Un hombre de unos 70 años murió este miércoles a la madrugada al sufrir una descompensación cardíaca mientras se desataba un principio de incendio en su comercio ubicado en la zona sudoeste de Rosario. Las primeras informaciones indican que se habría tratado de hecho intencional. Sus familiares denunciaron que el servicio de urgencias médicas tardó más de media hora en llegar al lugar y que cuando se dispusieron a actuar sobre el paciente el desfibrilador estaba sin baterías.
El incidente se registró poco antes de las 6 en pasaje Origone al 5925, Rouillón al 3700. Una dotación del Cuartel Sur de Bomberos Zapadores acudió a ese lugar debido a que se había desatado un incendio.
Cuando arribaron al lugar, los bomberos comprobaron que el foco ígneo se produjo sobre una madera que cubría una ventana de una vivienda ubicada en planta baja, donde funciona un negocio. El fuego fue sofocado por los vecinos del local.
Según las primeras informaciones, y si bien se aguarda el resultado oficial de las pericias, el incidente habría sido intencional mediante una bomba molotov, aunque la situación no pasó a mayores porque el fuego no llegó a propagarse. Los voceros confirmaron que el propietario del inmueble, un hombre de unos 70 años, había fallecido como consecuencia de una descompensación cardíaca.
En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, una mujer, que se identificó como familiar del hombre fallecido, criticó al Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) por la demora en llegar y porque no tenía en condiciones el aparato desfibrilador.
“Llegaron los bomberos, la policía y la ambulancia llegó más de media hora o una hora después y cuando llegó el aparato de RCP no tenía baterías, no funcionaba. Eso nos dio una impotencia terrible”, señaló la familiar, quien confirmó que el comerciante “tenía problemas cardíacos y estaba esperando turno par ser operado otra vez del corazón. El incendio no pasó a mayor, pero del susto se descompensó en la calle”.
La mujer contó que su familiar recibió las primeras maniobras de RCP por parte de bomberos y policías, mientras aguardaban la llegada del móvil sanitario. “Primero fue un policía que se arrodilló y se puso hacer RCP y como se cansó, lo ayudó un bombero. Si hubiese llegado la ambulancia con el aparato desfibrilador como corresponde, se hubiese salvado”.