Según fuentes policiales, los hermanos José y Francisco C., de 57 y 49 años, declararon todo se produjo cuando ambos se encontraban durmiendo y en ese momento, en una de las habitaciones, una estufa habría entrado en corto circuito y las chispas habrían tocado una frazada.
El avance de las llamas fue muy rápido y la casa sufrió gravísimos daños que la transformaron prácticamente inhabitable.
José y Francisco tuvieron que ser asistido por médicos de Sies por inhalación de monóxido de carbono, sin principio de asfixia y no fue necesario su traslado.