En el Día de la Seguridad Vial Infantil en Santa Fe que se celebra cada 26 de septiembre, la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) y el municipio de Roldán realizaron una jornada de concientización en el El Jardín de Infantes N° 344 de Juan José Paso 490, barrio Posta 16.
Con la presencia del subsecretario de la APSV, Osvaldo Aymo, y miembros de la Comisión de Pediatría de Rosario, el encuentro tuvo como eje temático el Sistema de Retención Infantil (SRI), y el niño como acompañante.
Aymo que también es médico pediatra, destacó que "el día de la movilidad infantil segura o de la seguridad vial infantil, se conmemora desde 2021 para llamar la atención con respecto a la cantidad de niños que, en la más tierna infancia, mueren en accidente de tránsito prevenibles y fundamentalmente, lograr la atención de los papás”.
En ese marco, ambos turnos del jardín roldanense realizaron actividades manuales y los padres participaron de charla teórico prácticas. Pedro Cejas, inspector de la Guardia Urbana Roldán a cargo de la división vial local, sumó que estos encuentros permiten “conocer más sobre cómo cuidar a los niños cuando son transportados en vehículos”.
“Personal de la Agencia Provincial de Seguridad Vial y del Consejo de la Asociación Pediátrica explicaron sobre el SRI y nosotros impulsamos el plan de trabajo para el 2024 de educación vial donde ingresamos inteligencia artificial”, adelantó Cejas.
Aymo puntualizó que un niño “no puede viajar en el asiento delantero y menos con airbag activo hasta los 10 o 12 años o un 1,50 de altura. “Al sistema infantil lo tenemos que colocar en el asiento trasero, lo ideal es en la plaza central, equidistante de las puertas, para estar más protegido de los choques laterales, pero no todos los vehículos en Argentina tienen cinturones de seguridad de tres puntos”.
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Los padres se capacitaron en el uso del Sistema de Retención Infantil (SRI) y su correcta colocación.
"Cuánto hay que elegir uno de los laterales, en la ciudad tiene que ir atrás de la acompañante, o sea a la derecha. Eso es porque los cargamos y descargamos del lado de la vereda, porque por el espejo retrovisor central lo veo, y porque el conductor da la prioridad al que viene por la derecha en una intersección. Y que en la ruta tiene que ir atrás del conductor ya que ante un siniestro, es quien siempre va a hacer algo para salvarse”, abundó el subsecretario.
También recordó que a partir de enero de 2016 los vehículos argentinos tiene la obligación de tener Isofix que son los anclajes más fáciles para que los papás coloquen el asiento. Cuando no tienen este sistema, hay que usar el cinturón de seguridad del vehículo, anclar las ramas del cinturón en unos broches que tiene adentro y asegurar bien la sujeción del niño. Para eso, tienen que liberarlo de ropa y apoyar el cinto en sus huesos. Hasta los cuatro años tiene que ir contra marcha, es decir mirando para atrás, porque está mucho más protegida su cabeza y su columna. Todo esto es muy importante porque ante un impacto la sobrevida del niño es el 80%.
Cifras alarmantes
En Argentina, las lesiones ocasionadas por el tránsito son la principal causa de muerte por causa externa en el grupo etario de uno a 15 años. En el período 2010-2019 hubo 266 víctimas fatales anuales, convirtiéndose en la enfermedad que más niños mata en nuestro país.
A modo de ejemplo en 2019 fallecieron 32 niños menores de 15 años por meningitis y 181 por causa del tránsito. El principal mecanismo por el cual se lesionan los menores de 15 años es al ser transportados en automóviles particulares.
Los factores de riesgo que ocasionan víctimas fatales por el tránsito en nuestro país son; la falta de uso de cinturón de seguridad y sistema de retención infantil (SRI). La tasa de uso de cinturón de seguridad por conductores en el año 2018, fue del 55%, mientras que sólo dos de cada 10 ocupantes de asientos traseros lo usan.
Sólo el 26,4% de los menores de 10 años circulan en los asientos traseros y protegidos por el elemento correcto de acuerdo con lo que indica el nuevo decreto reglamentario, vigente desde enero de 2018.
Y sólo el 42% de los niños menores de cuatro años lo hacen con un sistema de retención infantil (SRI) y el 85% de ellos se encuentran instalados de manera incorrecta. En tanto las barreras que desalientan su uso son; la falta de información por parte de las familias, elevado costo asociado a aranceles de importación, dificultad en la correcta instalación, escasa noción de riesgo al trasladar menores en automóviles.
Para reforzar este dato, es necesario saber que ante una colisión a tan solo 50 km/h, el peso de un niño sin sujeción aumentará 20 veces, por lo que un bebé de 5 kg pasará a pesar 100 kg en una fracción de segundo.
En 2018, el 16,8% de los conductores observados presentaron al menos un factor de distracción y el uso del celular es el principal factor. En el caso de los conductores de motocicletas, la tasa de uso de casco es del (68,7%) que se reduce al 42% entre quienes ocupan el lugar del pasajero uno, y al 20,9% entre el resto de los ocupantes. (ANSV)
El 8% de las motos relevadas circulaban con al menos un menor de edad de entre 0 y 17 años y sólo el 27,8% utilizaba el casco. El 25,1% de los conductores siniestrados en 2018 declararon haber consumido alcohol en las seis horas previas al siniestro vial, el 3,6% declararon haber consumido marihuana y el 2,0% cocaína.
En tanto, en 2019 se registraron 210.190 infracciones por exceso de velocidad. Otros factores negativos son la falta de legislación uniforme y su aplicación efectiva, la percepción de escaso control a las normas de tránsito, la disparidad de normativa legal en todo el territorio nacional, la falta de Inversión en infraestructura y la falta de inversión en transporte público eficiente que desaliente el uso del automóvil particular.