Al cumplirse el viernes el 47º aniversario del último golpe cívico militar, la ciudad de San Lorenzo conmemoró el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con un encuentro que se llevó a cabo en el Bosquecillo de la Memoria.
Recuerdo. El intendente Raimundo estuvo en el Bosquecillo de la Memoria.
Al cumplirse el viernes el 47º aniversario del último golpe cívico militar, la ciudad de San Lorenzo conmemoró el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con un encuentro que se llevó a cabo en el Bosquecillo de la Memoria.
Junto a los familiares de los desaparecidos por el terrorismo de Estado, estuvieron el intendente Leonardo Raimundo; el presidente del Concejo Municipal, Hernán Ore; el subsecretario de Derechos Humanos y Defensa del Consumidor, Fernando Dagatti; el secretario de Gobierno y Cultura, Alejandro Cabral; la coordinadora general de Gabinete, Gimena Bulla, y concejales.
Tras la entonación del Himno Nacional, el guardián de la Parroquia San Lorenzo Mártir, Fernando Pereyra, efectuó una invocación religiosa a la memoria de las víctimas de la dictadura y se rezó el Padre Nuestro.
Luego habló Carlos Parente, hermano de Hugo, desaparecido el 8 de julio de 1976 mientras realizaba el servicio militar en el Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán, quien manifestó: “En nombre de la guerrilla, combatida antes, hicieron atrocidades, pero no las hicieron solos. Hubo ideólogos, fundamentalmente las grandes corporaciones. Hoy se cumple un año más en que seguimos buscando los huesos de los desaparecidos”.
Luego recordó a los soldados que combatieron en Malvinas, que “ofrendaron su vida por un capricho de señores que quisieron perpetuarse en el poder”.
Por último, Parente remarcó que “la peor de las democracias es mejor que cualquier dictadura” y se dirigió a los jóvenes presentes en el acto y sentenció: “La política no es una porquería; depende de cómo se aplica, y por eso hay que participar de ella. Ustedes, chicos, son el semillero del futuro. Esta bandera es la que nos cobija; cuídenla con mucho amor”.
Por su parte, el intendente Raimundo sostuvo que el golpe perpetrado el 24 de marzo de 1976 “no fue uno más”. Y enseguida amplió: “Hubo golpes que cortaron la secuencia de gobiernos civiles entre 1930 y 1966, pero este tuvo una programación públicamente explicitada, que fue la de cambiar el orden de la sociedad argentina. Yo me pregunto qué tiene que ver el orden con secuestrar, con la apropiación de bebés, la supresión de identidades y el saqueo de viviendas”.
“Por eso bajo ningún concepto se puede justificar que el orden necesario se corrija con este desorden extraordinario y sangriento, que dejó una huella que seguimos recordando en esta época de la llamada grieta. Una palabra que me duele mucho, porque una grieta es una rajadura, y no tenemos un país de repuesto. Tenemos uno sólo y no puede estar rajado”, completó.
El mandatario local destacó el valor supremo de la democracia como sistema de gobierno y modo de vida: “Si hay problemas, hay que luchar para resolverlos y no dejarnos caer en el derrotismo. Argentina pudo hacer grandes cosas: cuando se levantó, logró la independencia de medio continente. Si esos patriotas tuvieron ese empuje, cómo nosotros no vamos a poder resolver en paz, en democracia y con la ley nuestros problemas internos”.
“Los invito a que en nuestro corazón generemos una verdadera jornada de reconciliación, de paz, de verdad y de memoria”, finalizó.
En el cierre se colocaron cintas celestes y blancas alrededor de cada uno de los robles que evocan a los desaparecidos por la represión, plantados en el espacio de bulevar Sargento Cabral y 3 de Febrero.
Por Matías Petisce