Por Silvina Dezorzi
Aunque ayer circularon rumores sobre una inminente reunión de la fortalecida ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley (bajo cuya órbita ahora quedará subsumida la cartera de Salud), con sus pares provinciales, Alvarez dijo a LaCapital que no había sido convocado ni mantenido ningún contacto.
Hace apenas dos días, el ministro santafesino reclamó al gobierno nacional actualizar los recursos para la ayuda alimentaria que llegan a Santa Fe, congelados desde hace más de dos años. Eso, en el marco de un aumento de la demanda social que ronda el 40 por ciento desde el inicio de la gestión, recordó.
Esas partidas, que Alvarez precisó suman unos 25 millones de pesos mensuales, son destinadas por la provincia a la Tarjeta de Ciudadanía, ayuda que reciben 180 mil santafesinos para la compra de alimentos por un valor de 273 pesos.
"Desde hacía tiempo veníamos pidiendo una actualización del convenio que firmamos en junio de 2016 y recién ahora lo vamos a estar renovando, con un incremento del 10 por ciento", dijo Alvarez. El aumento llevará la tarjeta de ciudadanía a 300 pesos.
Por fuera de eso, el ministro dijo desconocer qué significará para Santa Fe la ampliación de la ayuda social anunciada por Macri para mitigar el impacto del ajuste sobre el segmento de población más desprotegido.
También se preguntó, por ejemplo, si el prometido refuerzo para la asignación universal por hijo se cobrará "sólo en septiembre y diciembre o a lo largo de esos cuatro meses".
Ante tanta incertidumbre, confió en que se convoque a la brevedad al Consejo Federal de Ministros de Desarrollo Social y se destinen "partidas especiales con mayores aportes para lo social".
A nivel provincial, Alvarez recordó que desde el inicio de la gestión Lifschitz las partidas para comedores y copas de leche que provee Desarrollo Social crecieron 150 por ciento y se trabaja codo a codo con organizaciones sociales y religiosas (como el Consejo de Pastores o Cáritas, por ejemplo) para afrontar una "realidad macroeconómica difícil".
Aun así, más allá de los "altos índices de pobreza estructural, que vuelven a los sectores vulnerables especialmente sensibles a las crisis coyunturales", y al impacto que las medidas del ajuste tendrán sobre "la clase media y media baja", el ministro dijo no avizorar hoy ningún escenario de desborde social.