Cientos de pacientes de escasos recursos con enfermedades renales graves
atraviesan situaciones desesperantes. Pasaron seis meses sin que el Centro Unico de Ablación e
Implante de Organos (Cudaio) de Santa Fe hiciera los estudios de histocompatibilidad, que les
permitirían ingresar a la lista oficial para un trasplante.
Aunque en la última semana el Hospital Centenario recibió algunas dosis que
servirán para remontar lentamente un situación alarmante, muchas personas que ya cumplieron con
todos los requisitos previos aún aguardan el análisis de histocompatibilidad, último paso para
ingresar a la lista de espera del implante.
Sin embargo, en el Cudaio argumentan que no tienen los reactivos para realizar
los estudios, mientras que desde el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e
Implante (Incucai) aseguran que mandaron los kits en tiempo y forma.
Para la presidenta de la Asociación de Enfermos Renales y Trasplantados de
Rosario (Aerytro), Angela Fernández, es "gravísima y desesperante" la situación actual en la que se
ven inmersas cientos de personas. "No sé dónde se perdieron los reactivos, porque el Incucai dice
que los mandó", se preguntó la mujer.
Es que el análisis de laboratorio, que se denomina HLA, tiene un costo que ronda
los 600 pesos en un centro privado, cantidad inalcanzable para muchos pacientes que asisten a los
hospitales públicos.
Que hagan los análisis. "No nos importan los problemas internos del Cudaio (ver
aparte). Lo único que queremos es que se realicen los estudios, porque la espera de la gente es
desesperante", reiteró Fernández.
La representante de la ONG dijo que, a raíz de la situación de acefalía que
había en el Cudaio en marzo último —luego se nombró como director a Guillermo García—
le pidió una entrevista al ministro de Salud, Miguel Cappiello. "Nunca nos atendió. Hace cinco
meses que esperamos, sobre todo después de que se originó este problema con los reactivos", explicó
la titular de Aerytro.
La mujer describió el estado ánimo de un paciente enfermo renal. "La espera de
esas personas es muy difícil de sobrellevar, más aún cuando se demoran los análisis de
histocompatibilidad que le permitiría ingresar a la lista de trasplantes", relató.
Finalmente, Fernández dijo que "hay una brecha muy grande entre quienes se
dializan y los que integran la nómina de espera. Esa diferencia marca un dato: la dramática
amansadora de cientos de personas".