El anuncio del gobierno nacional de retirar todos los subsidios al transporte urbano en el interior del país va a contramano de lo que ocurre actualmente en el resto del mundo. Esta situación agranda las inequidades que las principales ciudades, como Rosario y Córdoba y otras 40 con sistemas de transporte público, ya venían denunciando con respecto a la situación privilegiada del Área Metropolitana de Buenos Aires, donde se mantienen los subsidios.
En las principales ciudades del mundo, que pueden compararse con Rosario, el servicio de transporte tiene importantes aportes del Estado y altos beneficios al usuario. Esto ocurre incluso bajo gobiernos con políticas pro-mercado, que en algunos casos hasta permiten que el servicio sea gratuito para el usuario.
Para los expertos es una cuestión que ya no se discute. No hay sistema de transporte a nivel mundial que no tenga subsidios nacionales. En los foros internacionales sobre el tema se presentan cada año detallados informes sobre el impacto beneficioso que tienen los subsidios en los lugares donde se aplican y se sostienen en el tiempo.
En algunos estados norteamericanos se llegó a avanzar tanto en ese sentido que el transporte público llegó a ser gratuito, en el mismo tiempo que en Argentina los boletos deberían promediar los mil pesos para alcanzar a cubrir sólo el valor de sus costos. El transporte público también es gratuito en varias capitales europeas y en los países nórdicos, siempre ejemplo de los mejores niveles de vida.
En España, el gobierno presupuestó para 2024 unos 1440 millones de euros para la subvención del transporte público. Incluye trenes de cercanía y media distancia y autobuses gratuitos para usuarios habituales, así como ayudas directas a comunidades autónomas para la reducción de los precios del transporte (el 30% es pagado por el Estado y al menos otro 20% por las entidades autónomas). El gobierno español incluyó en su presupuesto de este año una partida especial de 600 millones de euros para solventar que puedan viajar gratis en esos trenes los usuarios con abonos cuatrimestrales.
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Los beneficios del subsidio
Para los especialistas en el tema, la quita de subsidios no tiene “lógica económica”, sino que crea diferencias que van en contra de la eficiencia con la que suele ser presentada. Se retiran directamente los subsidios que van a las empresas que prestan el servicio, no se sacan de los presupuestos de los gobiernos afectados.
El subsidio además permite hacer una trazabilidad del usuario, si el sistema por el que se instrumentó está centralizado y online, lo que permite un control como el que se realiza en Rosario con la tarjeta Sube, algo que evita abusos en la utilización del beneficio.
El gobierno nacional se compromete a mantener los subsidios al transporte público, pero su enfoque en la demanda a través de la tarjeta SUBE crea desigualdades, dejando fuera a miles de personas que no reciben descuentos en el boleto, a pesar de tener la tarjeta. En Rosario, solo 183 mil usuarios reciben beneficios sociales, como la Asignación Universal por Hijo, subsidiados por el gobierno nacional. Esto plantea interrogantes sobre la justificación de la medida, especialmente si se considera que un aumento de la tarifa a $700 requeriría un subsidio de 1155 millones de pesos, contradiciendo el ahorro para el Tesoro nacional.
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El impacto de la medida
La decisión de retirar los subsidios en el interior argentino tuvo un impacto significativo en la provincia de Santa Fe. En enero de 2024, la provincia tributó $3900 millones destinados al transporte a través del impuesto a los combustibles, pero solo recibió $490 millones por fondos Fonavi, dejando de percibir $1400 millones del Fondo Compensador del Transporte que había recibido en diciembre. Esta situación resultó en un déficit de $3410 millones que el gobierno nacional retiene, afectando severamente las finanzas provinciales.
En Santa Fe existen 46 empresas de transporte, de las cuales solo 7 tienen implementada la tarjeta SUBE. Estas empresas representan el 49% de todos los servicios de transporte en la provincia y el 72,9% de los pasajeros. Esto significa que casi la mitad de los servicios y el 27% de los pasajeros no pueden acceder a los beneficios sociales a través de la tarjeta SUBE.
El gobierno provincial confirmó que no puede absorber la pérdida de fondos que deja de enviar el gobierno nacional, aunque elevó su aporte en más de $500 millones. En enero y febrero de 2024, se pagaron $1900 millones en concepto de subsidios al transporte.
El impacto de esta medida se evidencia en el financiamiento del sistema de transporte, donde el costo real del servicio aumentó por encima de la inflación. En diciembre de 2022, el municipio de Rosario aportó $250 millones al fondo compensador, aumentando a $770 millones en diciembre de 2023. Entre la provincia y el municipio, se aporta más de lo que se recauda por tarifa, cubriendo menos de la mitad del costo del boleto. Sin embargo, los subsidios nacionales se mantuvieron congelados durante todo 2023.
Martín Soria, equipo de comunicación de la Municipalidad de Rosario