Rosario se convirtió en escenario de dos historias dignas de las películas más dramáticas del cine. Al estilo “Relato Salvajes”, un hombre estrelló su auto contra el Banco Nación, ubicado en el cruce de las peatonales (Córdoba y San Martín), hecho que tuvo una evidente similitud con el caso del ataque en avioneta contra el predio de Air Liquide, cometido el pasado 9 de agosto, exactamente un mes antes del mencionado.
Si bien desde el Banco Nación negaron las versiones de que el sujeto había decidido chocar su automóvil contra el comercio en forma de venganza, debido a que se había presentado allí para solicitar un crédito que la entidad no le había otorgado, todos los datos apuntan a que se trata de un hecho planeado. El coche realizó un largo tramo por la zona peatonal y apuntó directamente contra los cajeros, donde no se encontraban los guardias.
De la misma manera, aunque con un modus operandi aún más complejo, Juan Manuel Medina piloteó la avioneta que se estrelló contra Air Liquide y murió en el acto. En abril pasado, había sido despedido por motivos de reducción de personal por esa empresa, para la que había trabajado durante 14 años. Ese mismo mes se reafilió al Aeroclub Rosario, lugar del que despegó para finalmente acabar con su vida. El hecho pudo haber sido una tragedia aún mayor, dado que el hombre conocía qué tipo de sustancias inflamables había en los depósitos de la fábrica pero impactó contra una columna que frenó el golpe.
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Un auto se estrelló contra el Banco Nación, ubicado en el cruce de peatonales de Córdoba y San Martín.
La posible relación entre ambos casos
En diálogo con La Capital, Manuel Francescutti, psiquiatra y director de Red Únitas, destacó que entre los dos casos de ataques contra Air Liquide y el Banco Nación en Rosario existe “una metodología similar en el estrellar el vehículo”, pero remarcó que “sobretodo el objetivo es institucional”.
“Hay muchas teorías sobre venganza. Pero en situaciones de contextos económicos de crisis, en general los objetivos institucionales representan para las personas como una especie de injusticia, y el acto vengativo tiene como objetivo reclamar contra esa injusticia que representan las instituciones”, indicó Francescutti.
En la comparativa de ambos casos, el psiquiatra consideró que el caso del Banco Nación habría “escalado en violencia” y “estaba en un episodio de ira muy intenso”, mientras que el de la avioneta contra Air Liquide “pareciera más planificado”. No obstante, sostuvo que al ser mediáticos podría pensarse que “son los inicios de un efecto de contagio”, debido a que “al ser visto en televisión podría ser copiada por otros”.
Un hecho consciente o inconsciente
“Estos casos se asocian al grupo de trastornos de personalidad. Básicamente son formas de ser. Sobretodo al clúster B de personalidad, donde están las personas más narcisistas y psicopáticas, que suelen pasar al acto de manera más fácil frente a la frustración e ideas de venganza, que también es más compatible con la capacidad de planificar”, señaló el director de Red Únitas.
Con respecto a la conciencia que puedan haber tenido los autores de ambos ataques, analizó: “En el caso de la avioneta tiene conciencia porque requiere una planificación que la impulsividad se agotaría con el tiempo. El otro, por lo que pude ver, parece que se enojó con el banco y en el episodio de ira tomó esa decisión, eso no le quita responsabilidad, por supuesto que era consciente pero bajo los efectos de una emoción violenta, donde muchas ideas que parecen brillantes no lo son”.
Francescutti aclaró que “en general no hay enfermedades mentales que se asocien a esto”, pero mencionó que “puede haber escasas excepciones”. De igual manera, apuntó a que estos dos hechos “parecen más bien anecdóticos, más digno de una película que de la realidad”.
Video choque de la avioneta
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El peligro sobre la vida de uno mismo
“El acto de ataque o de suicidio puede ser un emergente de situaciones distintas. El fenómeno del ‘túnel psicológico’ puede explicarlo. Es un síntoma disociativo donde en momentos de mucha excitación el nivel de consciencia de cualquiera de nosotros se concentra en el ‘gatillo de esa ansiedad’, por lo que pierde temporalmente la conciencia de otros aspectos, que puede incluir la seguridad de uno mismo”, afirmó el especialista con respecto al riesgo de los atacantes de perder la vida en el hecho.
A su vez, apuntó a que “puede haber pacientes que en realidad quieran suicidarse y vean el atentado como una forma de ‘suicidio por la causa’ o de trascendencia”, tal como el caso del ataque de Medina contra el predio de Air Liquide. “La persona cuando está muy excitada pierde el control en el enojo y se estrecha la conciencia en el momento. De todas maneras, considero que eso no exime a la persona de la responsabilidad. Muy poca gente bajo el efecto de ‘túnel psicológico’ realiza ese tipo de actos”, aseguró.
Una sociedad cada vez más violenta
Al ser consultado sobre si la sociedad actual es más propensa a este tipo de ataques, Francesutti respondió afirmativamente y aclaró que “las crisis socioeconómicas son un factor predisponente a este tipo de episodios de violencia”. De la misma manera, agregó: “Es difícil marcar la causalidad porque posiblemente hay otras variables que desconocemos, pero, entendiendo que Argentina atraviesa una crisis económica, es probablemente una variable a la hora de predecir este tipo de ataques”.
En ese marco, resaltó que “el nivel de frustración individual de cada uno ya llega lleno de conflictos externos, relacionados a llegar a fin de mes o problemas económicos” y que “en momentos de crisis la tendencia de la población es a encontrar culpables”, por lo que “ciertas instituciones se vuelven un blanco más fácil”.
“Tanto un banco que no te da un crédito o tu lugar de trabajo se vuelven símbolos de la injusticia o responsables del sufrimiento. Socialmente se hace más aceptable la expresión de actos violentos porque toda la gente tiene la fantasía de tener un alivio, por lo que a veces las personas más predispuestas se vuelven más permeables a realizar este tipo de actos”, concluyó el psiquiatra.