Gasta menos, compra más cerca y más frecuentemente lo hace por internet. Si consume los mismos productos que hace seis meses, lo hace en forma más espaciada. Se ajustó los gastos sobre todo en los servicios. Para julio del año pasado, en pleno pico de la pandemia de coronavirus la clase media de las provincias centrales del país enfrentaban sobre todo escenarios de “incertidumbre”, hoy la “preocupación” es la palabra que más repiten para definir su estado de ánimo, además de la “tristeza”. A la mayoría, el optimismo no los acompaña y de hecho casi 6 de cada diez cree que el 2021 será “igual o mucho peor” que el año que pasó. Solo algo más del 20% mira con buenos ojos los diez meses que quedan por delante.
El humor social y los hábitos de consumo en las capas medias es el universo donde la consultora Mec puso la lupa a través de un estudio que compara el escenario de julio de 2020 con el de enero de 2021 en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe. Los santafesinos consultados representaron el 53 por ciento del total, en tanto con una proporción del 37 por ciento, Rosario también fue una de las ciudades con mayor representatividad. Si bien la mayoría tienen entre 41 y 65 años, también un 22% de los participantes eran menores de 40 años y una proporción similar superaban los 65.
Lo cierto es que por lejos la mayoría no modificó con el inicio del año la percepción de preocupación e incertidumbre que arrastraba ya desde mediados de 2020, pero además tampoco tiene expectativas en los meses por venir.
De hecho, más del 55% de los encuestados consideró que este año será “igual” o incluso “mucho peor” que el año del inicio de la pandemia de Covid-19 y apenas el 23% mira lo mucho que queda por transitar de este año con optimismo.
El humor fue mutando desde el inicio de la pandemia. Hace un año la “preocupación” era la principal sensación que atravesaba la mayoría e incluso la palabra “esperanza” aparecía entre las emociones planteadas; sin embargo, en julio, el escenario era de “incertidumbre” sumada a la “preocupación”, se achicó la “esperanza” y se acrecentó la “desesperanza”. Hoy, en tanto, la “preocupación”, seguida por la “incertidumbre” y la “tristeza” son las palabras que más repiten.
Cómo ajustarse
El cuidado en el consumo que ya se venía registrando en los meses previos al Covid-19 se acrecentó y el cuidado en el gasto alcanzó a más de del 47% de los consultados, además de registrar un crecimiento de las llamadas estrategias de consumo defensivas.
Ir por marcas más económicas fue uno de los caminos que antes elegía el 13% de los consultados y ahora lo hace más del 25%, así como comprar apenas lo necesario: una proporción que creció del 29 al 46%. Otra alternativa, consumir lo mismo en marcas y productos, pero reducir la frecuencia: una alternativa que creció del 12 a al 34% de los encuestados.
Sin embargo, a la hora del ajuste, fueron los servicios contratados en el hogar donde las capas medias intentaron en este meses buscaron reducir sus gastos.
En el servicio de telefonía celular, el 25% se bajó a un plan más económico con la misma empresa y un 8% directamente cambió por una compañía más barata. Con respecto al servicio de televisión por cable y servicio de internet se dio una tendencia similar
En el cable, el 20% solicitó un plan más bajo a su operador de cable y el 5% se trasladó a una empresa más económica, mientras que en el servicio de internet el 22% se quedó en la misma compañía por menor precio y el 8% optó por una empresa que cobre menos.
Ni la vacaciones
Retomar las actividades de esparcimiento fue oxígeno para muchos. De hecho, la mayoría volvió a encontrarse con familiares, salió a caminar al aire libre por parques y se reunió con amigos.
Sin embargo, muchos optaron por evitar los espacios de mayor concurrencia y apenas un 28% dijo que volvió a bares y restaurantes y apenas un 14% se decidió por retomar los entrenamientos en gimnasios.
El verano, con mayor tiempo libre, tampoco significó grandes movimientos y las vacaciones recién aparecieron entre las tercera de las alternativas más elegidas.
De hecho, “quedarme en casa” y “hacer nada en particular” fue la respuesta que eligió un tercio de los consultados sobre los planes para la temporada estival, un 24% planificó refacciones en el hogar y apenas un 16% pensó en salir de vacaciones.