En un confuso episodio, un discapacitado resultó con heridas cortantes de consideración en la mano derecha cuando trataba de subir a un micro de la línea 110. El accidente ocurrió anoche, minutos antes de las 19, en la concurrida esquina céntrica de Sarmiento y peatonal Córdoba. Tras la asistencia médica, el hombre fue derivado al sanatorio Güemes, en donde se le practicaron los primeros cuidados.
El hecho ocurrió cuando el interno 176 de la línea 110 intentaba detenerse en la parada ubicada al lado de una conocida perfumería. Según los testimonios iniciales de los pasajeros que viajaban dentro del colectivo y del propio chofer que pudo recoger este diario, el discapacitado habría quedado colgado de la puerta de acceso, por motivos que se desconocen, mientras el transporte buscaba un lugar propicio para cesar su marcha y permitir el ingreso.
En esa situación, el hombre en silla de ruedas (que, según vecinos, oficia de abrepuertas en la parada de taxis de Sarmiento y Santa Fe) habría sido arrastrado un par de metros y tras los gritos de la gente que estaba sobre la vereda el colectivo frenó antes, cuando el discapacitado ya había quedado tendido en el piso, por Sarmiento, generando una escena de nervios y tensión por parte de todos los que estaban pasando por esa céntrica intersección de la ciudad.
Asimismo, provocó complicaciones al tránsito vehicular, sobre todo en una hora en la que mucha gente volvía a sus respectivos hogares luego de la jornada laboral.
Minutos después, arribaron dos ambulancias, una del Sies y otra del servicio privado Urgencias. Inmediatamente, los profesionales ubicaron que el mayor problema radicaba en los cortes que recibió en la mano derecha, y por lo que perdió masa muscular.
Paralelamente, cuatro mujeres policías armaron un dispositivo para desviar el tránsito de gente por la otra vereda, así los médicos pudieron trabajar con más serenidad.
Tras vendarle con mucho cuidado la mano derecha, los doctores trasladaron al discapacitado al sanatorio Güemes, del macrocentro rosarino.
"Tiene heridas cortantes, con pérdida de tejidos blandos. Lo llevamos a un sanatorio para que esté controlado", confió uno de los médicos que atendieron la angustiante situación, que conmovió anoche la tradicional esquina de Sarmiento y Córdoba.