Si la mañana del Día de la Bandera tuvo la presencia del jefe de Estado, Javier Milei, al pie del Monumento, en la tarde la fiesta la hizo la gente. Más de 170 mil personas se dieron cita en el parque a la Bandera para disfrutar de las múltiples actividades que organizó el municipio y así hacer una celebración popular de las tradiciones argentinas. Asado a la estaca, empanadas, pastelitos, chacarera y chamamé atrajeron a familias y amigos bajo el signo celeste y blanco.
El sol que se asomó de a ratos en la tarde rosarina le puso el marco ideal para que la convocatoria fuera multitudinaria. Y la apuesta se cumplió con creces. Una vez más, Rosario se embanderó con los sentimientos patrios que, lejos de la solemnidad, aportaron calidez y cercanía.
Y los atractivos no faltaron. Los fogones tempraneros y luego los tres concursos en simultáneo: pastelitos, empanadas y asado a la estaca. Y volando por el aire llegaba la música a los cuatro puntos cardinales del parque a la Bandera. Primero con Nahuel Pennisi como gancho en el escenario mayor frente al Monumento, como suele montarse para Colectividades.
Y luego, hacia las 16.30, en otro escenario montado cerca de La Fluvial llegaron las estrofas chamameceras de la mano de un consagrado: Monchito Merlo. De inmediato, el “patio de baile” se pobló de parejas abrazadas bailando chamamé y desde el público se escuchaban los típicos sapucay, a cada final de las estrofas que acompañaban el acordeón y las guitarras.
Para el postre llegó La Vanidosa para ponerle más ritmo aún a la tarde. Un espacio verde pegado al río que tuvo la postal típica dominguera: reposeras por doquier, mate, facturas, pastelitos, pelotas de fútbol y bicicletas. En los stands montados para la venta había colas extensas y puesteros con souvenirs, y artículos tradicionalistas también tuvieron una excelente tarde en ventas y público.
“Hemos vivido una fiesta con muchísima convivencia, encuentros y tranquilidad. Estamos muy contentos por el resultado y por la posibilidad de que la gente pueda venir a celebrar y honrar la bandera. Esta es una fiesta de la ciudad que genera infinidad de trabajo directamente o indirectamente, digo acá hay cientos de emprendedores, de emprendedoras, cientos de equipos. La cultura genera trabajo y este tipo de eventos lo demuestra”, expresó con satisfacción el secretario de Cultura municipal, Federico Valentini.
Además del esperado concurso del asado a la estaca (ver página 11), durante la jornada también se realizaron certámenes de empanadas y de pastelitos; este último se realizó por primera vez en esta festividad.
El mejor pastelito de batata fue para María de los Ángeles Carbajal, el gusto membrillo con crocante de maní le correspondió a Miriam Batalla y el “alternativo” (calabaza en almíbar, canela y miel) a Alicia Coria.
Las empanadas vegetarianas tuvieron en el podio a Virginia Dragone (agrupación Raíces) y la de carne para Marta Choque (Reflejos Norteños).
Eileen Schmidt estuvo a cargo de elegir, entre otras personalidades de la gastronomía y la cultura, el mejor pastelito. Carolina Garralda fue jurado en el concurso de empanadas. El patio gastronómico se quedó ya entrada la tarde sin mercadería por el éxito de los productos. Las largas filas fueron fiel testimonio de esto. Los pastelitos de batata fueron arrasados por el público, mate en mano, que deseaba una merienda “bien argentina”.
Para los más chiquitos hubo actividades, y el juego montado cerca del monumento a los ex combatientes de Malvinas estuvo repleto de pibes.
Las celebraciones continúan este viernes y el sábado en el Patio Cívico del Monumento Nacional a la Bandera y seguirán las promesas de lealtad a la bandera. Las mismas están abiertas a la participación de quienes deseen asistir. Desde las 14, y en ambas jornadas habrá música para disfrutar en familia. Hoy será el turno de Oropel, Musiquitas con Orejas y Javi Chocobar, mientras que el sábado estará Freddy y Los Solares, Azúl Saita y Gulubú Rock. Todo con entrada libre y gratuita.