El Concejo y el Ejecutivo acordaron ayer acelerar la discusión para aprobar antes de que termine el año la reforma de la regulación de la noche rosarina. Así se estableció durante un encuentro que mantuvo el secretario de Gobierno, Gustavo Leone, con los ediles de la comisión homónima del Palacio Vasallo. Entre los ediles y la Intendencia hay consenso para simplificar los rubros a habilitar y de esta forma simplificar los controles municipales, sanciones más duras para los incumplidores y mayores medidas de seguridad en los boliches.
El presidente de la comisión de Gobierno del Concejo, el edil radical Jorge Boasso, confirmó que entre el Ejecutivo y los distintos bloques se acordó "aprobar los cambios dentro de los próximos 60 a 90 días".
La intención de las diferentes bancadas y la Intendencia es lograr sancionar antes de que termine el año una nueva norma que regule la nocturnidad en Rosario, a 15 años de haberse aprobado la ordenanza vigente.
El apuro tiene una doble razón: por un lado se busca reformular una normativa que quedó desactualizada por los cambios en la diversión de los jóvenes. Y en paralelo, se intenta despejar de un año electoral, como 2017, un debate clave para la ciudad.
Boasso destacó que "el tema se viene discutiendo hace mucho en el Concejo. Tanto que los asesores de la mayoría de los concejales ya elaboraron un borrador muy amplio, que recoge todas las opiniones que hay sobre el tema".
El texto preliminar que redactaron los ediles fue entregado a Leone. Y en unos diez días el secretario de Gobierno se comprometió a enviar al Concejo una respuesta formal de la Intendencia.
"La aspiración es poder aprobar el proyecto con el mayor consenso, si es posible por unanimidad, porque se trata de un tema clave que involucra a todos y debe avanzarse con una política de Estado", resaltó Boasso.
Según el concejal de la UCR,"hay que conseguir un delicado equilibrio entre el ejercicio del libre comercio, el derecho de los jóvenes a divertirse y el de los vecinos a descansar".
En el cónclave de ayer hubo avances respecto a la simplificación de rubros, un dato vital para después facilitar los controles del municipio. La Intendencia había sugerido bajar de 19 a 13 los rubros, mientras que los ediles van por dos grandes categorías relacionadas con la superficie de los locales y los usos, ya sea con o sin actividad bailable.
En el marco de la emergencia en seguridad que el cuerpo aprobó la semana pasada, ya se sancionó el endurecimiento de algunos requisitos para grandes espacios, cuyos inversores deberán presentar un certificado que acredite el origen y licitud de los fondos, para evitar lavado de dinero.
Respecto a los requisitos de seguridad, también habrá exigencias más duras. Los locales bailables y bares con amenización musical que superen las 150 personas deberán contar con un circuito cerrado de televisión.
También deberán colocar un dispositivo automático para contabilizar el ingreso y egreso de los jóvenes, que tenga un display digital de fácil lectura para su verificación.
El aspecto sobre el cual aún no hay consenso en el Palacio Vasallo gira en torno a los espacios culturales. Mientras el Ejecutivo y la mayoría de los ediles pretende incluirlo en esta norma, el bloque Ciudad Futura y algunos aliados pretende hacerlo en una ordenanza complementaria.
Penalidades
De acuerdo al borrador, habrá sanciones más severas para los infractores. Clausura preventiva de los locales entre 20 y 40 días cuando se constate