Ambos dicen que en los lugares que gobiernan sobra "aire libre y paz" y la mayoría de las pocas personas llegan los fines de semana cuando grupos de ciclistas recorren sus caminos rurales.
"Los órganos de gobierno son comunas y municipios, colonias y parajes tributan a esos organismos mayores. Las comunas pueden ser de tres o cinco miembros de acuerdo a la cantidad de habitantes y se pasa a ser municipio a partir de los diez mil habitantes", explica la responsable del ciclo De Pueblo en Pueblo de la provincia, Gabriela Cardozo.
Tal vez eso sirva para entender por qué estas dos colonias reciben fondos de coparticipación y recaudan pagos de patentes de vehículos y una tasa anual por hectárea rural (a razón de 2 litros, en Iturraspe, y de un litro, en Garay) en campos con extensiones y producciones cerealeras y ganaderas magníficas.
"Acá en Iturraspe hay pocas camionetas, ojalá, hubiera la cantidad de la de los pueblos grandes para recaudar algo más, pero bueno, las comunas chicas nos manejamos con lo que podemos", dice Imsand.
Los números del censo
El Censo de 2010 registró 23 habitantes en Colonia Iturraspe, pero el jefe de la comuna con solo cuatro empleados -uno de ellos es su hijo Ariel quien maneja la retroexcavadora-, le comenta a La Capital que la cifra "no es tan así" y que en esa zona rural se está cerca de los cien habitantes. Números más, números menos lo cierto es que es "Iturraspe" (así nomás llaman los pobladores al lugar) el Covid es un problema que se palpa recién cuando se viaja los casi 28 kilómetros a Rafaela, cabecera del departamento.
"Acá no estamos todos abigarrados, el que sí o sí usa el barbijo soy yo que viajo a Santa Fe o a Rafaela constantemente por cuestiones de la comuna", confesó Imsand para luego contar que su hija lo anotó por Internet para recibir la vacuna que "seguramente nos darán en el Samco de Clucellas".
Así Imsand se refiere al Sistema de la Atención Médica de la Comunidad de la localidad donde sí hay bomberos y comercios, Estación Clucellas, a 10 kilómetros de esta colonia y donde él tiene residencia, "al lado del único banco", aclara.
Imsand es el apellido suizo que heredó de su padre tanto como su nombre de sanedrín cristiano: Nicodemo. Es grupo de riesgo porque ya tiene 67 años, pero no habla del Covid sino de las obras viales que no lo dejan dormir desde hace 15 años en que está al frente de la colonia que lleva el nombre del empresario colonizador de la zona y ex gobernador José Bernardo Iturraspe, quien también le dio nombre al hospital de Santa Fe.
"Mejoramos y nivelamos los caminos rurales que hasta hace seis años se convertían en pantanos, ahora estamos trabajando en dos kilómetros y medios con ripio y queremos construir cuatro viviendas, si no el pueblo se va a vaciar, y queremos hacer una plaza", dice el hombre que lo grafica todo con fotos y videos y calcula que la obra tal vez le permita a la comuna cobrar tres libros y no dos de gasoil por hectárea rural en un futuro cercano.
Hombre de levantarse a las 5 y luego hacer siesta; hincha de River, Colón y también de Atlético de Rafaela. Cuando se le pide que describa a Iturraspe, el jefe comunal dice que vive "en la Triple Frontera", entre las localidades de Susana y Angélica y en medio del campo.
Y nombra a las dos escuelas de la colonia, la Simón de Iriondo Nº 650, con cinco alumnos, y la Joaquín Prieto, Nº 405, que tiene 13 más las dos con maestras de otros pueblos que hacen las función de directivas también.
"Las dos escuelas cuentan con jardín de Infantes", dice orgulloso. También enumera a la casa de la comuna desde donde se brinda agua potable a la población y dice que hay un flamante Salón de Usos Múltiples, donde las mujeres hacen gimnasia. Apunta a la capilla del patrono San Roque donde se celebra misa una vez al mes y cuenta que hay una cerealera de una familia agrícola ganadera.
"Recientemente en una casa vieja que supo ser bar se asentó una pareja joven santafesina, con una huerta orgánica. Posiblemente eso empiece a ser una punta para el turismo, ya viene gente los sábados con bicis modernas a recorrer", se esperanzó.
Cuando se lo ve en una foto de hace dos años en la escuela, rodeado de chicos y se le pregunta cómo juegan allí los nenes y nenas dice simplemente: "Con los teléfonos, como en la ciudad, y juegan también en el campo, claro".
Juan de Garay
Hace ya más de 400 años Juan de Garay dejó huella por toda la provincia de Santa Fe, entre ellas en la pequeñísima localidad de once familias que lleva su nombre. "Si contamos a los de la zona rural debemos ser unos 120", dice el jefe comunal Leonardo Vera quien le sale al cruce así a los datos censales del Indec de 2010 que reflejaban la presencia de apenas 63 habitantes en una zona netamente ganadera.
"Somos la única localidad del departamento que no tuvo ni un contagio", dice Vera, de 52 años y al frente del poblado desde hace 5 años.
"También tenemos planta de agua potable por ósmosis, placita, una estación de trenes por donde pasa varias veces al día uno de carga y dos canchitas de fútbol: una de cinco y otra de siete en las que también juegan las mujeres", agrega entre las ventajas del lugar, donde en el Día del Niño él mismo se encargó del reparto de regalos.
Al igual que su colega de colonia Iturraspe, Vera confiesa que el barbijo y el alcohol en gel no tienen la presencia que sí se observa en las grandes ciudades. Pero aclara: "Si vamos a Tostado o a Ceres, claro que nos ponemos el barbijo y alcohol". De esa manera nombra a las dos ciudades "faro" por lo urbano hacia donde miran los residentes de la colonia: Tostado, la cabecera del departamento a 65 kilómetros y Ceres, a 45, de donde llega la maestra de la escuela Francisco Zelada Nº 417 para darles clases a 12 chicos.
La comuna de Garay tiene seis empleados y una comisaría a 300 metros. Vera vive en la colonia, pero no nació allí sino a poco más de 14 kilómetros en la localidad de Esteban Rams. Una jornada de trabajo para él comienza en la comuna y sigue por la tarde con la labor en un campo que alquila.
"Acá las tierras tienen dueños desde que se fundó el pueblo en 1816, no podemos construir y la gente que trabaja en el campo quiere venir a vivir acá porque si no las escuelas les quedan lejos. Secundario no hay, hay que ir a Ceres, como hago yo con mi hijo", comentó el hombre al frente del villorio con un camino de ingreso de 5 kilómetros, de ripio.
"¿Vacuna? no aún no llegaron por acá y cuando lleguen creo que deberemos vacunarnos en Tostado", dice Vera a quien se le pregunta por los paisajes que recomendaría conocer y dice: "Acá no hay ni laguna siquiera pero hay tranquilidad y le aseguro que algunos vienen por acá a buscarla".
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