Evitaron el remate de la vivienda única de una jubilada con discapacidad
"Usurero, usurero", alertaron los familiares y amigos de Gilda Sust frente a la puerta del Juzgado Civil y Comercial Nº9, en el segundo piso de los Tribunales provinciales.
18 de noviembre 2015 · 01:00hs
"Usurero, usurero", alertaron los familiares y amigos de Gilda Sust frente a la puerta del Juzgado Civil y Comercial Nº9, en el segundo piso de los Tribunales provinciales. De ese modo, lograron suspender por segunda vez en un mes la subasta del departamento del sexto piso de Sarmiento 1015, donde vive la mujer de 70 años, jubilada y con una discapacidad motriz. Su única vivienda, familiar y permanente. "Hicimos una oferta esta mañana, pero mi hermana (la otra parte) la rechazó y llegamos a esta instancia", dijo la mujer, casi al borde del llanto, minutos antes de las 14, hora en la que estaba convocada la subasta. El final fue auspicioso: el remate se suspendió y se abrió un plazo de 20 días para ver la posibilidad de que Gilda compre la propiedad, a un precio criterioso, y a partir de un préstamo que le hará una mutual, según anticipó Nire Roldán, que acompañó el proceso de la mujer desde la Concejalía Popular.
La vivienda llegó a esta situación por un conflicto de sucesión que mantienen desde hace años Gilda y su hermana, ya que se trataba de la casa de la madre de ambas. Tras la muerte de la mujer, Gilda dice haberse hecho cargo de todos los gastos de la vivienda y de su madre, y haber sido víctima de una maniobra de su hermana, que "empujó la situación hasta el remate y que sólo busca que me vaya de la casa".
En octubre ya hubo un intento de subasta que también se suspendió. Ayer, antes de la segunda convocatoria a remate, Gilda le hizo al representante legal de su hermana una oferta para llegar a un acuerdo y pagarle 600 mil pesos, la mitad del precio de base. Si bien en principio respondieron que que sí, luego dieron marcha atrás y se negaron a negociar.
Tensión. Sin acuerdo, el remate fue convocado a las 14. Frente a la puerta del Juzgado Civil y Comercial Nº9 se instaló una silla con un bandera donde se leía: "Remata Patricia Figueroa", y sobre ella un papel con los datos de la propiedad de 67,62 metros cuadrados, para la cual se establecía un precio de base de 1.305.000 pesos.
Hasta allí llegó Gilda, que sufre la enfermedad de Paget, que le provoca serios problemas de movilidad, acompañada de su hija de 21 años, vecinos, familiares y amigos, con el objetivo de evitar el remate.
Si bien en principio no se presentaron oferentes, sobre las 15 un hombre joven se presentó en la puerta del juzgado diciendo que quería "presenciar" el trámite, pero minutos después, intimado por los presentes, dijo ser "un oferente". La gente intentó evitar que el hombre ingresara, se produjeron tensos diálogos y finalmente desistió y se fue del lugar.
Con eso, el acta se cerró con la suspensión del remate y la apertura de un plazo de 20 días para que Gilda pueda llegar a una solución.