Gabriela Aiello, la suegra del arquitecto Joaquín Pérez -asesinado a tiros el pasado octubre tras sufrir el robo de su auto en el barrio de Arroyito- denunció este viernes que la causa por el crimen no muestra avances y que en Fiscalía "ni siquiera atienden el teléfono".
"En esta ciudad, un muerto tapa a otro muerto. Y lo que en su momento fue información, cobertura de las marchas pidiendo justicia y mucha información sobre el crimen, se fue diluyendo en los medios. Es lógico que pierda foco su crimen incluso en la opinión pública. Sin embargo la gente me para y me pregunta cómo va la causa. Nosotros entendemos cómo se manejan los medios y su dinámica. Pero sí, hay demasiados muertos y muy seguido y eso hizo perder presencia en lo masivo", destacó hoy Aiello en declaraciones al programa "Todos en la Ocho".
Joaquín Fernando Pérez tenía 34 años, fue baleado el pasado 19 de octubre cuando le robaron el auto en el ingreso de una cochera en el barrio Arroyito. Corrió unos 200 metros y se desvaneció en la puerta de su casa, delante de su esposa e hija de 2 años, y más tarde murió en el hospital.
El violento episodio generó una fuerte conmoción en la ciudad, que derivó en una movilización multitudinaria realizada dos días después en zona norte para exigir justicia y el ofrecimiento de recompensa de un millón de pesos de parte del gobierno provincial para quienes aporten datos concretos a la investigación. Luego llegaron otros reclamos de justicia con multitudinaria presencia.
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Consultada sobre si había habido avances en la causa, la suegra del arquitecto fue contundente: "Estamos parados en la misma nube de hace un mes. Lo que hubo al principio, las caras, las cámaras, las huellas, el pelo, las balas, el arma, todo eso está en espera. No hay novedades desde Fiscalía. Este caso lo tenía el fiscal (Adrián) Spelta, que fue suspendido. No recuerdo el nombre del fiscal que tomó la causa, pero de él no hemos tenidos ninguna comunicación ni ningún contacto. Incluso el teléfono de Fiscalía dejó de atendernos hace por lo menos dos meses. Es penoso y casi cínico que dejen de atenderte el teléfono".
Aiello consideró que todos los datos de la investigación fueron volcados "para calmar la presión mediática". La mujer consideró, de todos modos, que "hay gente que está trabajando, desde lo privado se sigue moviendo".