
Le pena fue impuesta por los jueces Lisandro Aguirre, Sergio Carraro y Pablo Ruiz Staiger, en el marco de un juicio oral desarrollado en los tribunales de la capital provincial.
Un hombre de 66 años acusado de haber abusado sexualmente de su nieta cuando era menor de edad en la localidad de Rincón fue condenado a 10 años de prisión. Así lo resolvieron en forma unánime los jueces de primera instancia Lisandro Aguirre, Sergio Carraro y Pablo Ruiz Staiger en el marco de un juicio oral desarrollado en los tribunales de la capital provincial.
Los ilícitos fueron cometidos entre 2007 y 2010 en la casa del abusador, identificado como Miguel Angel Pérez, así como en la casa que vivía la niña con su familia y en una tercera vivienda en la ciudad de Santa Fe.
"En esos tres años en los que padeció los abusos, la víctima transitaba su escolaridad primaria", explicó la fiscal que llevó adelante la investigación y representó al Ministerio Público de la Acusación (MPA) en el debate, Alejandra Del Río Ayala. Y agregó que "para que la niña no cuente lo ocurrido, en al menos dos oportunidades, el condenado le compró helado y golosinas".
La investigación que permitió llegar a la condena comenzó en 2021 a raíz de una denuncia que radicó la propia víctima, quien en esa fecha ya era mayor de edad. "Pasaron más de 10 años para que ella pueda contar sus padecimientos", subrayó la fiscal y añadió que "antes de hacer la denuncia pidió asesoramiento en el área de Género, Niñez y Familia de la Municipalidad de Rincón".
Remarcó que "a la primera persona a la que la víctima le narró lo sufrido fue a su hermana", para luego indicar que "de acuerdo con la investigación, la víctima pudo revelar lo sufrido a raíz de que otros casos similares al de ella que fueron difundidos a través de los medios de comunicación".
Durante el juicio, la funcionaria del MPA sostuvo que "la naturaleza de los hechos producidos son de los más aberrantes que se pueden cometer contra niños, niñas y adolescentes". Asimismo, la refirió "al aprovechamiento de la intimidad que le otorgó el contexto familiar al condenado; la violencia desplegada sobre la víctima; la manipulación ejercida en el ámbito doméstico; la duración en el tiempo de los ataques; la temprana edad de la niña y la diferencia con el agresor".
El acusado fue condenado como autor de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por el vínculo.