Mientras Juan Cruz Ferreyra, el chico de 14 años que sufrió la amputación de una pierna al ser atropellado el 16 de diciembre por una furgoneta policial, ya evoluciona favorablemente en una sala común del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), la causa avanza a pasos lentos. Por de pronto, quien conducía el vehículo, el agente Ariel Carlos A. de 33 años, podría quedar imputado hoy de homicidio culposo agravado por haber arrollado también a la tía del nene, que murió poco después, y lesiones gravísimas. Caso contrario, la fiscalía a cargo de Mariana Prunotto pedirá que se habilite la feria para realizar la audiencia imputativa la semana próxima. Hasta ahora, "los preinformes indican que la velocidad a la que iba la camioneta" era de entre 60 y 80 kilómetros por hora, aunque restan pericias para confirmarla con exactitud.
La fiscalía investiga el accidente protagonizado por una camioneta policial Renault Master mientras perseguía a una moto que acababa de eludir un control. Los testigos dijeron entonces que la chata venía a alta velocidad hasta que chocó contra un auto y terminó subida a la vereda de 1º de Mayo y Ameghino.
La desgracia quiso que sobre un tronco apoyado sobre la acera estuviera charlando y tomando mate una familia entera.
Así, en un segundo fatal, la furgoneta atropelló a Yanina Ferreyra, de 39, quien sufrió un traumatismo de cráneo grave, la amputación parcial de ambos brazos y fracturas de húmero, radio y cúbito, y falleció al día siguiente en el Heca. El otro herido muy grave fue Juan Cruz, su sobrino, quien también perdió una pierna y muchísima sangre.
El chico permaneció diez días en terapia intensiva, pero su evolución favorable ya les permitió a los médicos pasarlo a sala general. El director del Heca, Néstor Marchetti, confirmó ayer que el adolescente "está estable" y "salió del estado de gravedad", pese a que aún es incierto cuándo podrá abandonar el hospital. "Pero se está recuperando", aseguró.
De hecho, una de las tías del nene, Julieta Petracco (23), que se turna con otros parientes para cuidarlo, contó que Juan Cruz tomó "bastante bien" las dos noticias que la familia más temía darle: que Yanina había muerto y que él había sufrido la amputación de su pierna. Pero, razonó: "La cosa va a ser cuando se quiera levantar, pero por ahora está tranquilo".
De todos modos, Marchetti aclaró que el corte se produjo a la altura de la rodilla y evaluó como probable que, a futuro, pueda desarrollar una vida medianamente normal con una prótesis. La familia prometió "luchar para que reciba la mejor".
En cuanto a la causa, la tía del nene confió en el poder de los testimonios que incluso la propia familia va acercando a la Justicia. Julieta dice que "todos los testigos" afirman que la camioneta, conducida por policías, "circulaba a alta velocidad y nunca usó sirenas".Varios testigos ya declarararon ante la Justicia, que además empezó a recibir los resultados de las pericias (fotográficas, de cámaras de la zona, del GPS del móvil que protagonizó la tragedia y los de otros que circulaban por el área), aunque todavía no la que revelará a cuántos kilómetros por hora se desplazaba la Renault Master. Tampoco llegaron aún los datos de la prueba planimétrica ni de la accidentológica.
Sin embargo, según fuentes de la fiscalía, algunos "preinformes" indican que la camioneta marchaba a "entre 60 y 80 kilómetros por hora".
La audiencia imputativa al conductor (Ariel A., quien quedó internado unos días en el sanatorio Laprida, pero la semana pasada ya obtuvo el alta) podría desarrollarse hoy o los primeros días de enero, en cuyo caso la fiscal pedirá que se habilite la feria judicial. La acusación será por "homicidio culposo agravado y lesiones gravísimas".
Sanciones
Sobre el resto de los policías que iban a bordo de la chata al momento del accidente, el director provincial de Control de las Fuerzas de Seguridad, David Reniero, adelantó que cuando la fiscalía les remita las actuaciones se analizarán qué sanciones administrativas pueden caber a los efectivos, al conductor y a sus acompañantes.