Tras el decreto nacional que le otorga facultades a las provincias para restringir las actividades nocturnas por el acelerado aumento de contagios de coronavirus, la provincia ya trabaja con los municipios para adecuar la norma que entrará en vigencia a partir del lunes. No obstante, anticiparon que "no será de manera uniforme" y se contemplará la situación epidemiológica de cada región. La idea no es perjudicar al sector productivo, teniendo en cuenta el descontento manifestado por la Asociación Empresaria de Rosario y los representantes de bares y restaurantes.
"Vamos a adherir el día lunes, pero seguramente no será de manera uniforme; vamos a analizar cada caso en particular", le anticiparon a La Capital fuentes del gobierno provincial, mientras el gobernador Omar Perotti mantenía contactos con los intendentes y jefe comunales de la provincia para coordinar y establecer pautas que no perjudiquen al sector económico como ya ocurrió durante la etapa más dura de la pandemia durante el año pasado.
De hecho, el secretario de Turismo de la provincia, Alejandro Grandinetti, confirmó este mediodía en conferencia de prensa que el pensamiento del gobernador Omar Perotti, es "tratar de mantener y preservar las fuentes de trabajo y toda la actividad económica, pero sin poner en riesgo la salud".
En ese equilibrio que se planteó la provincia, Grandinetti adelantó que "no va a haber una medida uniforme para toda la provincia. Sabemos que tenemos ciudades en el centro-norte y ciudades que están dentro de lo manejable como lo es Rosario".
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El caso de Tostado, que volvió a Fase 1 por el abultado incremento de contagios en una ciudad de tan pocos habitantes encendió las alertas en el Ministerio de Salud provincial, que también tuvo en cuenta el monitoreo de casos en Rosario, Santa Fe y otras localidades del sur santafesino. El relajamiento de las medidas de prevención tales como el distanciamiento social, el uso de alcohol en gel y el cubreboca parecen ser un factor determinante a la hora de evaluar el elevado número de contagios.
Rosario reportó este jueves 458 contagios de los 1.432 que notificó la provincia, mientras que Santa Fe registró 199 contagios. Esas cifras comienzan a acercarse al promedio que comenzó a registrarse con el correr de agosto del año pasado hasta llegar a un promedio de 1.000 casos diarios en Rosario. Por eso, la decisión del gobierno provincial es tomar cartas en el asunto para no saturar al sistema sanitario de salud, cuya ocupación de camas generales alcanzó el 77% con un 61% de camas críticas y un 18% de camas Covid.
Sin embargo, desde el sectores gastronómico y comercial de Rosario ya avisaron que una medida de tal naturaleza los llevaría al cierre definitivo de locales y la consecuente pérdida de fuentes de trabajo.
"Afectar la circulación masiva a todos por igual no es la solución porque entendemos que el problema debe atacarse de una manera integral. Todos sabemos dónde está el foco del problema, de modo que aplicar una medida de estas características afecta muchísimo a sectores, sin resolver la situación de fondo”, sostuvo Alejandro Pastore, referente de Paseo Pellegrini.
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En tanto, desde la Asociación Empresaria de Rosario (AER) ya expresaron su preocupación y descontento con el decreto que prevé restringir la circulación de 23 a 6 al argumentar que el foco principal de contagios proviene de las fiestas clandestinas y los encuentros al aire libre que no están protocolizados.
El titular de esa entidad, Ricardo Diab, remarcó también que el sector comercial “no tuvo incidencia en el incremento de los contagios” de coronavirus que se registraron en los últimos días. “Los problemas surgen en aquellos lugares donde hay reuniones clandestinas, donde no se respetan los protocolos y donde no llegan los controles del Estado”, apuntó.
Es por eso que desde la provincia se encargaron de aclarar que "desde hoy (viernes) se trabajará en la adecuación con respecto a las ciudades y los horarios" para no resentir la actividad productiva de cada región.