Tras la amenaza sufrida por la comunidad educativa de la escuela Islas Malvinas, cuyo edificio amaneció el miércoles con un reguero de vainas servidas, maestros y alumnos reanudarán este viernes las clases. Durante un tiempo, en la manzana de la escuela se intensificará el patrullaje policial y dos efectivos de la Policía Comunitaria permanecerán en el ingreso al establecimiento. Según advierten desde el Ministerio de Educación, en los últimos dos años creció notablemente la cantidad de colegios con custodia policial para evitar robos, actos de vandalismo y agresiones. Actualmente hay unas 30 escuelas con custodia.
Desde temprano, los docentes de la escuela Nº 117, de España al 4500, estuvieron reunidos con los profesionales del equipo socioeducativo del Ministerio de Educación de la provincia. Afuera del establecimiento de rejas amarillas un patrullero y dos efectivos de la Policía Comunitaria custodiaban el poco movimiento de la jornada en una escuela donde acuden unos 700 alumnos de nivel primario.
Fue la respuesta más inmediata después de que en el edificio escolar se encontraran 46 vainas servidas y un cartel amenazante dirigido a los docentes pegado en la puerta del ingreso principal. Con angustia, los maestros vincularon el hecho con los relatos que a diario hacen sus alumnos de la ola de violencia que se registra en la ciudad, anécdotas donde el fácil acceso a las armas y su utilización para dirimir conflictos es cada vez más frecuente.
El día después de la amenaza, en la Islas Malvinas las clases estuvieron suspendidas y los docentes mantuvieron una serie de reuniones con profesionales y referentes del barrio. "Mientras Seguridad hace su aporte nosotros procuramos dar una respuesta relacionada con el trabajo formativo y educativo, abrir el diálogo, que circule la palabra, poner estos hechos en contexto y pensar cómo hablar de este tema con las niñas y los niños", explicó el delegado regional de la cartera educativa, Osvaldo Biaggiotti.
La oportunidad sirvió también para aceitar los vínculos entre las instituciones del barrio. Fuero convocados referentes del Centro de Convivencia Barrial, la vecinal y el club. "Son los actores que pueden salvar a los chicos del riesgo constante que representa la amenaza de la criminalidad", consideró el funcionario.
Un contexto violento
La escuela de España al 4500 no es la primera que queda en medio de conflictos donde las armas de fuego tienen inusual presencia. Desde los últimos meses del año pasado hubo otros tres colegios que, por casualidad o en forma deliberada, fueron escenarios de balaceras.
Para las autoridades educativas, estos ataques se desarrollan en medio de un contexto general de violencia y como consecuencia de una mayor tensión en los vínculos entre padres y docentes después de la suspensión de clases para evitar contagios de coronavirus.
La situación se refleja también en el crecimiento de los robos o actos de vandalismo en los edificios escolares, que se incrementaron en los últimos años. Tanto que, para prevenir estas situaciones, se incrementó la cantidad de escuelas con servicios adicionales de policia.
Actualmente existen unos 30 colegios con patrullaje especial entre las 19 y las siete. "Desde el comienzo de la pandemia se han ido agregando cada vez más escuelas y es un número que lamentablemente está creciendo", aseguró Biaggiotti.
La vigilancia tiene que ver principalmente con prevenir hechos de vandalismo, robos o destrozos de los edificios escolares, pero también para asegurar el tránsito de docentes y alumnos de terciarios y escuelas nocturnas.
En la ciudad hay 350 edificios escolares que albergan unas 476 escuelas públicas que van desde jardines maternales hasta terciarios, Eempas o escuelas de oficios.
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Volver al aula
Las clases en la escuela Islas Malvinas se retomarán este viernes. Durante un tiempo, el colegio contará con dos efectivos policiales custodiando el acceso. Son uniformados especializados para intervenir en estos conflictos.
La misma solución se empleó en otros acontecimientos de gravedad que tuvieron a otras escuelas como escenario. La primera vez fue en octubre del año pasado, cuando en pleno mediodía, se produjo una balacera entre dos autos a pocos metros de la escuela República de Bolivia, de La Paz y Suipacha. Los disparos se escucharon puntuales en el cambio entre los dos turnos, causando conmoción entre niños, docentes y padres.
El dispositivo volvió a utilizarse un mes después cuando, en la madrugada de un domingo previo a las elecciones legislativas, dos escuelas fueron baleadas. Una de ellas fue la escuela Santa Isabel de Hungría, de Cafferata 4070, el mismo día también hubo disparos en el frente de la escuela técnica Nº 472 Crisol, ubicada en Magnano al 6300.
Allí, los docentes encontraron un cartel que decía "O se comunican con la mafia o siguen las balaceras". Por entonces, los fiscales que investigaron los ataques los relacionaron con la proximidad de los comicios. Una de las hipótesis fue que el líder de Los Monos Ariel Máximo "Guille" Cantero las había ordenado para generar caos en la previa electoral.