"Desafíos actuales en Salud Mental. Derechos humanos, perspectiva de género y salud pública". Así se titula la charla y debate que este viernes, a las 15, tendrá lugar en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Disertará el médico psiquiatra y psicoanalista, Alfredo Grande, quien en la previa habló con La Capital. Dijo, entre otras cosas que "la base de toda agresión es la frustración" y que "el Estado no tiene políticas para prevenirla".
Remarcó que esa idea no era suya sino que ya la había expresado Freud hace tiempo refiriéndose a la "frustración libidinal" y lamentó que hayamos "pasado del Estado de Bienestar al de Malestar".
Junto a él también disertará el magíster, psicoanalista e instructor de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental (RISaM) del Hospital Eva Perón, Franco Ingrassia y la psicóloga y referenta del espacio de Atención de Situaciones de Violencia y/o Discriminación por motivos de Género dela UNR, Laura Abrudsky.
La actividad es una de las tantas que se prestan al debate entre los agentes de salud de Rosario y que se vienen desarrollando en esta facultad, por eso llamó la atención a propios y extraños que en esta semana, una alumna de la casa y reciente concejal libertaria electa por el partido "Vida y familia", Sabrina Prence, de 26 años, le haya dicho a este diario que el tema de Salud Mental "no está mucho en agenda". Incluso esta militante católica, que se opone a la ley de interrupción legal del embarazo y supuesta defensora de la libertad desconoció así que el actual gobierno aprobó esta semana el "Plan Nacional de Salud Mental 2023-2027" (mediante Resolución 1997/2023, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, aprobó el trabajo elaborado de forma participativa, intersectorial, interdisciplinaria y desde una perspectiva federal, en cumplimiento del artículo 31 de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657).
Dando muestras de que el tema sí está en agenda y desde hace bastante tiempo, en representación del grupo organizador de esta charla, habló la psicóloga, profesora y especialista en estimulación temprana Natalia Amatiello. La profesional señaló que desde la pandemia un grupo de colegas conformaron un dispositivo telefónico para intentar dar respuestas a las crisis subjetivas del momento y la tarea derivó en Psicólogxs por el Derecho a la Salud.
"Somos una comunidad profesional de psicoanalistas, psicólogos sociales o que derivamos de otras formaciones, pero nos une la perspectiva de género y los derechos de la infancia", señaló, pero además dijo que el grupo ha salido en defensa de reiterados casos de colegas que fueron sancionados por dar cuenta de casos por abuso, judicializados. "Profesionales a quienes hasta se les ha invalido sus informes y los han dejado sin trabajo".
Y hoy, a tres años y medio de la pandemia, Psicólogxs por el Derecho a la Salud es una lista amplia, no solo en formación sino trayectorias político partidarias, que disputó la dirección del Colegio de Psicólogos y lo volverá a hacer en las próximas elecciones del 28 de septiembre.
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Mejor prevenir que curar
Para el psicoanalista Grande, uno de los tres que integrarán el panel "Desafíos actuales en Salud Mental. Derechos humanos, perspectiva de género y salud pública" en Psicología, en este país ha venido faltando "prevención en Salud Mental y en iatrogenia (los efectos colaterales de la medicina)".
Dijo que "históricamente se dijo que es mejor prevenir que curar", pero "para toda la concepción mercantil de la medicina, lo mejor es curar, porque es lo que más se cobra: ese es su gran negocio, por eso enfermedades como el Sida aún no tiene vacunas, porque el gran negocio es que sea una enfermedad crónica, como sucede con otras o en el caso de la salud mental con depresiones y ataques de pánico, para los que se venden ansiolíticos y antidepresivos de manera pornográfica. Entonces políticas serias de salud mental no hay y aunque las hubiera no servirían porque todo va en contra: la salud nutricional, salud habitacional y otras".
¿No hay salida entonces a los malestares del presente?
Mire, desde 1948 la Organización Mundial de la Salud (OMS) repite el mito urbano de que la salud es el completo bienestar biopscosocial, cuando siempre algo de lo bio, de lo psico o de lo social anda mal. No hay un completo bienestar, sería grave, pero lo peor es que pasamos a un completo malestar. Eso se ve cínicamente cuando se habla del humor social. Por eso digo que la base de toda agresión es la frustración y no hay políticas preventivas para esta frustración.
¿Un ejemplo?
Cuando uno escucha "¡lo mataron por un celular!", ese que mató es un frustrado. ¿Frustrado de qué? me puede preguntar, no lo sé. Digo que tal vez no podía compra ese aparato, o la TV que vi como oferta días atrás en una propaganda. Salían 2 millones de pesos y yo me preguntaba, ¿cuál es la oferta? Entonces, ese estado de frustración que cargan las mayorías, viene de décadas. Y parece que la política pública ha sido aumentar esa frustración. Hay momento de bonanza, claro. Tengo 75 años, la mitad de años prácticamente de psicoanalista freudiano, siempre escuché que nos salvaba una cosecha y mejoraba todo y seguimos en eso. Freud lo decía claramente, que uno de los orígenes de la violencia es la frustración libidinal. Si usted está equilibrado puede no ponerse a los gritos ante el menor problema, pero muchos no pueden, se frustran. Todo violento es un frustrado y tal vez no lo sabe.
¿Y el Estado que puede hacer frente a eso?
Del Estado de Bienestar, de la posguerra, quiso parar la marea comunista y en Argentina lo que encarnó Perón. No hablo de gobiernos, hablo de Estado. Ese Estado de Bienestar desapareció y ahora hay un Estado de Malestar, recaudador y hacer políticas públicas de no frustración en el Estado de malestar, es poco posible. Para no ser tan frustrante, digo: ya que hay que frustrar elijamos a quién frustramos, ¿al Fondo Monetario o a la gente? Allí está la decisión política.
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