El buen clima y las temperaturas más elevadas hicieron que los rosarinos salieran a disfrutar de los espacios públicos durante el fin de semana largo. En un intento por controlar la situación, la Municipalidad habilitó un carril en La Florida para ensanchar el lugar para las caminatas, envió agentes a retirar a quienes se habían instalado en la Rambla Catalunya y habilitó los salones de fiesta. Sin embargo, los parques, las playas y las plazas estuvieron colmadas de gente, como si la pandemia no existiera.
Las postales de los parques llenos y de La Florida colmada dejó a las claras que la norma va por un lado y la realidad por otro. ¿Desconocimiento? ¿Hartazgo? Lo cierto es que ante el continuo cambio de decretos y normas, los rosarinos ya no saben qué se puede y que no se puede hacer, qué es lo prohibido y qué está permitido. Y mientras algunos parecen ignorar toda regla, otros reclaman ofuscados en las redes sociales.
Ejemplo de ello fue la polémica que se disparó luego de que la Municipalidad habilitara el funcionamiento de los salones de fiesta como bares, y abriera Posta 36.
Lo mismo sucedió ayer cuando quienes pasaban un rato en La Florida con la reposera y guardando el distanciamiento, se vieron obligados a volver a su casa por los agentes de la Guardia Urbana y de la Policía, que les pidieron que se retiraran.
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Fotos: Silvina Salinas / La Capital
La situación se volvió tensionante cuando, quienes estaban en la playa, cuestionaron por qué no podían permanecer sentados si a pocos metros había gente en los bares guardando la misma distancia que ellos. Lo cierto es que tras el operativo, la misma postal volvió a repetirse horas después.
Otra situación contradictoria se vio en las plazas, donde los agentes municipales prohibían a los niños subirse a las hamacas, pero el lugar estaba repleto de familias sentadas compartiendo mates y tortas sin que nadie les dijera nada.
Muchos se preguntaban por qué si se habilitaron salones de fiesta no se les permitía estar sentados al aire libre, en un espacio público.
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La confusión se impuso en la calle, aunque la Municipalidad tiene argumentos para explicar la normativa vigente.
Desde la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad explicaron que “la normativa dispone la habilitación para caminatas, bicicletas o trote (en los horarios permitidos), pero no la permanencia en los espacios públicos, ni en los parques, ni en las playas”, remarcaron y por eso ayer 50 agentes salieron a la Florida y a los parques para solicitar a la gente que circulara.
Y para ser más claros, desde la repartición que conduce Carolina Labayru subrayaron: “Se puede circular, pero no permanecer en el espacio público”.
Los funcionarios aclararon que la norma “no es antojadiza”, sino que apunta a evitar el problema más grande, que se da cuando la gente permanece en los lugares, porque está mucho tiempo con otros, sin barbijo, y en general comparte el mate. “Todas esas cosas no suceden mientras se está caminando”, agregaron.
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Fotos: Silvina Salinas / La Capital
A su vez, admitieron que “es antipático” aplicar estas normas y que se están buscando “protocolos para regular las distintas situaciones, pero la recomendación sanitaria es que aquellos que necesiten salir para despejarse, aprovechen las caminatas”.
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En cuanto a por qué se habilitan los bares y no los parques y playas, manifestaron que “los espacios públicos no tienen factor ocupacional como sí sucede con los bares, por lo cual se vuelve más complejo garantizar la distancia entre las personas”.
Calle “ampliada”
Ante la cantidad de gente que salió ayer a caminar por La Florida, la Municipalidad decidió en el momento cortar el tránsito vehicular de la mano sur-norte de las calles Puccio y Carrasco y Gallo y Carrasco para garantizar la distancia entre los transeúntes.
“No se trató de una Calle Recreativa, sino que se evaluó tomar esa medida en el momento, dada la gran afluencia de gente”, explicaron. Se trata de experiencias que se están llevando a cabo para dar respuesta a situaciones que se producen en la ciudad.
Piden que se revise la cantidad de asistentes
Ante la polémica desatada este fin de semana por la habilitación de los salones de fiestas como bares, tal cual sucedió con Posta 36 de zona norte, el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roberto Sukerman, manifestó que “habría que revisar el número máximo de asistentes a esos lugares”.
Desde la provincia detallaron que no existe ningún pedido “oficial” respecto a que el municipio de Rosario revise la habilitación de estos salones, sino que “se trata de una solicitud expresa del ministro Sukerman”.
Por su parte, el funcionario aclaró que “no es que veamos con malos ojos la habilitación de los salones de eventos, pero tal vez hay que revisar la cantidad de personas que asistan a esos lugares abiertos, porque se podría juntar muchísima gente y eso no es recomendable”, acotó.
La decisión de la Municipalidad se tomó para paliar la crítica situación que atraviesa el rubro de los salones de fiestas, que no pudieron trabajar en todo lo que va del año.
Cabe aclarar que los salones podrán funcionar al 30 por ciento de su capacidad, y aprobar una inspección municipal que les permita funcionar como espacio gastronómico.