La vedette Victoria Xipolitakis se negó ayer a declarar ante el juez federal Sergio Torres por el escandaloso vuelo que protagonizó en junio de este año, cuando viajó en la cabina de un avión de Austral tanto en el despegue como en el aterrizaje, desde el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery hasta el Aeropuerto Islas Malvinas, en Rosario.
Xipolitakis se presentó a declarar como imputada ante el juez en compañía de su abogado Fernando Burlando y, siguiendo la estrategia defensiva armada por su letrado, se negó a declarar.
La vedette llegó al cuarto piso de los tribunales porteños, donde el juez tiene su despacho, luego de que la policía desalojara a la prensa y cerrara el lugar donde se desarrollo la declaración. La declaración de la mediática joven estaba programada para el 27 de octubre próximo pero se adelantó ya que para esa fecha su abogado, Fernando Burlando, tiene programada una intervención quirúrgica.
En la audiencia de indagatoria, se le exhibieron a Xipolitakis las pruebas en su contra, entre ellas el video que ella misma grabó con su teléfono celular del viaje en el vuelo AU2708 del 22 de junio pasado con destino a Rosario.
Los pilotos, a fin de mes. Los pilotos de la aeronave, Federico Soaje y Patricio Zocchi, -ambos despedidos de la empresa tras el sonado incidente- están citados para el 28 y el 29 de octubre próximos.
La modelo fue denunciada por haber cometido la infracción del artículo 190 del Código Penal, al poner en riesgo una aeronave.
Ese artículo prevé penas de prisión de dos a ocho años, "al que a sabiendas ejecutare cualquier acto que ponga en peligro la seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave".
La causa judicial se inició tras la difusión del video, en el que se ve a Xipolitakis en la cabina de mando junto a los dos pilotos, quienes le enseñan cómo acelerar en pleno despegue y le permiten que lo haga. La denuncia tras el escándalo fue hecha por la empresa Aerolíneas Argentinas y el fiscal federal Carlos Rívolo impulsó una investigación donde incluso también se puso bajo la lupa si hubo desatención de los pilotos al comandar la aeronave.
En la causa declararon gran cantidad de personas, entre ellas azafatas y personal de Aerolíneas Argentinas, y también se llevó a cabo una pericia sobre el teléfono de la vedette con el cual se filmó el video del escándalo.
Ahora, el juez Torres tiene que resolver si procesa o no a la vedette, para lo cual tiene diez días para resolver.
La estrategia defensiva de la vedette apunta a señalar que ella desconocía los riesgos y que actuó a instancias de los pilotos, a quienes se pretende dejar como únicos culpables del episodio.