a corregir algunas cosas. Con el tiempo me empecé a enganchar, me fue gustando más el rol, el cuerpo técnico me dio más participación y ahí empecé a sentir un poco más el gusto. Al principio no aguantaba las dos horas de entrenamiento. Hoy me siento con ganas de volver a probar, de seguir en el vóley. Sé que es un trabajo diario, un día voy a estar mejor y otro voy a estar peor. Lo que trato de hacer es aprovechar al máximo los momentos lindos, hacerlos lo más duraderos posible".
"No encuentro todavía explicación ni el verdadero motivo de la vida. Uno tiene lo más lindo que te puede pasar, que es un hijo. Lo vas criando, va creciendo, lo vas disfrutando día a día y estaba en una edad en la cual era encarrilarlo. Ya sabía bien lo que quería hacer, lo que le gustaba. Era el momento de sentarse, mirarlo y disfrutarlo y darle una mano para que no se vaya de pista".
"Me enojé con mucha gente, con Dios mismo. Esto no va a tener nunca un porqué para mí pero no tenés muchas más opciones que seguir adelante y tratar de disfrutar de mis otros dos hijos y también disfrutar uno mismo".
"Él había venido una semana antes a una preselección sub 15, le hicieron estudios y estaba impecable. No era de esos nenes que se arriesgaban, le encantaba el agua pero la respetaba. Por ese lado no me cierra que haya hecho una cosa rara. Lo primero que habían dicho los médicos forenses es que había tenido una aneurisma. Después en la autopsia no salió nada de eso, nos dijeron solamente que había agua en los pulmones. Ya está, hay que aprender a convivir con esto".