Coditos. También le dieron el clásico saludo producto del aislamiento.
Los médicos, enfermeros, mucamas y todo el personal del sanatorio Parque festejaron ayer con aplausos el alta médica de Hugo Ficca, un hombre de 41 años que pasó allí 20 días internado por coronavirus. Se trata del último paciente con la infección que estaba en ese lugar.
Ficca es docente de una escuela de Maciel. El 17 de abril llamó a su médico porque tenía dificultades para respirar. Tenía el presentimiento de que era positivo y le habían hecho el hisopado por presunto Covid-19 porque había estado con su madre que ya se había contagiado. Ella estuvo internada y evolucionó bien, pero dos días antes de que le dieran el alta, ingresó su hijo. "Mi médico clínico me estaba siguiendo porque yo suponía que era positivo. Estaba aislado en mi casa, en Oliveros. Pero ese 17 de abril empecé a notar que me costaba respirar, llamé al doctor y me dijo que me fuera urgente al sanatorio", contó a LaCapital Ficca desde su casa donde ayer regresó feliz.
. Ya en el efector lo atendieron con el protocolo previsto. Sabían que era el hijo de una paciente que estaba internada y al notar la dificultad respiratoria lo ingresaron inmediatamente a terapia intensiva.
"Al día siguiente me intubaron y estuve así durante dos días, pero me pude recuperar y, según los médicos, fue rápido, porque yo no tengo ninguna otra enfermedad", relató el hombre.
Durante esos 13 días en que estuvo internado en terapia intensiva. Hugo recuerda a sus "ángeles azules". Eran los médicos que lo entraban a atender, todos vestidos con batas azules y el equipo reglamentario. Esos días fueron ellos quienes lo cuidaron y lo alentaron para que peleara contra esta enfermedad que, según confesó, "fue lo más duro" que lee pasó en la vida.
"Son unos genios", exclamó Hugo al referirse a los médicos que lo trataron durante su convalescencia. "Me alentaron mucho y me cuidaron, no tengo palabras de agradecimiento", manifestó emocionado.
El 27 de abril Hugo fue trasladado a una habitación común, aunque siguió aislado. Hubo un equipo numeroso de enfermeras, médicos, psicólogos, nutricionistas, mucamas y otros especialistas que trabajaron fuerte para sacarlo adelante.
"En todos estos casos de pacientes, familiares y personal del sanatorio con Covid interviene un equipo de salud mental para brindar apoyo", explicó la médica infectóloga y a cargo del comité de crisis por Coronavirus del efector privado, Carolina Subirá.
"Fue un gran esfuerzo multidisciplinario. Hay que calcular que para atender a un paciente con Coronavirus se requieren 40 personas", señaló la médica quien destacó que todo el equipo ya cuenta con una fuerte experiencia para el tratamiento de estos casos.
Ayer, después de que a Hugo le dieran el alta, médicos, enfermeros, mucamas y personal de la cocina fueron a despedirlo con aplausos.
"La despedida fue espontánea, —confesó Subirá—. Los pacientes están solos durante muchos días, y a los únicos que ven es a nosotros, por eso se genera un vínculo fuerte. Por eso, es una gran alegría ver que se recuperan, y que pueden volver a su casa con su familia".
Hugo contó que ayer a la mañana, mientras esperaba que lo fueran a buscar, la médica lo llamó para que saliera al pasillo y ahí se encontró con todos. "Me emocioné porque además era la primera vez que los veía a todos sin esos trajes que usaron para atenderme".
Hoy Hugo está de nuevo con su esposa y su hija. Ya no deben permanecer aislados porque pudo superar el coronavirus. "Lo único que quería era volver a casa", dijo el hombre feliz y agradecido también a todos sus compañeros de trabajo que le enviaron mensajes de aliento para acompañarlo en este duro trance.