Llegar a las Colectividades por las bajada del Monumento Nacional a la Bandera, tanto por calle Córdoba como por Santa Fe, permite ver el escenario principal de frente, aunque de espaldas. Hay que tener en claro que hacia la izquierda se encuentran 10 stand, el último Brasil. Casi lo mismo sucede hacia la derecha, solo que habrá más delegaciones: 18, con Argentina cerrando el sector. Hay otros 7 en la zona central, antes de cruzar la calle Los Inmigrantes, y frente a ellos, de espaldas al río Paraná los restantes 7 participantes de esta 39ª Fiesta, que abre sus puertas todos los días a partir de las 19. El cierre: 1.30 (viernes y sábados) y el resto de las noches a las 0.30.
La avenida Belgrano sirve de guía tanto como el Monumento en el momento de orientarse de cara al predio en el que se mezclan todas las colectividades, donde se puede disfrutar de las distintas culturas y apreciar la gastronomía que ellas ofrecen, a la par de escuchar sus músicas, sus bailes y ver sus coloridos stand.
A la izquierda del escenario
Si la opción es comenzar por el sector izquierdo aparece Sei Italia, donde confluyen 5 agrupaciones: Familia Basilicata, Familia Abruzzesa, Centro Toscano, Familia Molisana y Familia Veneta (en todas con el aroma de las pizzas y las pastas en las que las lasagnas son estrellas). En el mismo sentido de dirección aparecen los stand del Club Social Argentino Sirio (con el imperdible hummus y las riquísima empanadas árabes), el Centro Cultural Croata (a probar un buen strudel) y el Club Argentino Brasileño (a no perderse la feijoada ni la caipirinha, al ritmo del samba).
Detrás de ellos, y en el mismo orden se puede recorrer Perú (con el riquísimo ceviche y el anticucho), la Unión de Países de África del Oeste (imposible no probar el kerap, con cebolla, pimiento rojo y verde en salsa), Cuba (con su arroz con frijoles y el congrí de ropa vieja, y los poderosos sabores del mojito y el Cuba Libre) e Irak (el shawarma no se puede dejar pasar). A la vez que en una tercera línea (frente al Galpón 17) se levantan los stand de Ucrania (syrnyk, una torta de ricota y miel) y Grecia (se recomiendan los pasteles spanakopita y tirópita).
A la derecha del escenario
Otra recorrida es hacia la derecha del predio, con una gama más amplia de alternativas, que comienzan en una primera línea de seis representantes: Centre Català (en el set de tres tapas se destaca la butifarra), Eslovenia (al chorizo ahumado llamado krainske klobase se lo acompaña con aguardientes de ciruelas o peras), la Asociación Civil Hogar Checoslovaco (el guláš con spetzle es con una salsa a base de cebolla y paprika con carne de ternera, acompañada de un tipo de pasta esponjosa es la que llama la mayor atención), la Asociación San Patricio (el pastel chicken pie acompañado de una buena cerveza), Alemania (el chucrut con salchichas y más cervezas son una gran tradición) y Austria (a un buen pancho le debe seguir el dulce de las frutillas bañadas en chocolate). Detrás aparecen en el mismo orden el Centro Asturiano (fabada y sidra sin dudar), Palestina (el Falafel sale con croquetas de garbanzos en sandwich de pan pita), Galicia (a las empanadas gallegas no hay quien le gane), Polonia (como no saborear el zapiekanka, un pan de baguette con salsa de champiñón y cebolla con muzzarella) y el Rincón Murciano (con una paella de mariscos y tragos típicos).
Cruzando la calle interna Raúl Domínguez, a la altura de la rotonda y plazoleta Soberanía Nacional aparecen los sectores de Perú con la Asociación Civil Hermandad del Señor de los Milagros (el arroz chaufa va como tiro junto a un pisco sour) y África, representado por Ghana, Níger, Nigeria, Liberia y Marruecos (el cono de África viene compuesto con carne macerada y condimentadas en fajitas, acompañadas con vegetales).
Delante de ellos, bordeando la Av. Belgrano se ubican la Casa Balear (para disfrutar de sus pinchos con carne de cerdo y verduras), Unión Sionista de Rosario (los knishes traen el sabor único de esa empanada rellena con papa), Paraguay (el chipá y la sopa paraguaya son un clásico) y Bolivia (se recomienda una rica sopa de maní licuado, con carne, zanahoria, cebolla, arroz y papas).
El cierre, en forma de U, es para un muy amplio sector de Argentina. Y qué decir de la especialidad, un buen asado, empanadas y ricos vinos.
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El recorrido no terminó. Falta repasar la zona centro del gran predio. Y esto no quiere decir que se debe dejar para lo último. Muchos también lo recorrerán primero y después seguirán hacia los laterales ya detallados.
En el centro del parque
Quedan 14 colectividades y para tener en claro sus ubicaciones se nombran las 7 de espaldas al Paraná: en este caso de izquierda a derecha: Venezuela (con arepas y tequeños como manjares), Tanzania (una gran sugerencia son las sambusas son empanadas de masa de hojaldre rellenas de carne), Líbano (el plato destacado es sin dudas el kebbe, de carne molida con trigo burgol macerada con especias y rellenas con nueces y cebolla), la Asociación Italiana Alcara Li Fusi (los cannoli con crema pastelera son una delicia), el Centro Riojano Español (para degustar de la rica caldereta), el Centro Castilla y León (la paella castellana es la estrella de su gastronomía), y el Centro Vasco Zazpirak-Bat (las bokata de txistorra a la sidra o de boquerón son una especialidad).
Delante de los dos primeros, a la izquierda, se ubican cuatro colectividades: Familia Calabresa (pizzas y calzones), Familia Marchigiana (la porchetta marchigiana es la estrella), Centro Laziale (el panini y unos buenos traguitos de limoncello) e Irán (el postre baglava, con su hojaldre, no se puede evitar). Y los tres restantes, a la derecha, están el Centro Navarro (a las sabrosas tortillas se les suma el zurracapote, vino macerado con frutas), Yemen (hay que disfrutar de un kabab) y Rusia (al sabroso pelmen con carne de cordero, disco de masa y especies se lo disfruta, aunque el imperdible, por supuesto, es tomar vodka).
Por lo que se ve, un día no alcanza. Ni para recorrer, ni para escuchar, ver bailar, ni disfrutar de los sabores.