El Cañaveral es "hijo" de La Lagunita. Lo saben bien en la zona oeste de Rosario, donde vieron hace ya más de una década, cómo justamente los hijos de quienes habitaban el segundo asentamiento comenzaron a conformar sus propias familias y necesitaron un nuevo espacio donde vivir. Hoy el barrio, de esos que no cuentan con ningún servicio básico -ni agua, ni cloacas, ni gas, ni pavimento, ni electricidad-, logró concretar uno de sus desafíos: contar con un espacio comunitario que les pertenezca y que les permita llevar adelante proyectos que van desde capacitaciones y formación hasta un lugar para el funcionamiento de la mesa vecinal.
Este es el primer paso de lo que será la urbanización de la zona y que está prevista que arranque a mediados del año próximo, anticipó el subsecretario de Hábitat de la provincia, Ignacio Rico.
La inauguración del Salón de Usos Múltiples que se llevó adelante este martes marca un hito en el barrio, de los más pobres de la ciudad. No solo porque se trata de un proyecto impulsado por los propios vecinos, para los vecinos y construido a través de una cooperativa que integran algunos de los jóvenes del barrio, sino además porque se trata apenas de un punto de partida para 540 familias.
Un proyecto colectivo
"Esta es una lucha colectiva de más de diez años", contó Nelson Mansilla, coordinador del Proyecto de Integración Sociourbana El Cañaveral, y recordó que el inicio de la misma fue por el reconocimiento del barrio; eso que significa nada menos que los pusieran en el mapa.
Nelson conoce de cerca la historia no solo por la coordinación del proyecto, sino porque además él mismo vive en La Lagunita y parte de su familia, padres, hermanos y primos, fueron parte de esa migración que hubo entre su barrio y la conformación de El Cañaveral.
"Este es uno de los barrios más postergados, no tiene agua, ni luz, ni gas ni nada, la recolección de residuos por acá no existe, el colectivo más cercano pasa a unas 12 cuadras", detalló el hombre sobre las condiciones de vida de las que ahora suman 540 familias.
En 2016, cuando a través del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) iniciaron las gestiones para aparecer en los mapas del Estado eran algo más de 300, pero en los últimos años a través de un nuevo censo realizado en el marco del proceso de urbanización el número creció a 540 familias.
Tras el reconocimiento del Renabap, el primer paso de ese proyecto fue la construcción del salón que permitirá no solo el funcionamiento de la mesa vecinal con más de una decena de actores sociales del barrio, sino además una agenda de actividades para todas las edades que se pondrá en marcha por estos días.
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Talleres de cumbia cruzada, espacios de alfabetización para los mayores y de apoyo escolar para los chicos, charlas y espacios de formación que se dictarán a través de centros de salud de la zona y una cancha de fútbol 7 de cemento para actividades deportivas y de esparcimiento.
La urbanización
Sin embargo, la apuesta fuerte que este martes firmaron la provincia, el municipio y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) es la de la urbanización del barrio y el acercamiento a los vecinos de los servicios fundamentales, un proyecto que el subsecretario de Hábitat adelantó se estaría poniendo en marcha a mediados de 2022 e incluirá otros cuatro barrios de la ciudad -Los Pumitas, Ludueña, San Martín Sur y Piamonte-, dos de Villa Gobernador Gálvez y uno en Baigorria sumando con la capital provincial una decena de barriadas en toda la provincia.
"Esa segunda etapa se llevará adelante en forma conjunta con la Nación y el municipio de cara al año próximo y permitirá justamente el acceso de los vecinos a los servicios, así como también la apertura de calles del barrio", adelantó el subsecretario de Hábitat.
Lo destacado, y así lo indicó el propio coordinador del proyecto en el territorio, es que el proceso se llevará adelante con los propios vecinos que tendrán una participación activa en el relevamiento del territorio para determinar justamente donde se llevarán adelante las aperturas y las obras centrales para el barrio.
La pata de la UNR en el asunto será para nada menor, ya que según anticipó Rico será la encargada de llevar adelante los proyectos ejecutivos que se desarrollarán en estos barrios de Rosario, además de los de Villa Gobernador Gálvez y Baigorria; así como también en otros puntos de la provincia tendrán participación las universidades Tecnológicas (UTN) y del Litoral (UNL).
"Los plazos que manejamos son los plazos del Estado, pero estamos pensando que deberíamos estar licitando las obras y arrancar para mediados del año próximo", adelantó el funcionario.