Se fue un 25 de mayo, la misma fecha en la que 10 años atrás había ingresado a trabajar como mozo en el bar El Cairo. Daniel Hernández, Dany para sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, falleció este martes a los 44 años y sus compañeros lo extrañarán como nunca. Había presentado síntomas compatibles con coronavirus y no pudo superar la situación.
En diálogo con La Capital, uno de los responsables de El Cairo, Ricardo "Negro" Centurión, no ocultaba su emoción del otro lado de la línea. "Lo vamos a extrañar mucho, se había ganado el cariño de todos sus compañeros y de los clientes. No era un improvisado para nada, había aprendido el oficio en un instituto donde le enseñaron muchísimo. Manejaba la bandeja mejor que yo, eso seguro...", cuenta buscando esconder en el relato su profunda tristeza.
"Fue el coronavirus... Ayer me llamaron diciéndome que Dany iba a ser internado y que había problemas para conseguir camas. Sé que le pusieron oxígeno pero su estado se complicó. Tres horas más tarde volvieron a comunicarse y me dieron la noticia. No lo podía creer", agregó el referente del histórico bar de Sarmiento y Santa Fe.
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Centurión cuenta cosas de Dany y trata de armar un relato antes de que la emoción termine de vencerlo: "Se había ganado el cariño de todos y trabajaba a la par de cualquiera. Era ayudante de mozo", para relatar luego aspectos de la vida de Dany quizás poco conocidos por muchos.
"El se ponía a cantar y bailar. Lo hacía muy bien, le gustaba mucho bailar folclore y cumbia cruzada. Incluso hubo muchos músicos que se comunicaron conmigo y me preguntaban qué había pasado con Dany. No lo podían creer", comenta.
Fanático de Central, Dany solía recitar de memoria –"hasta con los segundos nombres de los jugadores", acota Centurión– los equipos completos de varias formaciones del canalla.
Y también había hecho teatro, llegando a ser parte de un elenco que puso en escena "Alicia en el país de las maravillas" en el Teatro La Comedia. "Nosotros le decíamos que no habíamos podido ir a ver la obra porque no nos había conseguido entradas y él decía que eso había pasado porque las entradas se habían agotado", recuerda Centurión.
Y en más de una ocasión, fue Darío Grandinetti, quien sentado en una de las tantas mesas de El Cairo, mantuvo alguna charla con Dany. "Hablaban como pares, de actor a actor", cuenta.
Los logros de Dany fueron tantos, que incluso en 2015 la por entonces intendenta Mónica Fein lo distinguió como una de las 50 personas con síndrome de Down que se habían destacado en distintos ámbitos,
Pero además, en la memoria de sus compañeros, quedarán grabadas a fuego sus recordados gestos, como regalarles masas u objetos a las chicas, lo que provocaba que las del turno contrario le reclamaran el mismo trato.
Todo El Cairo sintió el bombazo de la noticia y el recuero de Dany se instaló en las redes sociales. Su presencia está desde ahora en el alma de cada uno de sus compañeros.