Los trapitos volvieron a hacerse presentes este jueves en la zona del Hospital Centenario, avenida Francia y Urquiza, luego de una movida jornada de miércoles donde la Municipalidad realizó un operativo y detuvo a un hombre, sindicado como uno de los encargados de uno de los dos grupos que se dirimen el control de la zona. En ese marco, uno de los cuidacoches que trabaja en las inmediaciones dio otra versión al señalar que "se dicen muchas cosas de nosotros, pero solo queremos trabajar".
Tras las detenciones temporarias de cuidacoches violentos que asolaban la zona del Hospital Centenario, en el marco del segundo operativo de este tipo, el primero fue en la zona del Monumento a la Bandera, el Concejo Municipal identificó al menos 20 sectores críticos de la ciudad donde el accionar de trapitos viene de la mano de extorsiones, aprietes y amenazas.
En la zona del Hospital Centenario, según revelaron distintas fuentes, la recaudación la "administra" la banda de los gordos (en alusión al "Gordo" Tito, quien regresó ayer tras haber sido desalojado por la policía); mientras que a unos metros de su jurisdicción florece otra pyme: la banda de los panzones.
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El operativo en Francia y Urquiza se realizó a partir de las denuncias de los vecinos.
Uno de ellos es la zona del Centenario donde, según testimonios recogidos de médicos, enfermeros, camilleros, pacientes y vecinos comentaron que para estacionar el auto en esa zona había que pagar unos 500 pesos promedio la estadía.
Esta jueves por la mañana, en la zona de Francia y Urquiza, uno de los trapitos de la zona que se identificó como Jorge hizo declaraciones al programa "El primero de la mañana", de LT8, y dio su versión de la situación de los cuidacoches en esa zona: "Yo necesito trabajar porque soy padre de familia, tengo siete hijos y uno es discapacitado y está operado de un tumor en la cabeza y ellos necesitan un plato de comida en su casa", destacó y dijo conocer "que hay otras oportunidades y que por ahí te ofrecen vender droga", aunque aclaró nuevamente que ese no era su forma de pensar y que quería ganarse "la vida trabajando".
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Consultado sobre las denuncias de vecinos o de personal del Hospital Centenario respecto a las extorsiones de parte de los trapitos de la zona, Jorge comentó: "Hace 25 años que cuido coches y nunca le falté el respeto a nadie. Se dicen muchas cosa de nosotros, que hay vecinos que nos apuntan que dicen que prendemos fuego, que orinamos en los árboles, que robamos, que pedimos plata, que extorsionamos. Y solo queremos trabajar".
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Uno de los cuidacoches fue demorado por resistencia a la autoridad.
El hombre dijo contar con el apoyo de los profesionales de la Salud del Hospital Centenario: "Quisimos juntar firmas (para realizar un petitorio aclarando su forma de trabajar) y los médicos nos dijeron que sí, que no había problemas porque nos conocen de chiquitos (sic) y porque somos trabajadores. No queremos ir contra Control Urbano o contra la Policía", recalcó.
Sobre si cobraban una tarifa fija para poder estacionar en la zona, Jorge dijo que "de ninguna manera, es a voluntad y eso te lo pueden decir los médicos. Trabajamos con el que tiene como con el que no tiene. Porque sé que el que no me da hoy me dará mañana".
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Policías de la Brigada Motorizada apostados en la zona de Urquiza entre Francia y Suipacha.
@maxiclan
También pidió que, en caso de tener que retirarse de la zona, "alguien se acerque y nos ofrezca un trabajo, pero que no nos dejen sin laburar. Este problema se armó porque hubo otro lío en Pichincha y como no pudieron agarrar a nadie allá se la agarraron con nosotros".
Cuando se le recordó que hubo una persona detenida sindicada como líder de los trapitos de la zona, el trabajador dijo que "quizás sí, pero quizás no. Pero mi meta es laburar y poner la mente en mi familia. Y no me meto en los problemas de los demás, porque sé que de una manzana podrida se termina pudriendo el cajón"