Bruno González tiene 23 años, es rosarino y la rompe en las redes sociales. Se dedica a crear contenido para Instagram y Tik Tok, plataformas en donde hoy tiene 130 mil y 215 mil seguidores respectivamente. Pero hace algunos años su realidad era otra. En la crisis de 2001, su papá se quedó sin trabajo y él quiso ayudar. Con 14 años se sumó en las calles a recolectar cartones para vender y obtener algo de dinero para que la familia pudiera sobrevivir.
Bruno tenía el sueño de “pegarla” y convertir ese "juego" en un trabajo con el que pudiera ayudar económicamente a su familia. Y lo logró. Hoy todos lo conocen como Koublast, un verdadero fenómeno en el mundo virtual.
“Mi primer video que la pegó fue uno en el que se escuchan disparos de fondo”, rememoró Bruno, en diálogo con La Capital.
Si bien Internet es un universo infinito en donde una persona puede esconderse bajo un seudónimo y mostrarse de la forma que desee, en el caso de Koublast fue la manera en la que contó la realidad en la que vive junto a su familia la que le permitió crecer en números de vistas y fanáticos. Sus videos se caracterizan por contar cosas que le van pasando en su día a día en formato storytelling. Los materiales que comparte están plagados de humor y promueven cercanía, lo que permite que miles de chicos se sientan identificados con él.
Bruno mostró sin temor su casa, su heladera vacía, y se explayó con absoluta franqueza sobre los problemas por los que pasaron cuando su papá se quedó sin trabajo. También reveló cómo encontró en las redes sociales una manera de conseguir un plato de comida para su familia, lo que conmovió a miles de personas.
Hijo de Martín y Sonia, Bruno creció en una familia muy unida. “Yo trabajé desde muy chico. Antes de empezar con mi trabajo en las redes estaba siendo explotado en un trabajo que no me gustaba”, contó. “Hice muchas cosas”, resumió. Bruno trabajó en una heladería, en una ferretería, en atención al cliente, también se desempeñó en tareas de mantenimiento del hogar. También acompañó a su papá en la recolección y la venta de cartones.
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A pesar de las dificultades, Bruno destaca la relación con su familia como el motor que lo impulsa a trabajar duro día a día. Sin importar los baches que hayan tenido a lo largo de su vida, jamás dejó de sentirse apoyado por ambos. “Ellos tuvieron una infancia muy fea, yo creo que por lo general esas personas quedan golpeadas en la vida y no saben dar amor. Ellos lo contrario, son muchísimo amor”, expresó. “En especial mi mamá, mi papá a veces le cuesta un poco pero se va soltando más cada año, cada año está más amoroso. Capaz dinero no había, pero amor había de sobra”, confió el joven creador de contenido.
“Desde chico tuve que aprender a ser una persona grande”, reflexionó. “Ellos nunca me vieron como un nene, siempre me vieron como una persona inteligente, de opinión madura. Hasta los ayudo a tomar decisiones. Casi siempre en las familias es al revés, los padres ayudan a tomar decisiones a los hijos, pero acá yo también los ayudo a tomar decisiones a ellos”, contó Bruno. “Esa es mi relación con ellos y es hermosa”, manifestó con seguridad.
Hace tres años, Bruno se encontraba estudiando Ingeniería en Alimentos -su primera opción, Nutrición, era demasiado cara- pero debió abandonar sus estudios con la llegada de la pandemia. Era muy difícil para su familia conseguir trabajo y juntar dinero para los gastos. "Ya veníamos mal pero la pandemia nos arruinó más”, rememoró Bruno. El hecho de tener que abandonar los estudios hizo que pierda la motivación. “Estaba bastante desilusionado y triste, porque cuando uno está haciendo cosas está motivado, se entiende que uno quiere llegar a un futuro, pero al cortarte esa motivación y tener que trabajar, fue un golpe muy fuerte”, lamentó.
En esa época fue cuando “Koublast” llegó a las redes sociales como se lo conoce hoy en día. “Justamente durante la pandemia fue cuando arranqué en las redes, porque buscaba salir de esa rutina y a la vez necesitaba ayuda económica porque nosotros al ser factor de riesgo no podíamos salir, necesitábamos ayuda económica de alguna manera”, sintetiza.
El impulso en redes sociales fue posible gracias a sus amigos, quienes lo empujaron para que se animara a subir su primer video. Koublast jugaba con sus amigos a videojuegos por internet, se llamaban "virtualmente" -costumbre en pandemia- y eso hacía más amenas las noches para él y su grupo de amigos. “Muchos me decían que yo era muy chistoso, que hacía reír mucho, que debería arrancar con las redes. Y dije bueno, voy a probar. Y hasta el día de hoy le estoy metiendo”, comentó orgulloso.
Los videos de Bruno tienen mucho humor. “Un humor sano, un humor entre amigos sobre todo, no me gusta burlarme de nadie, no me gustan esas cosas”, definió. En sus materiales se puede apreciar la simpleza con la que dirige a su público, al que trata como parte de su grupo de amigos. Antes de comenzar a subir videos, Bruno solía consumir mucho de este tipo de contenido, veía videos de otros creadores y soñaba con hacer lo mismo.
Un personaje de redes que admira mucho es un creador llamado “Pimpeano”. Contó que sus videos lo alegraban y eso le despertó el deseo de querer generar lo mismo en otras personas. “Para mí él es una inspiración. Cuando yo estaba bajón, él siempre estaba con sus videos. Entonces cuando lo vi dije ‘quiero ser como él’. Quiero reflejar esta felicidad en otras personas”, expresó.
Bruno también encontró una nueva pasión. Ama editar videos y el Diseño Gráfico, carrera que comenzó a estudiar este año en la Universidad Nacional de Rosario, el primero de su familia en animarse a los estudios superiores.
Si bien su carrera en las redes sociales crece a grandes pasos, el objetivo para él sigue siendo claro: “Lo que proyecto de ahora en más con las redes es hacer feliz a mi familia y algo que me haga feliz a mí, poder ayudar a mi familia y seguir adelante. Antes yo hubiese dicho, no sé, llegar lejos y tener, no sé, mucha plata, pero no, era un nene cuando pensaba eso. Ahora con estar bien, yo estoy feliz”, expresó.
A pesar de no contar con la última tecnología, Bruno muestra en sus videos que eso no va a ser un freno para él: “Soy fiel creyente de que si una persona quiere hacer algo lo puede hacer, más allá de si tiene un buen teléfono. Más allá de lo que sea”, concluyó.