Sin un presupuesto y con un acuerdo de alquiler devaluado en el marco de una profunda crisis inflacionaria, los más de 3 mil alumnos, docentes y no docentes de La Vigil están en peligro. El edificio alberga alumnos de todas las edades en los jardines Nº 51 y Nº 71, la primaria Nº 1.235, la secundaria 338, la técnica 8.057 y las escuelas provinciales de teatro, de cine y televisión y de artes visuales.
Es más, la comisión directiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, que nació en el corazón de Tablada, se pregunta por estos días sobre las posibilidades de continuidad del proyecto cuando “la última respuesta que se obtuvo de las negociaciones con la provincia fue que si no convenía lo pactado, no se renovarán los contratos de alquiler”, explicó su presidente, Roberto Frutos.
Para Frutos, la respuesta del gobierno provincial a poco más de una década de la recuperación del patrimonio de la Biblioteca Vigil tras el saqueo llevado adelante por la última dictadura cívico militar “desconoce una discusión política y la pone en términos comerciales, de locador y locatario, desconociendo además décadas de historia”.
La provincia paga un alquiler que en la última década se depreció de tal manera que actualmente no alcanza a mantener los espacios en condiciones. Y se trata de una cuestión clave desde la recuperación de los edificios por parte de la organización con el objetivo de que funcionen los establecimientos escolares, cuatro de ellos nacidos en el marco del proyecto cultural que La Vigil significó para Tablada en los años 60 y 70, como es el caso de los dos jardines de infantes, la escuela primaria y secundaria.
“La Vigil no tiene presupuesto, lo que tiene con la provincia, que fue la que ocupó lo que quedaba de la liquidación de los edificios por parte de la dictadura en el último tiempo, es un contrato de alquiler que se sostiene desde 2013, tras la aprobación de una ley de expropiación, y que actualmente representa menos de un 20 por ciento de lo que comenzó cobrándose por entonces”, explicó Frutos.
Contrato
Es más, detalló que en el último contrato firmado se permitía un ajuste interanual máximo de un 30 por ciento. “Teniendo en cuenta que estamos frente a una inflación que va a superar el ciento por ciento, no podemos sostener estructuras que además recibimos en muy mal estado. De acuerdo a nuestros cálculos, para fin de año vamos a estar cobrando apenas un 10 por ciento de lo que recibíamos en 2013”, señaló.
Sin embargo, lo que más enoja a la organización es el “desconocimiento de la historia de La Vigil como sitio histórico de memoria” y lo que significa para Tablada, más allá de que están convencidos de que el Ministerio de Educación de la provincia difícilmente encuentre en la zona “otro espacio de 11 mil metros cuadrados para los jardines y el primario, como el que tiene aquí”.
La Vigil no sólo fue un emblema en Tablada en los años 60 y 70, sino que además, recuperada tras el saqueo de la dictadura, sostiene por estos días actividades teatrales y musicales gratuitas, ferias, presentaciones y festivales, un acervo bibliográfico más de 35 mil ejemplares además de 5 mil obras nuevas, y lleva adelante una treintena de talleres educativos con más de 700 alumnos de la zona y actividades de apoyo escolar con más de 200 chicos.
Además de haber recuperado su imprenta y puesto en marcha su editorial, sostiene su compromiso como sitio de memoria a través de una programación sostenida de recorridos guiados realizados tanto para escuelas como abiertos al público en general.
“Que nos traten solo como locatarios desconoce la historia y lo que en un momento como éste La Vigil significa en para el barrio”, señaló Frutos quien recalcó además “la incertidumbre” en la cual esta situación pone a más de 3 mil personas, alumnos, estudiantes, docentes y no docentes de todos los establecimientos escolares que funcionan en sus edificios.
Además, recordó que la puesta en valor de los espacios acordada con la provincia nunca se cumplió desde 2013. “La situación es muy mala en los edificios, apenas sí hubo aportes del FAE (Fondo de Asistencia Educativa), pero arreglos integrales no se hicieron”, señaló Frutos sobre los espacios de Alem y Gaboto.
Para la organización, la situación con los alquileres “pone en riesgo” a La Vigil por lo que reclama a la provincia una urgente revisión del modo de abordar el problema. Está claro que es bastante más que un conflicto entre locadores y locatarios.