“El tiempo es la ilusión que no vuelve más/ el tiempo es la ilusión en cualquier lugar/
Kubrick fue Monumental/ El Cairo fue nuestra city Imperial/ Broadway, Heraldo, Radar/si Disney
despertase”... La estrofa de la canción de Fito Páez nombra a algunos de los cines que
hicieron historia en Rosario, hasta que la televisión les comenzó a quitar público allá por los 70
y la política económica de los 90 los hirió de muerte. Algunos como El Cairo (Santa Fe 1120) y el
Arteón (Sarmiento 778), reabiertos por estos días, se resisten a fenecer junto al Lumière (Vélez
Sarfield 1020) y el Madre Cabrini (Pellegrini 664). Otros se convirtieron en templos evangélicos,
cocheras, comercios, quedaron abandonados o directamente se demolieron aun habiendo sido verdaderas
piezas arquitectónicas.
Pero a pesar de la reconversión de los clásicos cinematógrafos en micro
espacios, el cine sigue de pie en la ciudad. Rosario tiene más de 50 salas y las butacas suman
12.045 (según datos aportados a La Capital por el Village, Showcase, Del Siglo, Madre
Cabrini, Sunstar, Monumental, El Cairo, Arteón y Lumière). Y aún más. Las nuevas generaciones
retomaron el tema y lo plasmaron directamente en la pantalla grande. Tal el caso de un grupo de
estudiantes de la Escuela de Cine de la provincia que realizó el documental “Cinética.
Energía en movimiento”, que se proyectará los fines de semana de octubre en el Madre Cabrini.
O el capítulo “Los cines invisibles” dedicado especialmente a las salas locales en el
filme de animación “Guía de Rosario misteriosa”, una producción realizada por la
Cooperativa de Trabajo de Animadores de Rosario, que está actualmente en cartel en el Complejo
Monumental.































