En algunos casos, cuando se trata de bebés, personas mayores o con enfermedades previas sí es necesario prestar más atención, sobre todo porque pueden producirse cuadros de deshidratación si no se toman las medidas adecuadas.
Emilse Ferrari, miembro del Sies y directora médica de Ecco, habló con La Capital sobre este tema y señaló que si bien la mayoría de las consultas tanto en niños como adultos, que reciben en estos días, están relacionadas con gastroenteritis de tipo viral, la cantidad de llamados son los habituales para esta época donde se anticipan las dolencias típicas del verano, entre ellas, las relacionadas con cuestiones abdominales.
En segundo lugar se ubican las afecciones respiratorias, relacionadas con los cambios bruscos de temperatura que se vienen sucediendo en la ciudad en las últimas semanas.
En la guardia del Sanatorio Parque, que atiende a adultos, no registraron una suba de visitas relacionadas con malestar gastrointestinal. Y en el Sanatorio de Niños, referente pediátrico de la zona, no hay un incremento significativo en los últimos días, según pudo saber este diario.
El año pasado en enero hubo un pico de casos y se había notado un aumento desde septiembre de 2022, que llamó la atención a autoridades de salud. Por ahora, este año se presenta dentro de lo habitual. Se espera una suba de visitas a las guardias y consultorios, por gastroenteritis, más cerca de fin de año cuando hace más calor, la comida comienza a ser un riesgo si no se toman medidas de conservación, si no se lavan bien las manos, y porque los chicos concurren a diario a las piletas en casas, clubes o colonias donde los contagios de virosis son más frecuentes.
"En la escuela de mi hija hay cursos enteros con chicos con gastroenteritis". "En mi familia hay varios que están enfermos desde hace días con diarrea, fiebre y dolor de panza". Estos son comentarios habituales por estos días en Rosario pero no tienen un correlato directo con un incremento notable de consultas, quizá porque los síntomas son leves y no llegan a las guardias.
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Sin embargo, valen las recomendaciones porque el calor se sentirá con más fuerza sobre el fin de semana, y más vale prevenir que curar.
Cuáles son los síntomas de la gastroenteritis
Desde el Ministerio de Salud provincial recomiendan tener en cuentas las manifestaciones clínicas:
Los síntomas más comunes son diarrea y vómitos, que varían de persona a persona. Las deposiciones generalmente son líquidas, de 5 a 10 por día, sin sangre. Los casos graves son causa de deshidratación con riesgo de internación y complicaciones si no se atiende e hidrata rápidamente al niño.
La fiebre puede manifestarse el primer día pero cede dentro de las 48/72 horas, al igual que los vómitos, pero la diarrea puede prolongarse por una semana.
La clave: evitar la deshidratación
Ante un cuadro de gastroenteritis, es muy importante evitar la deshidratación.
Las señales de la deshidratación son: incapacidad para tomar líquidos o rechazo de líquidos y sólidos, falta de lágrimas cuando el niño llora, o disminución de la orina, boca seca y pegajosa, aumento de sed y ojos hundidos, somnolencia anormal e incremento brusco de las pérdidas (es decir, deposiciones y vómitos) en corto tiempo.
Cómo prevenir el malestar gastrointestinal
Para ayudar a prevenir o restringir el contagio, se recomienda el lavado de manos, que es el modo de defensa más importante tanto para los proveedores de cuidado infantil como para niños. Se recuerda que el uso de guantes no sustituye la necesidad de lavarse las manos.
Tanto el personal de los distintos establecimientos educativos, deportivos, como los niños, siempre deben lavarse las manos después de usar el inodoro, al ayudar a un niño a usar el baño o de cambiar pañales, y antes y después de preparar, servir y consumir alimentos.
Se deben desinfectar diariamente juguetes, cuartos de baño y superficies donde se preparan los alimentos usando lavandina recién diluida al 10 % (una parte de lavandina y nueve partes de agua).
Los pacientes con síntomas de la enfermedad no deben concurrir a la escuela, jardines y/o trabajo para evitar la diseminación, debiéndose insistir en la importancia de la consulta precoz ante la aparición de síntomas.
La diarrea causa evacuaciones acuosas y abundantes y, como consecuencia, el cuerpo sufre una pérdida de agua y sales. Por eso el tratamiento más importante a seguir es reponer los líquidos que se pierden y consultar rápidamente al médico, evitar la automedicación y seguir las indicaciones médicas.
Si se trata de un bebé que toma solamente el pecho, debe seguir tomándolo sin límite de horario y con mayor oferta. En niños mayores, adolescentes y adultos se debe aumentar la ingesta de líquidos.
Ante un caso de gastroenteritis viral no es necesario dar ningún tipo de medicación. La mayoría de las diarreas evolucionan bien sin fármacos, No obstante, si se tiene fiebre, se pueden usar los antitérmicos habituales como el paracetamol o el ibuprofeno.