Momentos de desesperación, angustia y, por instantes, de contenida tensión se vivieron ayer durante la búsqueda, hasta la noche infructuosa, de Elías Falcón, un niño de cinco años que vive en la zona rural de Villa Gobernador Gálvez, que falta de su casa desde la mañana de ayer y era rastreado intensamente en una zona cercana al arroyo Saladillo. Cerca de su vivienda familiar. Mientras tanto, en la localidad de Ceres, otro chico, de tres años, era también intensamente buscado, sin que se hallaran rastros de su paradero.
Elías vive sobre un camino de tierra ubicado a unos 400 metros al sur del arroyo Saladillo, entre las rutas 18 y la autopista Rosario-Córdoba. Su casa está ubicada justo en el medio de ese camino, detrás de unas caballerizas. Ayer, a las 11, fue visto por última vez, descalzo y en cueros, con un short azul. El niño solía merodear ese cuadrantes entre las rutas, el camino que conduce a su casa y el arroyo.
Apenas se denunció su desaparición, se montó un fuerte operativo de rastrillaje donde participaron policías y bomberos de seis localidades; entre ellas, Villa Gobernador Gálvez, Villa Constitción, Alcorta, Pavón, Villa Amelia y Rosario, ciudad de la que también participaron los Zapadores.
Se calcula que un total de 70 efectivos participaron durante todo el día de la búsqueda, que se organizó por cuadrantes y rastrillaron una zona de unos cuatro kilómetros cuadrados, según afirmó el jefe de Bomberos Voluntarios de Villa Gobernador Gálvez, Sergio Fernández, quien contó que para el chico, todo ese predio era "como el patio trasero de su casa".
A los policías y bomberos se sumaron ocho perros rastreadores que, al cierre de esta edición, bien avanzada la noche, seguían olfateando en el amplio predio.
Eran las 20.30 cuando LaCapital llegó al lugar, un predio descampado donde se podía ver la caballeriza con numerosos animales. Allí, una gran cantidad de móviles policiales y de bomberos iluminaban el lugar, mientras los responsables de la búsqueda esperaban algún resultado. También se juntó un numeroso grupo de familiares y vecinos que durante el día hicieron su propia búsqueda y entre los cuales, ya entrada la noche, comenzaba a reinar el nerviosismo. La gente iba y venía, se juntaba en grupos, elucubraba sobre lo ocurrido.
Sara, tía de Elías por parte paterna, confesó que todo el episodio se estaba "viviendo muy mal. Me avisaron como a las dos de la tarde y salimos todos a buscarlo". La rodeaban otros familiares que se fueron acercando.
Mientras decía eso, y en medio del griterío, se escuchó decir que al niño lo habían visto en un muro de internet, vestido. La policía se dirigió al lugar donde dicen que lo habían visto acompañada por Juan Manuel Villanueva, padre del chico, pero resultó ser una falsa alarma. Habían pasado las 21 y la búsqueda continuaba, al cierre de esta edición, sin éxito.
En Ceres. Mientras tanto, la comunidad de Ceres está conmocionada con la desaparición sin rastros de Maxilimiano Sosa, un nene de tres años del barrio Juan Pablo II, en las afueras de la ciudad. La criatura fue vista por última vez a las 11.30 del lunes por una tía de 15 años que estaba a cargo de su cuidado, y desde entonces no se supo más nada, pese a la intensa búsqueda con canes, rastrillajes a pie y desde el aire con helicópteros proporcionados por el gobierno provincial.
Fue la abuela del pequeño quien notó su ausencia alrededor de las 14.30, cuando volvió de trabajar y a las 20 radicó la denuncia policial por la búsqueda de paradero en la comisaría 2ª de la Unidad Regional XIII. Pronto se conoció la noticia en esta localidad de 18 mil habitantes en el noroeste provincial, cuyos habitantes se lanzaron a colaborar con los rastrillajes encabezados por la policía, inspectores municipales, bomberos y autoridades locales. En principio la búsqueda se centró en los campos aledaños al humilde barrio Juan Pablo II, que está constituido por unas cincuenta viviendas distribuidas a lo largo de dos cuadras cercanas al ingreso a la ciudad sobre la ruta 34.
"La policía revisó casa por casa y no halló ningún rastro de Maximiliano, que se sabe que al momento de su desaparición y por las altas temperaturas de ese día, solamente vestía un pantaloncito tipo bermuda y estaba descalzo", contó a LaCapital José Luis Gorosito, director de Ceres Diario y de una FM local.
Según el parte de la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe, a través del Registro Provincial de Información de Niños, Niñas y Adolescentes Desaparecidos, tiene tez trigueña, una estatura de 80 centímetros, cabellos castaños, ojos marrones, y contextura delgada.
A la búsqueda se sumaron perros adiestrados, que "siguieron un rastro que se pierde en una vivienda vecina donde el nene solía ir a jugar y a bañarse en la pileta con sus amiguitos", comentó Gorosito. "Los vecinos están sorprendidos. No se explican cómo puede desaparecer una criatura en un barrio superpoblado, con mucho movimiento. Hay mucha confusión", agregó el periodista.
Maximiliano vive con su abuela, su tía de 15 años, su madre que se encuentra internada desde hace aproximadamente una semana en el hospital de Ceres a raíz de un parto complicado, y la pareja de ésta. Todos debieron declarar en la policía, al igual que algunos vecinos del barrio. Nadie quedó detenido, aunque trascendió que ciertas actitudes de algunos miembros de la familia despiertan sospechas en los investigadores y en la propia ciudadanía.
Anoche, en medio de un intenso calor y bajo la amenaza de tormentas, se planificaba la incorporación a la búsqueda de más perros rastreadores. Mientras tanto, la población continúa en alerta, expectante sobre los resultados de la investigación a cargo de la fiscal Silvia Verney, del Ministerio Público Fiscal de San Cristóbal.
La Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe hizo pública una solicitud para que se pueda ofrecer la más amplia colaboración de toda la ciudadanía a los fines de recabar información que aporte a la búsqueda. Ante cualquier dato comunicarse a la línea gratuita 0800-555-3348.
Producción: Marcelo Castaños y Lizi Domínguez