En la familia de Micaela Cribb nunca faltó ni sobró nada. Hija de docentes, la joven de 23 años no recuerda una fiesta de fin de año en la que no haya recibido un regalo, por eso en medio de una crisis económica que golpea con mayor dureza a niñas, niños y adolescentes, se puso un objetivo: acercar un juguete a la mayor cantidad de hogares posible. Y para eso, desde hace dos semanas, en su peluquería ofrece un corte de pelo gratis a quienes estén dispuestos a dar una mano y colaborar con la entrega de un juguete.
Micaela es la menor de las dos hijas de una pareja formada por un docente y una enfermera, que falleció hace dos años durante la pandemia de Covid. En octubre, la joven pudo cumplir su sueño: abrir su peluquería en el centro de Roldán, a apenas unas diez cuadras del barrio Villaflores, uno de los más humildes del municipio donde muchos rosarinos pasan sus fines de semana.
Y en medio de charlas con sus empleadas, Camila y Mónica, y con su nueva clientela, Micaela empezó a amasar la idea en la cual está trabajando desde el 27 de noviembre pasado: que todos las chicas y chicos de Roldán puedan tener un regalo esta Navidad.
"En estos tiempos tan difíciles por los que estamos pasando, queríamos llevar una sonrisa y una alegría a esos hogares", dice Micaela con tanta sencillez como ternura. Así empezaron a organizar una jornada de juegos en la calle donde está la peluquería, en Sarmiento al 400, con inflable, merienda y un Papá Noel que reparta los regalos que ya empezaron a dejar su clientela a cambio de un boucher por un corte de pelo gratis.
Micaela quiere que "todos los chicos de Roldán puedan acercarse a pasar una tarde divertida. Sin importar la edad, ni la situación de su economía", dice.
Con las puertas abiertas
Micaela tiene 23 años, trabaja de peluquera desde los 16 y en octubre pudo abrir su propio local, el estudio de belleza MCB, donde también ofrece servicios de barbería, uñas, masajes y cosmética de pestañas y cejas. Siempre vivió en Funes, "cuando era casi todo campo", recuerda pero cuando quiso montar su propio negocio el precio de los alquileres la obligó a buscar otro lugar.
La primera opción fue Rosario, pero cosas del destino "apareció" el local de Roldán donde atiende todos los días desde vecinos y vecinas del barrio hasta quienes pasan en el municipio sólo los fines de semana. "Me encanta el lugar, la gente vive más tranquila, es más respetuosa y puedo trabajar con las puertas abiertas", destaca.
Además de espejos, sillones, peines, secadores y productos de cosmética, por estos días en uno de los rincones del local se acumulan dos bolsas con los regalos que ya están juntando y piensan repartir el próximo viernes a partir de las 20. "Ya tenemos muchas cosas, pero queremos sumar más, hay muchas familias que tienen necesidades, acá a pocas cuadras del local", señala.
Su clientela se mostró dispuesta a participar de la movida. "Nos felicitan, nos dicen que es muy bueno que siendo tan jóvenes nos dediquemos a esto, que pendemos en llevar una sonrisa a los chicos sin pedir nada a cambio porque lo estamos haciendo todo a pulmón", cuenta la joven. Ahora están buscando interesar también a otros comerciantes de la zona para poder alquilar un inflable y una pochoclera.
La primera muñeca
Micaela no recuerda una Navidad sin regalos. "Algunos eran mejores, otros pequeños pero nunca nos faltó nada", dice y describe con una precisión de taxidermista las fiestas de fin de año de 2007 cuando recibió su primera muñeca. "Yo quería una Valentina, una muñeca que estaba muy de moda y media un metro, casi lo mismo que yo. Mis papás no me la pudieron comprar, pero sí tuve una muñeca, igual de linda, la primera de todas".
Hija de un docente y una enfermera, fallecida durante la pandemia, dice que sus padres siempre le enseñaron "a ayudar a los otros". Si bien pasaron tiempos difíciles, "en los que no teníamos más que arroz y fideos, nunca nos faltó un plato de comida y siempre nos dijeron que teníamos que ser agradecidas por eso". Y no eran sólo palabras, en 2012 sus padres se juntaron con otros vecinos y pusieron en marcha la primera vecinal de Funes.
La de Micaela es una de las tantas historias solidarias que circulan por la región en estos días, marcados por el crecimiento de la inflación, el aumento de los índices de pobreza y un cambio de gestión presidencial Según datos del Indec correspondientes al primer semestre de 2023, el 57% de los niños y adolescentes de cero a 17 años de Argentina son pobres, lo que equivale a 7,4 millones de chicos. Dentro de ese total, el 14,3% vive en la pobreza extrema; es decir que 1,8 millones de menores no cuentan con los recursos suficientes para acceder a una alimentación básica.
En medio de un año marcado por la inflación, la Navidad llega con aumentos. Mediciones privadas advirtieron que la canasta navideña es un 240% más cara que en diciembre de 2022, superando la variación interanual que hasta octubre se ubica en 142,7%. Desde la la Cámara Argentina de la Industria del Juguete estimaron que los juegos y juguetes de industria nacional tuvieron un incremento de precios interanual promedio del 110% y que el presupuesto mínimo para los regalos arranca desde 800 pesos.
Detrás de todos estos números está la vida de la gente. Y las historias como la de Mica que buscan desafiar la adversidad a puro trabajo.