El tribunal integrado por los jueces Sergio Carraro, Octavio Silva y José Luis García Troiano condenó este viernes a la pena de prisión perpetua a Walter Wettstein por el femicidio de su ex pareja Noelia Oschtad en la localidad de Humboldt, en enero del 2020.
Los magistrados lo declararon autor penalmente responsable de homicidio triplemente calificado por el vínculo, empleo de arma de fuego y mediar violencia de genero (femicidio).
El fallo fue en sintonía a lo que solicitaron unas horas antes los fiscales del caso, Carlos Lacuadra y Estanislao Giavedoni, que en los alegatos de cierre de debate pidieron la reclusión perpetua para el hombre que asesinó a su expareja de un escopetazo en el pecho y en plena calle.
Wettstein asesinó de un escopetazo a su ex pareja frente al hijo de ambos, de seis años, en la pequeña localidad de Humboldt, en el departamento Las Colonias. El crimen fue cometido a las 7.30 del 27 de enero de 2020 en Sarmiento y 25 de Mayo, en pleno centro de la localidad de unos 5000 habitantes, distante 15 kilómetros al oeste de Esperanza. Luego del femicidio el hombre se entregó en la comisaría, confesó el crimen y quedó detenido.
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Según el informe del Ministerio Público de la Acusación (MPA), vecinos y testigos señalaron al hombre de 46 años, y narraron cómo asesinó a Noelia, de 42, a pocos metros de la puerta de la casa de la mujer y frente al hijo de ambos. Dijeron a la policía que en ese momento comenzaron a escuchar al chico que comenzó a gritar "no, papá", en reiteradas oportunidades, hasta que luego se escuchó la detonación de un disparo de arma de fuego.
Al parecer Wettstein conocía la rutina de la mujer y, sentado en su camioneta estacionada frente a la vivienda, esperó el momento en que ella se disponía a salir en bicicleta de la casa junto a su hijo. Allí la abordó y luego de un breve cruce de palabras disparó contra la mujer, con una escopeta de dos caños, desoyendo los gritos desesperados del niño para que desistiera del ataque. La perdigonada le ocasionó la muerte en forma instantánea.
Wettstein y Ochstadt estaban separados desde hace aproximadamente cinco años y en su matrimonio tuvieron dos hijos: el que presenció la agresión y un adolescente de 14 años que residía con el padre. Voceros de la pesquisa señalaron que el hombre tenía una prohibición judicial de acercarse a Ochstadt, que lo había denunciado por maltratos y amenazas.